Amanecemos calados por esta espléndida melodía que nos inyecta emoción por los cuatro costados...
Una de las arias de Puccini más emotivas, "Un bel di", el aria más famosa de la ópera Madame Butterfly, la que con más pasión y delicadeza exhibe el amor puro que siente Cio-Cio San.
Es un canto de esperanza que prepara, desde muy lejos, la vuelta del ser querido, en el que creía ciegamente nuestra mariposa y que la abandona... Butterfly canta, elevando su deseo ferviente que se convierte en lamento desesperado. Cio-Cio San sueña y pide a sus dioses que le traigan de nuevo a su amor, pero solo la alcanza el eco de la voz de Pinkerton en boca de otra mujer, así le muestra su cobardía que hiere de muerte el corazón de la mariposa, Cio-cio San entra en una espiral de delirio y tristeza.... hasta desaparecer.
Su amor desbordado y perdido.....
Saludos emocionados, Calados
Qué maravilla. Esta ópera evoca especialmente mi infancia, rodeada toda ella de buena música, buena gente, buenos momentos... tranquilidad. Alguien a quien quise mucho tarareaba esta melodía, y tantas otras, pero ésta era mi preferida.
ResponderEliminarCambiando de estilo, siguiendo con mariposas y con qué maneras mas curiosas de recordar tiene uno, te dejo ésto http://www.youtube.com/watch?v=_D13MseKAvY. Espero se disfrute.
Un gusto de nuevo por aquí.
Debió ser una infancia inolvidable, te felicito porque lo que vivimos en esos años de infancia nos acompañará siempre y sin duda que ha forjado tu carácter sensible..
ResponderEliminarLas mariposas son seres fuertes en su fragilidad y es una de las cosas que las hace tan atractivas, además de su efímera existencia, mueren en todo su esplendor.
Las maneras de recordar son de lo más curiosas y ésta que me traes suena muy bien con el estilo de Silvio
Gracias Anónimo
De verdad me habéis emocionado con vuestra elección. Es una pieza hermosísima, y con una sensibilidad impresionante! Sois geniales! Un abrazo de admiración y respeto Gemelas!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, es una pieza hermosísima y muestra la sensibilidad y fragilidad de la triste mariposa que se entrega en cuerpo y alma a alguien que acaba llevándola a la autodestrucción.
ResponderEliminar¡Pobre mariposa!
A pesar de seguir sorda temporalmente, con el recuerdo del aria de Puccini, he quedado admirada por la belleza y delicadeza de esa animación que reluce con esos tonos anacarados. Una belleza de gramófono el de hoy.
ResponderEliminarAleteos de mariposa en tu mejilla.
Me emociona la sangre...
ResponderEliminarBesos.
Hola Mar, compartimos pues el placer de la música.
ResponderEliminarGracias por tus aleteos.
A mi me impresiona, pero bueno, impresión y emoción no dejan de ser, con algunos matices, sinónimos.
ResponderEliminarBesos Toro
Pinkerton, el cobarde y Buttefly, el amor y la entrega.
ResponderEliminarMe encanta esta ópera. Gracias, chicas.
Un beso enorme.
Así es, mujer entregada y hombre cobarde, un patrón que, desgraciadamente, se repite muchas veces en la Historia.
ResponderEliminarUn beso Towanda
Im-pre-sio-nan-te!!!... como a Toro me habéis emocionado...
ResponderEliminarSimplemente precioso...
Tragedia, amor, entrega, desprecio... ¡¡pasión!!
Besos
Estoy de acuerdo Arwen, sin duda una preciosidad!!
ResponderEliminarBesos