Muy buenos días amigos, Calados y lectores:
Es un placer regresar con todos vosotros un nuevo martes a las letras, y voy dándole Sólo una Calada más para acercaros hasta aquí un microrrelato de mi puño y tecla que en esta ocasión toma como protagonista, a El hombre del banco, un personaje peculiar, fruto de las Semillas de la Indolencia, al que tendremos ocasión de ver por aquí alguna que otra vez, en futuras Caladas, para conocerlo mejor y descubrir toda su ocurrente trayectoria...
Y desde hoy podréis seguir todas las Caladas que voy y que he ido dando en mi recién inagurado blog SÓLO UNA CALADA MÁS (http://solounacaladamas.blogspot.com), así como desde el espacio habilitado a tal fin que encontraréis en la sidebar de Calados, espero que os guste. Pero insisto en que SÓLO UNA CALADA MÁS, seguirá siendo sección fija todos los martes en Calados Hasta los Versos (guarida original de mi puño y tecla y hotel de mi recién estrenada habitación con vistas...)
Así pues, vamos con El Hombre del banco.
¡Que lo disfrutéis amigos!.
Mira hacia su interior, pero esta vez no encuentra nada, salvo los despojos de un cuerpo que ha decidido eximirse y perdonarse para siempre, acompañando a estos resquicios de humanidad un ojo con tintes violáceos lo trae de vuelta al presente haciéndole destacar en la mirada, unas venas rosadas y abultadas, a juego con los morados más in de la temporada invernal, fruto y víctimas del último puñetazo recibido, en su particular cruzada por alcanzar el amor. Pero el hombre del banco no se da por vencido y recordando que son las rebajas de enero, se lanza a buscar el verdadero amor, y así, ensimisado en sus pensamientos, se para frente a la cristalera impoluta de una destacada pastelería de la ciudad, que le devuelve renovada su propia imagen y en ella se detiene contemplando minuciosamente su centinela-ojo batallado frente al reflejo que le ofrece la vidriera, a través de ella se filtra la visión de unos deliciosos pasteles, pero absorto en su herida el hombre del banco no los percibe. Mientras pasa suavemente su dedo índice por el globo dañado, repasando el lagrimal, para continuar por las pestañas inferiores y bajando lentamente la mano por la mejilla, serpentea el tabique nasal y logra alcanzar sus labios carnosos y voluptuosos, ante la mirada atenta de la dependienta que no le quita el ojo de encima. De pronto descubre aquellos manjares que su conciencia castigada no le habían permitido ver hasta ahora y abriendo de par en par la boca, comienza a lamer intensamente, de arriba a abajo y de izquierda a derecha el ventanal en sentido circular, arrastrando lentamente su lengua cuan larga es por la inmaculada transparencia...la dependienta al darse cuenta de esto, comienza a lanzar gritos de socorro y de auxilio al tiempo que marcando rápidamente las teclas de su móvil denuncia que se trata de un depravado sexual...no tardan en escucharse las sirenas policiales y el hombre del banco presa de un terror que no alcanza a concebir porqué lo sucumbe, corre velozmente a pasos agigantados como alma a la que persigue el diablo, dispersándose por entre la espesura del parque más cercano...
Saludos veloces. ;)
Arwen
Es un placer regresar con todos vosotros un nuevo martes a las letras, y voy dándole Sólo una Calada más para acercaros hasta aquí un microrrelato de mi puño y tecla que en esta ocasión toma como protagonista, a El hombre del banco, un personaje peculiar, fruto de las Semillas de la Indolencia, al que tendremos ocasión de ver por aquí alguna que otra vez, en futuras Caladas, para conocerlo mejor y descubrir toda su ocurrente trayectoria...
Y desde hoy podréis seguir todas las Caladas que voy y que he ido dando en mi recién inagurado blog SÓLO UNA CALADA MÁS (http://solounacaladamas.blogspot.com), así como desde el espacio habilitado a tal fin que encontraréis en la sidebar de Calados, espero que os guste. Pero insisto en que SÓLO UNA CALADA MÁS, seguirá siendo sección fija todos los martes en Calados Hasta los Versos (guarida original de mi puño y tecla y hotel de mi recién estrenada habitación con vistas...)
Así pues, vamos con El Hombre del banco.
¡Que lo disfrutéis amigos!.
EL HOMBRE DEL BANCO
Mira hacia su interior, pero esta vez no encuentra nada, salvo los despojos de un cuerpo que ha decidido eximirse y perdonarse para siempre, acompañando a estos resquicios de humanidad un ojo con tintes violáceos lo trae de vuelta al presente haciéndole destacar en la mirada, unas venas rosadas y abultadas, a juego con los morados más in de la temporada invernal, fruto y víctimas del último puñetazo recibido, en su particular cruzada por alcanzar el amor. Pero el hombre del banco no se da por vencido y recordando que son las rebajas de enero, se lanza a buscar el verdadero amor, y así, ensimisado en sus pensamientos, se para frente a la cristalera impoluta de una destacada pastelería de la ciudad, que le devuelve renovada su propia imagen y en ella se detiene contemplando minuciosamente su centinela-ojo batallado frente al reflejo que le ofrece la vidriera, a través de ella se filtra la visión de unos deliciosos pasteles, pero absorto en su herida el hombre del banco no los percibe. Mientras pasa suavemente su dedo índice por el globo dañado, repasando el lagrimal, para continuar por las pestañas inferiores y bajando lentamente la mano por la mejilla, serpentea el tabique nasal y logra alcanzar sus labios carnosos y voluptuosos, ante la mirada atenta de la dependienta que no le quita el ojo de encima. De pronto descubre aquellos manjares que su conciencia castigada no le habían permitido ver hasta ahora y abriendo de par en par la boca, comienza a lamer intensamente, de arriba a abajo y de izquierda a derecha el ventanal en sentido circular, arrastrando lentamente su lengua cuan larga es por la inmaculada transparencia...la dependienta al darse cuenta de esto, comienza a lanzar gritos de socorro y de auxilio al tiempo que marcando rápidamente las teclas de su móvil denuncia que se trata de un depravado sexual...no tardan en escucharse las sirenas policiales y el hombre del banco presa de un terror que no alcanza a concebir porqué lo sucumbe, corre velozmente a pasos agigantados como alma a la que persigue el diablo, dispersándose por entre la espesura del parque más cercano...
Saludos veloces. ;)
Arwen
Que detengan a la dependienta.
ResponderEliminarPor histérica.
Besos.
Claro que sí Toro, menuda loca!...ja,ja,ja,ja,ja,ja....
ResponderEliminarBesazos!!!! ;D
Esta sociedad, cómo nos limita con sus reglas establecidas... estoy segura que lamió el crital porque esos dulces los había hecho Lola ;)
ResponderEliminarBesitos, como siempre un placer leerte. Sigo con el criptex que me tiene loka!!
;D, ¿quién no ha deseado hacer eso alguna vez?...¿o no?...ja,ja,ja....
ResponderEliminarBesos y ahora te respondo en el criptex. ;D
Aishhh.. que pena me da, pobrecico... y además eso de buscar el amor de rebajas...
ResponderEliminarMe voy a tu nueva casita!!
Besos desde el abismooo
(pd: el criptex como que me espero a que lo descubran jajaja)
Ja,ja,ja...Abismo, ves a mi nuevo home, que no deja de ser una (habitación de ésta casa de Calados)...ja,ja,ja...y sí el hombre del banco tal vez sea un incomprendido...¿lo veremos lidiar con nuevas aventuras?...tal vez, tal vez...
ResponderEliminarBesos y si tienes ganas de descifrar llegas a tiempo...xDDD
Arwen
Arwen,dime que el hombre del banco lo intentará mas veces y que no se rendira...fredysaludos.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu nueva creacion arwen este hombre del banco promete ya lo estoy viendo,genial el relato como siempre y voy a pensar mis preguntas que quiero acertar por fin y quiero tenerlo claro,hasta ahora
ResponderEliminarFredy cuenta con ello, de momento lo dejamos escapar entre la espesura del parque...pero veremos a ver que ocurre con él... ;) y Sombra gracias por el apoyo y piensa bien esas preguntas que llegas a tiempo, si no se te adelanta nadie...41 horas de criptex y seguimos sumando....*O*
ResponderEliminarBesos para todos!!
Arwen
Arwen, mi ordenador del trabajo es una patata y le cuesta una eternidad abrir tu página y no veas para dejar un comentario... uffffff... ;P
ResponderEliminarpobre hombre del banco, esperemos que encuentre pronto el amor...
dirty saludos¡¡¡¡¡¡
Tienes que jubilarlo pues Dirty...xDDD y mmmm ya veremos ya que pasa con el hombre del banco... ;P
ResponderEliminarArwen que dulce relato. Su locura infantil de la luna de la pastelería me recuerda a los casos de los niños salvajes criados en un entorno natural y apartados de la sociedad y sus reglas.
ResponderEliminarMe encanta este hombre. Cuídalo en tus relatos.
Saludos inspiradores.
De haber sabido que en las rebajas de enero se podía buscar el amor de mi vida, me habría dado prisa desde el primer día, ja ja ja. Muy bueno tu relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho este personaje que con esa sincera humildad se sienta a observar..(tal vez piensa) la vida es de "los otros". Pero ¡qué difícil querer comprender y aprender en un minuto lo que el hombre del banco ha aprendido en años!.Casi siempre es necesario un toque de locura para edificar un destino. Y qué mejor destino que ir en busca de lo que amas...
ResponderEliminarjajjajaj es verdad que el morado es tendencia esta temporada en moda y decoración -eso dicen los que saben de esto- a mí me recuerda a las túnicas del Gran Poder.
Gracias como siempre por el apoyo a mis letras, Mar, tranquila porque pienso cuidar "al hombre del banco", muy mucho...y Dean, sólo hay que saber buscar y rebuscar en las rebajas...ja,ja,ja...se halla de todo...xDDD, gracias también...y Delio me alegra que el hombre del banco haya empezado desde su primera inclusión en la tecla a robaros el corazón...morado o no...preparaos bien, por que este personaje engancha! ;)
ResponderEliminarBesos gigantes.
Arwen
Ah por cierto, agradecer también a todos los que os habéis pasado y os estáis pasando por Sólo una Calada Más, a conocer la habitación con vistas a la imaginación y por la gran acogida que me y le habéis dado. Sois muy grandes.
ResponderEliminarBesos.
Arwen
Me encantó el patetismo de tu historia... Y quiero mááááááássss!
ResponderEliminarBesos, Arwen.
Ja,ja,ja...Onminayas...habrá más...no lo dudes.... ;P
ResponderEliminarBsss
Porque demonios el hombre del banco me recuerda en cierta manera a K-pax, ese personaje tan maravilloso interpretado por Kevin Spacy...?
ResponderEliminarQue grandisima y cinematografica imagen mental mientras iba leyendo,por dios...
Gracias Athman y sí el hombre del banco tiene una esencia muy especial que lo hace único, y que nos irá demostrando...poco a poco... ;P
ResponderEliminarBesos....