Tardes de otoño y lluvia
que anegadas de silencios
destilan monotonía...
mientras el viento azulado
dibuja entre los cristales
caminos hacia el ocaso.
Los árboles temerosos
encogen sus secos brazos
tapizando el infinito
y una mirada perdida
desborda el gris panorama
del atardecer sombrío..
La noche busca su espacio
entre la tarde brumosa
entramada de nostalgias....
y los ojos expectantes
acompasan sus deseos
al tamiz de los recuerdos.
Tardes de lluvia y otoño
que declinan bajo el peso
del sosiego de la tierra
abonando de quietud
los impulsos y las ansias
vividos, quizás soñados...
i
La lluvia es benefactora, esas tardes de lluvia que nos producen sosiego y nos evocan recuerdos. Esa pizca de melancolía que pone en el ambiente pinceladas de tristeza es parte de nuestra vida, etapas, fases, estados que se alternan con otros de más color y entusiasmo.
ResponderEliminarEs una maravilla tener la capacidad de albergar tantos sentimientos y más todavía sentirlos, de tal manera, que podemos llamarlos a cada uno por su nombre.
Es la cosecha del Otoño....
Besos Latour
Esa pizca de melancolía y esas pinceladas de tristeza forman parte del ritual que desencadena el otoño en nuestro interior....necesitamos esa introspección cálida y evocadora de ocasiones perdidas, tiempos pasados, paraísos que dimos por perdidos.
ResponderEliminarNuestro espíritu busca la paz y el equilibrio y lo encuentra en la quietud aparente de esta maravillosa estación....
Un abrazo calado y sereno!
Te leo y siempre encuentro tu esencia, tu impronta en esa pincelada de azul. Esta vez en el viento que juega con la lluvia fresca un mapa de caminos caóticos que refugiados en casa nos invitan a seguir.
ResponderEliminarBesos, poeta azul.
el otoño es el camino y la lluvia su presencia y su recuerdo....... una vez más, calado por tus palabras. Gracias Mar.
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