LA CAJA NEGRA (II) por Xto

Muy buenos días de Domingo, amigos, Calados y lectores:

Nos encontramos nuevamente desvelando confidencias ocultas en la CAJA NEGRA (II). A través de esta cita Dominical donde semanalmente vosotros contáis y hasta donde hoy ha viajado para estar con nosotros, Xto del blog Ánarkast, un espacio cargado de intención sonora y musical, donde una gran alfombra roja nos conduce a través de las distintas habitaciones que conforman su hotel y en el que una vez alojados se nos hará muy difícil la marcha. Y Xto va a ser el encargado de destapar los más oscuros secretos de la Caja Negra, en una historia dispar a la que le... "Sobran Tornillos"....

Pero antes de continuar queremos felicitaros tanto a él como al resto de participantes, por vuestra creatividad y por el paso por este encuentro literario-semanal. Gracias por llenarla de emociones, de acción, de reflexión, pero sobre todo por dejar vuestra huella implícita en ella. Y aprovechamos para invitaros a los que todavía no os habéis animado. Aquí tenéis toda la información y os recordamos que el certamen sigue abierto y que aún queda un sitio si nos queréis acompañar.

Y ahora sí, vamos con Xto a montar y desmontar una nueva historia. ;)

¡Que lo disfrutéis amigos!

SOBRAN TORNILLOS

Frena, se baja del camión y llama a la puerta - desde la ventana alcanzó a ver al repartidor, y el mero hecho de imaginarse aquella noche de primavera “estrenando” la nueva cama de matrimonio con su bellísima mujer le provocó una instantánea erección.

Vio como se marchaba el camión de Ikea desde el porche de la entrada y cuando entró en casa ya estaba desempaquetando piezas, manuales, tornillos, buscando herramientas… en pocos minutos la habitación principal parecía un cuarto de la tortura. Ni siquiera se planteó comer y la tarde apenas alcanzó a dejarle terminar ese imponente mueble dedicado al placer, porque sexo y sueño son ambos placeres de la vida.

Pero al terminar pensó: “joder, esto parece más una mesa comunitaria que un cama de matrimonio… vaya mierda”. Se tomó la última cerveza de la nevera mientras se dedicaba a desmontar el grueso artilugio de roble… y al terminar se hizo de nuevo con los planos los revisó enfadado consigo mismo y decidió empezar de nuevo.

Sin embargo, se levantó y resbaló con los tornillos desperdigados por el suelo, cayendo de espaldas y sintiendo al final un fuerte golpe en la cabeza.

Despertó, y todos allí le miraban con perplejidad. Su mujer estaba entre esas personas… “espera, no… esa no es mi mujer. Es decir, era mi mujer en el sue…” Buff! Recordba lo excitado que se había puesto al llegar aquella mañana al colegio y ver quién iba a ser su compañera de mesa electoral. Al levantarse alguien comentó:

“Ya podría vigilar el ayuntamiento qué clase de locos eligen… no sólo se quedan dormidos sino que ahora les da por caerse sobre la mesa… y mirad, ¡está destrozada!... ¡a este hombre le falta un tornillo!”.

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Y el próximo Domingo, volvemos a develar junto a vosotros más secretos de los que esconde la Caja Negra II). Entre tanto podéis leer los títulos ya publicados aquí.

Saludos atornillados y feliz Domingo. :D

Arwen