CONDUCTORAS SUICIDAS: ALBERT, IN THE WONDERLAND

En una de las concentraciones últimas, coincidimos con un personaje, quien inspirado en un comentario, propio de un programa de recuerdos enlatados, relató toda una declaración de decepciones. La verdad, nos hizo pensar.........hoy hemos querido traeros su disertación, una apologia sobre la libertad olvidada.

Todo era normal, un domingo cualquiera, en el cine acaban de estrenar "Easy Rider"que en traducción literal sería "Jinete Fácil", aunque en España la titularon "Buscando mi destino".

Era el primer lustro de la bulliciosa década de los setenta, todo estaba cambiando aquí, ¡ya era hora!, nos hacía falta. Sumergirnos en aquella vorágine de acontecimientos no era nada fácil y en cada uno de nuestros actos, en cada una de las palabras que utilizábamos, perseguíamos un destino mejor, nuestro destino.

Como cualquier otro domingo había quedado con mi grupo para ir a practicar un poco de motocross, era lo que estaba de moda. Preparé mi Montesa Enduro, sin casco, por supuesto, los moteros de entonces sabíamos que la velocidad y la sensación de libertad se engrandecía al ser golpeado en la cara por el viento, sensación insustituible.

Peter Fonda y Dennis Hopper, acompañados de Jack Nicholson nos lo recordaban en la pantalla, libertad era algo más que una palabra, era una necesidad. ¡Sentirse libre era vivir!

Tras unas cuantas vueltas a nuestro improvisado circuito de montaña, con bastantes gotas de sudor y suficiente polvo en nuestros cuerpos y gargantas, nos dirigimos hacia el bar de Luis, donde nos tomamos una, dos o tres cervezas entre bromas y chistes. Más tarde, una ducha, o un baño en la piscina, algunas veces, cuando éramos sólo tíos, "en pelotas". No faltaba la paella en casa de uno u otro, carajillo, partida de "truc" y dispuestos de nuevo a salir, hoy iríamos a la discoteca nueva, ¡nueva y única, qué novedad!

Cogimos el Renault-8 azul, ¡qué azul, joder! nos subimos los seis, un poco apretados, sin cinturones de seguridad, porque ni siquiera existían. La discoteca valía 100 pts. entrada y consumición. Juan me invitó a un segundo cubata de ron y entre tanteo y tanteo a las "nenas", se nos hizo la hora de volver a casa.

Con el cartel de 80 en la luna trasera, sin cinturones, dos cubatas en el cuerpo y por carreteras secundarias, pues así lo marcaba la ordenanza, llegamos a Valencia. Otro fin de semana normal, que hoy se consideraría de delincuentes; habíamos circulado en moto sin casco, practicado motocross en zona de montaña sin acotar y sin permiso, tras tomar dos cervezas nos subimos de nuevo a las motocicletas, un baño, una paella, intento de ligue, dos cubatas y sin cinturón a Valencia. Llegábamos a casa con la sensación de no haber hecho mal a nadie, porque, realmente, ¡no lo habíamos hecho! Bajé la basura, sin separar vidrio, cartón o plástico,....... la basura es basura....

Tras cenar, me acosté y al día siguiente....... a la facultad. Éramos honestos estudiantes que luchábamos por la libertad, por esa libertad que durante cuarenta años nos habían arrebatado, por esa libertad que hoy, nosotros mismos, aquellos estudiantes que ahora dirigen este país, han cambiado por "estado de protección".

Siento tristeza cuando veo que todo lo que luché por el derecho a ser yo mismo, hoy, se me conculca por extraños y secretos motivos de salud, higiene, seguridad, bienestar y respeto a los demás, y me pregunto, ¿tanto daño hago yo a la sociedad, si después de una cena con una amiga, degustando un buen vino del Priorato, nos vamos a un café, nos tomamos un cubata, nos fumamos un par de cigarrillos, hacemos alguna que otra carantoña en público, luego cogemos la Harley, sin casco, nos vamos a mi casa tenemos sexo, sin preservativo, sin molestar a nadie y respetando a todos? Pues hoy habríamos cometido como mínimo tres delitos y varias imprudencias no penadas.

Quiero descabalgarme de esta sociedad, no quiero ser jinete de este destino, porque............¿es el que nosotros buscábamos? No, es sencillamente, el que nosotros hemos construido......

A los que tenemos ya unos años, este vídeo nos recuerda a una época de censuras, represión, ansiábamos la libertad. Buscábamos esos símbolos, a medias clandestinos por cinefórums y filmotecas....

"Easy Rider", seguíamos películas como ésta para sentirnos más cerca de la deseada libertad. Esta película, estuvo en un cine, ya desaparecido de mi ciudad, considerado filmoteca, no era una gran sala comercial, como las de ahora, hacían "pelis censurables". Vino mucho después de su nacimiento, llegó a la pantalla subtitulada y tan sólo estuvo quince días......

Esperemos que a nuestro buen colega Albert le guste y le recuerde esos aires de libertad olvidada........

Besos al aire de las Gemelas del Sur, libres para que elijan su destino.