viernes, 30 de enero de 2015

EL GRAMÓFONO: "Good For Sumthin'" Eric Gales



Con la interpretación de uno de los guitarristas más infravalorados a pesar de haber sido un niño prodigio, EricGales, despedimos la semana.
La guitarra para él es un instrumento sin secretos, como un libro en blanco, virgen,  donde escribir los sonidos más imposibles. Sin duda virtuoso en un género, blues-rok llegando a compararlo con  Jimi Hendrix.

Going Back to Memphis, es un album que contiene poderosas armonías vocales y solos increibles para una especie de resumen de la carrera de Eric Gales, tras la que "Good For Sumthin'" se convierte en la demostración audible del talento de este músico.


Buen fin de semana Calados

Marinela

miércoles, 28 de enero de 2015

CONDUCTORAS SUICIDAS. ESPACIO COMPARTIDO



Prefiero hacer turismo sin hacer turismo, ser uno más de la ciudad, sin que se me note que soy extranjero. Esta vez quise ser holandés, un holandés que no pudo dejar de sorprenderse.

Estuve a punto de sacar la bicicleta de mi monovolumen para disfrutar del camino hasta llegar a Makkinga, pero amaneció el día con una fina lluvia que me hizo desistir. Contemplaría el verde paisaje salpicado de mantos de flores a través del lento vaivén de mis limpiaparabrisas.

Al llegar a la pequeña ciudad, la lluvia empezó a desaparecer y me recibió una señal a la entrada de la población, al parecer la única que me iba a encontrar en adelante, ya que rezaba así: Welkom, Werkeersbordvrij!! (¡¡Bienvenido, libre de señales de tráfico!!)

Continué el camino con cierta cautela. Yo era el forastero ¿Me adentraba en territorio vaquero, espacio natural libre dominado por los oriundos del lugar bajo unas normas que desconocía, si es que existían? ¿Esto era anarquía vial?
Con los cinco sentidos alertas, empecé a recorrer sus calles y llegué a una plaza que irremediablemente tenía que cruzar. La plaza no tenía ni rotonda, ni aceras, por supuesto sin señales ni semáforos que ordenaran nada, todo era un mismo espacio con un uniforme suelo rojo, salpicado de árboles y mobiliario urbano. Se encendió en alguna parte de mi cerebro la luz roja, quizás reflejo del asfalto o en respuesta a mi sexto sentido, alertándome del peligro y empezó a sonar en mi consciencia auditiva esta banda sonora....


http://www.goear.com/listen/7f52dec/el-bueno-el-feo-y-el-malo-banda-sonora

¿Con quién tengo que batirme en duelo para cruzar al otro lado?

Comencé a moverme muy despacio, el aire húmedo entraba por la ventanilla refrescando mi rostro, mascaba nervioso mi chicle, mi pie estaba a punto de apretar el embrague, mientras mis manos acariciaban con cautela el volante y mi trayectoria empezó a cruzarse con las miradas de cuatro automovilistas, tres ciclistas y tres peatones. Lo recuerdo con precisión numérica, porque era como ir saludando a mis vecinos, a la vez que tomaba mis decisiones tras sondear sus miradas y adivinar sus intenciones, eran ellos mi punto de atención, porque no había ni una sola señal que indicara ninguna prioridad de paso. Un pacífico duelo de quién desenfunda primero, es decir, quién pasa primero.

Una vez atravesada la plaza, una grata sensación me invadió el alma que hizo concluyera que aquí todo el mundo es bueno, alguno habrá feo supongo y dudo si habrá algún malo.
He descubierto el secreto, la única norma que impera es el respeto por el otro, puesto en práctica por medio de la negociación visual, la amabilidad, la cortesía y la confianza. Poco menos que nos adivinábamos nuestras intenciones, sin prisas, negociando sin palabras. En perfecta concordancia se resolvía como compartir el espacio con justicia.

Creo que me he enamorado de las gentes de esta pequeña ciudad, sobre todo de la última ciclista que se me cruzó con su elegante pedaleo, a la que cedí el paso y que al girar su cabeza y mover graciosamente sus trenzas rubias me guiñó un ojo y me lanzó una amplia sonrisa. ¿Sería la recompensa a este extranjero por sincronizarme con ellos o puedo albergar otras esperanzas...?

Ella, mi Bella, ha cambiado mis prioridades y me dirijo a compartir su camino con la misión de poder establecer algún entente, eje o tratado político-emocional. Lástima, me dije, no haber elegido la bicicleta para aproximarnos mejor, pero pensándolo mejor, hubiera sido otra historia y el final de esta ha sido inmejorable. A día de hoy sigo enamorado en Holanda.



Besos compartidos.

Las Gemelas del Sur.

lunes, 26 de enero de 2015

35 MILÍMETROS. LUCKY LOU



Hoy lunes, un lunes cualquiera, vamos a inventar nuestro propio lunes. ¿Dependerá de nuestra actitud la creación de este lunes? ¿Puede haber un lunes diferente para cada uno o visto desde la mayor objetividad es un lunes cualquiera? ¿Es la realidad tan aplastante que nos deja sin elegir la respuesta? o quizás ya la demos nosotros de antemano con nuestra voluntad de poder sobre la vida. Una voluntad de poder fuerte, que asume riesgos, que encauza los instintos para aprovechar su energía o una voluntad débil que actúa a la defensiva, que tiene miedo ante el más mínimo obstáculo, que los esquiva. 
¿Qué pasaría cuando dos voluntades contrapuestas se encontraran? Dicen que los polos opuestos se atraen y es posible que en el amor también suceda así. O quizá todo sea un tópico.

Hoy tenemos un lunes muy interrogativo, así que vamos a distraer nuestra mente con las trepidantes imágenes de este corto con el título "Lucky Lou" obra de Michael Bidinger y Michelle Kwon, dos alumnos del Rinding College of Art and Desing de Florida que realizaron como proyecto final de carrera. Creo que se merecen una matrícula de honor. Esta lleno de efectos visuales y de iluminación dignos de Pixar.


Buen comienzo de semana, queridos Calados y Lectores,.... de quien dependa.

Las Gemelas del Sur.



viernes, 23 de enero de 2015

FOTO POR TÍ_Yo robot


Rebuscaba yo el otro día en armarios de esos que no abrimos nunca. Buscaba un juguete, de mi hermano, que no mío, pero que me hacía ilusión recuperar por motivos que no vienen al caso.
No apareció. Sin embargo, y sin esperarlos, aparecieron estos dos viejos amigos, y estos sí eran míos.
Bueno, o no, más bien, del niño que apenas recuerdo que fui, ese que ya no soy. 
Eran de aquel tiempo en el que bastaba con darles cuerda y mirarlos andar para imaginar batallas intergalácticas. Ratos que transcurrían escuchando el sonido de su cuerda al desenrrollarse. Aquel viejo mecanismo que dotaba de vida a estos viejos robots. Y que así, entre batalla y cuerda, fueron llenando algunos buenos ratos de mi lejana niñez.
Os confieso: he cruzado los dedos, les he dado cuerda y... ¡sí! los he puesto a andar el uno contra el otro, y he imaginado batallas oyendo el sonido de la cuerda al desenrrollarse...
¿Os acordías de vuestro juguetes "a cuerda"...?
Buen fin de semana Calados. 


miércoles, 21 de enero de 2015

PASABA POR AQUÍ: CAVILACIÓN, " LUNA ENDEBLE, ESPEJO DEL TIEMPO ETERNO"



Jorge Luis Borges decía que la metáfora es el alma de la poesía.....
A veces, con necesidad de huir de nuestra realidad material percibida a través de los sentidos y de transformarla para adaptarnos a nuestro, en ocasiones, inexpresivo destino, fabricamos metáforas que reconvertimos a verdad en un universo paralelo. Y entre magia y fantasía, las moldeamos, sabiendo que no son otra cosa que realidades disfrazadas. Pero en palabras de Borges, solo hay unas cuantas metáforas esenciales, las otras, son meras combinaciones de palabras a modo de destrezas.
Sólo algunas son vínculos esenciales, podríamos señalar una de estas,"la vida es sueño", una metáfora recurrente,  según escribió Calderón. Y citando a otro ilustrísimo escritor,  Shakespeare, encontramos otra relacionada; "Estamos hechos de la misma materia que los sueños ....y un sueño, sella nuestra pequeña vida". Las palabras del autor en su obra "La tempestad", nos hacen pensar en el hacedor de sueños, en el tejedor de sueños.

Y vamos y nos convertimos en tejedores de sueños para compensar aquello que no tenemos y deseamos, para relativizar problemas que nos ahogan, para ralentizar los empujones del día a día y nos sumergimos despiertos en el sueño, repleto de metáforas que distraen nuestra rutina.
En ciertos casos son las pesadillas las que corren tras nosotros pero conseguimos pisar el acelerador de nuestro tiempo, para poner espacio, vacío y olvido que nos aleje de esa persecución, suplicando a nuestra estrella y al azar, que esos malos sueños se queden sin argumentos, a la vez que deseamos, que el futuro de hoy, pase inadvertido y se convierta velozmente en pasado.
No siempre podemos huir, pero ¡cuantas veces! pisamos el pedal a fondo, alimentando la fantasía de dejar atrás todos nuestros fantasmas.

Pero ¿huimos de nosotros mismos, en una huida hacia delante?
¿Qué pasa por nuestro interior cuando decidimos enfrentarnos?
Quizá en ese momento se fundan y amalgamen todas las palabras, todos los sentimientos, transformándose, entonces.....luchamos y resurgimos. Nuestro mecanismo de compensación se activa y entre metáfora y metáfora, problema y asalto, vemos escapar una rendija de luz. Pesadilla y sueño, viven en nosotros, a través de ellos, buscamos salidas para recuperar nuestro equilibrio.

...Si pudiéramos ceñir las metáforas a un molde para fabricarlas siempre que quisiéramos, miraríamos a la luna y veríamos que en su girar, siempre rueda, siempre, "esa luna endeble, espejo del tiempo eterno".....

Marinela

lunes, 19 de enero de 2015

LA GATA SOBRE EL TECLADO, Gotas de agua que al caer...



Supongo que sabréis - porque soy muy cansina-, que hace un par de meses me rompí el peroné  de un batacazo histórico, y poco después mi lavadora pasó a una vida mejor- o peor-, en la que no hay ni pre-purgatorio ni centrifucielo. Esas dos circunstancias adversas unidas han convertido mi Navidad en un aburrimiento más cruel de lo que ya suele ser de por si. 
Pues bien, durante estos dos meses en lo que me he visto obligada a salir a la calle -lo justo y necesario-, en silla de ruedas, hay vecinos que ni siquiera se han dignado a preguntar: ¿Qué te ha pasado? ¿Te has vuelto inválida de repente? Ni una palabra. Mutis por el foro. Una casi imperceptible mirada a hurtadillas, y nada de nada.  Y no están mudos ¿eh? que durante las juntas vecinales chillan más que los vecinos surrealistas de La que se avecina. 
Pero sigo contándoos. Ahora camino con una muleta, contraviniendo las sin duda bienintencionadas órdenes  del médico que me aconsejó sentarme en el sofá y poner la pata a buen recaudo. Eso -pensé yo-, y que la faena se haga sola. En fin, ni puto caso le he hecho. 
Me voy del tema. Hace unos días cuando bajaba en el ascensor con mi muletita en la mano y mi bolso en la otra, que parecía yo la Mary Popins, me topé con una de esas vecinas. Gorda como un oso panda y antipática como Putin, parecía dispuesta a hablarme. 
Mi corazón saltó de gozo, no porque tuviera ningún interés especial de hablar con la gorda, sino porque por fin uno de aquellos vecinos- tan nuevos como rancios-, iba a interesarse por mi estado de salud. 
- Perdona- me dijo la gorda-. Es que se me han manchado los cristales de la ventana ¿Tú has tendido la ropa bien escurrida? - dudó-.Igual es otra vecina...
Mi esperanza en el ser humano comenzó a desvanecerse como niebla baja con los rayos de sol. 
- No -le contesté-, soy yo. Tengo la lavadora rota y estoy lavando a mano.
- Pues podrías escurrirla mejor -dijo ella alzando la barbilla como un gato olisqueando una lata de atún.
"Y tu podrías adelgazar cuarenta kilos - estuve a punto de decirle-, pero mi exquisita y estúpida educación me lo impidió. 
- Es que como tengo que sostenerme con la muleta y tender con la otra mano -me excusé-, no puedo escurrir bien. 
- Ya. Yo pensaba que habían sido tus hijos. 
¿Mis hijos tendiendo la ropa? Estaba comenzando a marearme.
- Pues no - le dije un tanto irritada-. No han sido mis hijos sino yo. Y lamento haberte ensuciado los cristales. 
En aquel momento, en aquel preciso instante, comencé a perder la poca fe que aún tengo en la Humanidad. La intolerancia, la falta de solidaridad, la ausencia absoluta de empatía, se suele manifestar en esos pequeños detalles que te indican que si algún día, mientras  bajas la basura, te da un ictus/yuyu, la vecina gorda pasará por tu lado y te dirá que estás babeando el ascensor y, que si sobrevives, tendrás que limpiarlo. 
Es fácil solidarizarse con el que está a miles de kilómetros porque ese no te puede ensuciar los cristales o mancharte la alfombra. Lo verdaderamente difícil es ayudar a la vecina artrósica a subir la compra, prestarle un par de sillas al vecino que las necesita para el cumple de su hija, contestar ese watsapp que lleva dos días esperando respuesta, felicitar la Navidad a aquel  compañero de trabajo al que tiraron a la calle sin motivo alguno, darle me gusta a las fotos del viaje del hijo del sobrino de tu amiga, que ni te va ni te viene. 
Y para no cansaros, una anécdota: cuando me llevaban al hospital en ambulancia hice una foto con el móvil, la subí a Face y la acompañé de un texto que decía algo así como: Valencia vista desde la ambulancia que me lleva a la Fe. Esperé una cascada de preguntas del tipo de: ¿te ha atropellado un camión? ¿te has tirado por la ventana? Al cabo de unos minutos vi que tres personas le habían dado a "me gusta". Todavía me estoy preguntando qué es lo que les gustaba de todo aquello. No sé si es para llorar o para troncharte de la risa, caerte de la silla y romperte el otro pie. En fin, así es la vida. 

viernes, 16 de enero de 2015

EL GRAMÓFONO: EL VALS DEL ERROR




El Vals del error, del Ballet cómico de Jerom Robins, El concierto,  es una parodia cómica de un concierto de música clásica. concretamente música de  Frederic Chopin.
Esta es una coreografía que hizo  Jerome Robbins en 1956

El Ballet, tiene como objetivo el movimiento de los cuerpos de los bailarines a través del tiempo y del espacio según unos esquemas exactos. En el Ballet cómico de Jerom Robins, vemos lo que ocurre cuando las cosas no salen de acuerdo con lo previsto.


Cuando vemos bailar a este grupo de bailarinas esas fantasías cómicas,  sus imperfecciones provocadas, pasan a ser equivocaciones encantadoras que nos acercan a ellas. La admiración por esa sincronización perfecta que las etiqueta como extraordinarias  y  fuera de nuestro alcance, se transforma en admiración por personas que bailan con sus debilidades e inseguridades, cosas que nos resultan familiares, cotidianas....la perfección al alcance de las manos...

Me ha parecido una bonita manera de comenzar el Grmófono de este año;. Bailando, recordando que no somos perfectos y acompañados de buena música.


¡Buen fin de semana Calados!

Marinela

miércoles, 14 de enero de 2015

CONDUCTORAS SUICIDAS. AMAXOFOBIA



Las gemelas, Medea y Olimpia, volcanes en plena erupción, preocupación constante de su madre, han pasado la noche con fiebre alta. Medio sonámbula todavía, su madre, coge el teléfono y reserva cita para el pediatra. Ha tenido suerte, le dan cita para las 10 h.

Entre idas y venidas, preparativos propios y filiales, su marido se entera de la cita.

- Marta, no voy a poder llevaros al pediatra. Tengo que salir al trabajo ya, me están esperando. Te dejo las llaves del coche.
- ¿Qué es eso tan urgente? Le dice María con el rostro desmejorado.
- Marta, cariño, puedes llevarlas perfectamente tu sola. No me mires con esos ojillos, no superarás nunca el miedo al coche, si no lo coges. Le dice su marido casi como un susurro, para transmitirle calma y autoconfianza. Piensa que nada mejor que ser el Pepito Grillo de su conciencia con este asunto.

Ricardo coge sus carpetas, le da un beso de despedida y antes de que pueda replicarle, desaparece de su vista y sale de casa. Durante el viaje, en el ascensor, evalúa su estrategia, forzar la situación puede haber sido un poco drástico, pero si no la provoca, Marta no da el paso y esta ansiedad le está limitando. Está convencido que Marta sostiene la bandera de la "movilidad sostenible" por su aversión a conducir el coche. Por otro lado, le preocupa subirla en su particular montaña rusa y ese estallido de adrenalina le ponga en mayor riesgo del debido, pero le tranquiliza el saber que siempre resuelve bien esas situaciones.

Marta mira el reloj con el sentimiento de haber sido abandonada a su suerte. Mientras recoge y prepara el bolso , repasa su situación. Quiere ser lo más objetiva posible y prepara su alegato en voz alta delante de sus gemelas que le atienden calladas como si de un cuenta-cuentos se tratara.
Mamá no tiene más remedio que llevaros en el coche, será una aventura (en su fuero interno piensa que era un jodienda) buscar un hueco para aparcar en ese barrio, misión imposible; dejarlo en doble fila, jugar a la lotería. Jugaremos a las adivinanzas, ya que los intermitentes para algunos son de adorno, dejaremos pasar a los que desde pequeños dicen "soy el primer" o "tonto el último" y siguen aún en ello a la vista del semáforo, pero lo que a mamá no le gusta es jugar al trenecito con los que se pegan al culete de nuestro coche sin dejar la distancia mínima (silencia su pensamiento: ya me dió por.....un hijo de su madre). Anima irónicamente su plan con palmas que las pequeñas imitan con ingenua alegría.
Ni aún así, puede evitar el movimiento involuntario de sus tripas, presagiando la salida inminente que le lleva a repasar sus más intimas consignas: si es que te falta seguridad en ti misma, llegado el momento lo resolverás como cualquiera o mejor, no debes anticiparte a los posible acontecimientos que quizás no surjan, no adelantes preocupaciones innecesarias, abandona ese afán perfeccionista. Finalmente concluye, si he sido valiente para parir a mis hijas, no lo voy a ser menos para conducir.
Sienta a sus gemelas en el maxi-carro de doble asiento, pensando que es una pena que no quepa en el autobús público, pero...¡¡¡un momentoooo!!! Puedo coger el amplio tranvía que me deja solo a 15 minutos del consultorio.
Siente un alivio inmenso. ¡Chicas, nos vamos de excursión!

A la hora de comer llega Ricardo con una sorpresa, se ha roto la muñeca en una caída.

- Marta, mañana me tienes que llevar en el coche al polígono.

Vuelta a empezar. ¿Será esta la definitiva? ... ¿Al polígono llega el tranvía?



Las Gemelas del Sur.

domingo, 11 de enero de 2015

35 MILÍMETROS: EXAMEN DE CONCIENCIA



Después de un breve periodo de caos  bloguero propiciado por las cortas vacaciones de invierno,  ponemos la máquina en marcha a pleno rendimiento y comenzamos con, examen de conciencia..


Hemos consumido  otro año y aún nos seguimos debatiendo entre lo  que se puede hacer sobre el cambio climático, como si no acabásemos de creérnoslo. Cumbres y más cumbres debaten y cuestionan los desórdenes provocados contra la naturaleza. Miramos hacia otro lado mientras mantenemos la tolerancia a la tortura, el daño infringido sobre los seres vivos, esgrimiendo justificaciones de cualquier tipo como signo de fortaleza, de poder sobre los animales. Seguimos transigiendo con la injusticia, el hambre, los abusos contra el ser humano...

No nos vendría mal, ahora que ha terminado el  año y que por inercia hacemos examen de conciencia y se nos pone  color de condescendencia y generosidad temporal, pensar en todo esto...

Una reflexión sobre lo que estamos haciendo con nuestros congéneres, con nuestro planeta..

Y los pocos que se atreven a emprender acciones para frenar tanta barbarie, son reprendidos,  acusados, incluso castigados... 

Somos una raza dominante que aniquila  lo que encuentra a su paso, aún en  contra de ella misma...



¿Podemos hacer algo al respecto?

Marinela

viernes, 9 de enero de 2015

LA GATA SOBRE EL TECLADO. El mensaje.

 
Cuando salió a la calle aquel segundo día de Navidad se quedó perpleja. Allí, sobre la acera humedecida por la escarcha de la noche, estaba escrita la frase con la que tanto había soñado. Con letras grandes, mayúsculas, pintadas en rojo, él había escrito por fin las palabras ansiadas, incubadas durante tanto tiempo allí donde el alma pierde su nombre. 
Sonrió. lo sabía. Lo había sabido desde hacía tiempo, pero no lo esperaba tan pronto. Sintió su corazón henchido de amor. La sangre escalando sus mejillas y dilatando cada poro de su piel. Fue consciente de que sus ojos brillaban hasta las lágrimas. Volvió a leer
Te quiero, Paula
¿Nos casamos?

Retrocedió sobre sus propios pasos como si hubiera visto al peor de sus enemigos. Entró precipitadamente en el portal y en el ascensor. Las manos le temblaban tanto que apenas acertó a darle al botón de su piso. Abrió con dificultad la puerta y la cerró de una patada. Tiró el bolso al suelo y corrió al teléfono. La voz de él sonó soñolienta. Ella advirtió entonces que todavía era muy pronto. 

- Que sí, Manuel - dijo con voz temblorosa-, que nos casamos.
Se produjo un instante de silencio, un silencio tenso sólo roto por la respiración agitada de Paula. 
- ¿Qué? - interrogó él con voz bronca-. ¿Te has vuelto loca?
Había creído saberlo desde hacía tiempo. Estaba convencida de que, más pronto o más tarde, escucharía o leería aquellas palabras. Lo que no sabía es que, desde hacía apenas dos meses, en el tercero vivía otra Paula. 

viernes, 2 de enero de 2015

FOTO POR TÍ_Visajes


Empieza un nuevo año y como cada primero de enero me asaltan las preguntas de siempre, y renacen en mí interior los manidos deseos de tantos sueños que nunca alcanzo. Aunque a decir verdad, cada vez menos, y cada vez con menos ganas, con menos motivos para esperar... ¿el qué?
Me preocupa cómo seré capaz de asumir los nuevos retos. Me incomoda el pensar qué esconden las nuevas puertas que sin duda tendré que cruzar. Cuáles se cerrarán quién sabe si para siempre. A quién podría conocer. A quién diré adiós. ¿Me ilusionan o me aterrorizan los nuevos caminos a recorrer?
Cada año, cada día nuevo, representa nuevas oportunidades de sorprenderme. De mirar con alegría, a veces con tristeza, otras con enfado y otras con paciencia. O con curiosidad, con ingenuidad, con extrañeza, con disgusto, de soslayo, de reojo, con esperanza, con firmeza, con resignación, con dudas, con ilusión… Quizás me convenga, alguna que otra vez, reciclar mi forma de mirar.
Pero no soy capaz...
Son muchas las maneras en las que uno puede, tan sólo con esa primera mirada, definir y decidir su talante ante los demás, ante las cosas, y hasta condicionar cuál será su manera de actuar y la intención que guiará sus pasos.
Cada instante y cada reto me pide que asuma una posición, que emita una respuesta. Una manera de mirar y de ver adecuada en cada caso, para cada nueva aventura que he de vivir por el simple hecho de estar vivo.

Miradas, gestos y actitudes. Sea como sea, lo será sólo y siempre desde dentro de mí y será única y distinta para cada uno de los momentos nuevos e irrepetibles que desde ya, empiezo a consumir.
Que el nuevo año nos sea propicio.
¡Felíz 2015 amigos Calados!