Buenos días de Domingo, amigos, Calados y lectores:
Como todos sabéis, el pasado día 23 de Enero dábamos oficialmente el pistoletazo de salida a la 3ª edición de relato breve y microrrelato en nuestra particular CAJA NEGRA III, durante los dos meses y medio que ha durado el evento, no habéis faltado ni un sólo Domingo a la cita con ella, en las exactamente once semanas que LA CAJA NEGRA nos ha ido desvelando sus secretos.
Han sido muchos y variados los relatos presentados a este certamen literario y desde Calados sólo podemos agradecer vuestra asistencia y aplaudimos la participación que habéis tenido y la calidad artística demostrada con todas las obras.
El reto: dedos, show, felicidad...ha dado unos frutos muy prósperos, esculpidos cincel a cincel, por cada uno de vosotros. Y ahora ya sólo nos queda saber a dónde enviaremos en esta ocasión LA CAJA NEGRA... y para ello vamos a pediros una vez más a todos los que habéis participado en ella, vuestra opinión al respecto. Así que ya sabéis, dar rienda suelta a la imaginación y como siempre, os escuchamos. :D
Queremos añadir, que hemos recopilado todos los relatos presentados a esta 3ª edición, enlazándolos a la imagen que encontraréis en la sidebar del blog, para poder acceder a su lectura en cualquier momento.
Los relatos y microrrelatos que han participado en LA CAJA NEGRA III, son los siguientes:
* Decisión (por Abismo)
*La Partida (por Mar)
* La Nota (por Málaga)
* La Felicidad de Bruno (por Las Gemelas del Sur)
* El Dedo de Dios (por Las Gemelas del Sur)
* El Dolor es Mudo (por La Sombra)
* La Ruleta de la Vida (por Fiaris)
* Puto Inocente (por Diego Tejada Gamboa)
* Desterrada (por Dirty Clothes)
* El Show (por Chary Serrano)
* Por Amor al Arte (de Arwen)
* La Nota (por Málaga)
* La Felicidad de Bruno (por Las Gemelas del Sur)
* El Dedo de Dios (por Las Gemelas del Sur)
* El Dolor es Mudo (por La Sombra)
* La Ruleta de la Vida (por Fiaris)
* Puto Inocente (por Diego Tejada Gamboa)
* Desterrada (por Dirty Clothes)
* El Show (por Chary Serrano)
* Por Amor al Arte (de Arwen)
LA CAJA NEGRA III, llega hoy a su final...pero volverá, como lo ha hecho ya por tres veces consecutivas. De eso podéis estar seguros y por descontado contamos con todos vosotros para próximos eventos.
Y entre tanto, es un placer para mi concluir este fabuloso encuentro literario con un relato breve de mi puño y tecla, que yo también he creado para la ocasión y que lleva por título: POR AMOR AL ARTE.
¡Ahí lo tenéis para todos. Disfrutadlo!.
POR AMOR AL ARTE
El show se detuvo en el acto. Sobre el escenario sin telón, el músico advirtió que se había quedado solo. Tan solo como la guitarra que sostenía entre sus manos y lloró por dentro la rabia contenida, los años de calvario hasta llegar allí, el ascenso sobre los peldaños hacia la fama, tan efímera, tan apenas degustada y que justo ahora, en el instante preciso de su despunte, le daba la espalda, como una niña malcriada, abandonándolo al tiempo en el que se despedía para siempre de él propinándole muecas burlonas.
Así se sentía, solo y abatido bajo los focos. Se miró unos instantes frente al espejo de la invisibilidad buscándose, pero ese de ahí no era el de ayer, ni el de anteayer... bajó la cabeza y cerró los ojos, para deslizar sus dedos por las cuerdas del instrumento, compañero imperecedero de su extraño tiempo y así, desquebrajando el silencio en mil pedazos, nos ofreció lo mejor que sabía hacer...la sala se llenó de inmediato de sonidos, de un ritmo preciso que esculpía cada una de sus emociones en un torbellino de sentimientos encontrados, las notas delataban cada rincón de su alma, recorrían recodos inexorables que ni siquiera él mismo conocía y en ese devenir de sensaciones, la voz se le escapó por los conductos aprisionados de su conciencia, lista para acompañar a todos aquellos sueños rotos... despedazados por las fieras... en el naufragio a la deriva en el que se encontraba, recordándole la temporalidad de las cosas, haciéndole ver como su carrera se desvanecía, como un precioso jarrón de bohemia lanzado al vacío con premeditación y alebosía...
Por encima de los fragmentos de todos aquellos cristales imaginarios, ladeó el mentón y comprobó que no estaba solo. La batería, soberbiamente golpeada por otros brazos comenzó a palpitar rítmicamente con toda la fuerza de la que era capaz, como un corazón recién resucitado que le pedía latir, avanzando sin piedad por la vena Safena de su espíritu dolorido.
Sonrió y otra boca le devolvió el gesto, al tiempo que coreó su melodía a medio metro de él. Volvió a pestañear, no queriendo despertar de ese pasillo onírico que ahora le protegía. Y entonces como en una ofrenda de labios y manos, la multitud al completo se puso en pie y le dedicó la mejor de las ovaciones, entre el recuerdo agridulce de la pérdida y la fortaleza que sólo muestran las heridas recientes.
La cicatriz le hizo discernir y resolver que quería levantarse y continuar caminando. Y en su firme propósito, el músico descubrió que la felicidad estaba allí mismo, oculta en alguna parte, regalándole unos segundos de esplendor que jamás hubiera imaginado. Y justo en ese preciso momento, comprobó lo humano que era bajo ese corazón que se estremecía sin pulso ni sangre y dispuso que todo lo que había creado, todo por lo que había luchado durante cada día de su vida, no iba a morir...no al menos de aquel modo, por más que otros trataran de derribarlo y silenciarlo. Mientras comprendía, que todo lo que poseía, todo lo que había amado de verdad alguna vez, con la certeza del que respira y vive, seguía allí junto a él y jadeaba y se movía, salpicaba su aliento...ella, la música, su amante fiel y caprichosa hasta el final de los tiempos, le regalaba un guiño cómplice, mientras él decidía que valía la pena seguir vivo, siguiendo sus huellas allá a donde fueran capaces de llevarlo...y entonces, abrió los ojos, miró al público, rió, les dedicó su propio aplauso, para finalmente afirmar que todo aquello tenía sentido porque era...
...por amor al arte...
Así se sentía, solo y abatido bajo los focos. Se miró unos instantes frente al espejo de la invisibilidad buscándose, pero ese de ahí no era el de ayer, ni el de anteayer... bajó la cabeza y cerró los ojos, para deslizar sus dedos por las cuerdas del instrumento, compañero imperecedero de su extraño tiempo y así, desquebrajando el silencio en mil pedazos, nos ofreció lo mejor que sabía hacer...la sala se llenó de inmediato de sonidos, de un ritmo preciso que esculpía cada una de sus emociones en un torbellino de sentimientos encontrados, las notas delataban cada rincón de su alma, recorrían recodos inexorables que ni siquiera él mismo conocía y en ese devenir de sensaciones, la voz se le escapó por los conductos aprisionados de su conciencia, lista para acompañar a todos aquellos sueños rotos... despedazados por las fieras... en el naufragio a la deriva en el que se encontraba, recordándole la temporalidad de las cosas, haciéndole ver como su carrera se desvanecía, como un precioso jarrón de bohemia lanzado al vacío con premeditación y alebosía...
Por encima de los fragmentos de todos aquellos cristales imaginarios, ladeó el mentón y comprobó que no estaba solo. La batería, soberbiamente golpeada por otros brazos comenzó a palpitar rítmicamente con toda la fuerza de la que era capaz, como un corazón recién resucitado que le pedía latir, avanzando sin piedad por la vena Safena de su espíritu dolorido.
Sonrió y otra boca le devolvió el gesto, al tiempo que coreó su melodía a medio metro de él. Volvió a pestañear, no queriendo despertar de ese pasillo onírico que ahora le protegía. Y entonces como en una ofrenda de labios y manos, la multitud al completo se puso en pie y le dedicó la mejor de las ovaciones, entre el recuerdo agridulce de la pérdida y la fortaleza que sólo muestran las heridas recientes.
La cicatriz le hizo discernir y resolver que quería levantarse y continuar caminando. Y en su firme propósito, el músico descubrió que la felicidad estaba allí mismo, oculta en alguna parte, regalándole unos segundos de esplendor que jamás hubiera imaginado. Y justo en ese preciso momento, comprobó lo humano que era bajo ese corazón que se estremecía sin pulso ni sangre y dispuso que todo lo que había creado, todo por lo que había luchado durante cada día de su vida, no iba a morir...no al menos de aquel modo, por más que otros trataran de derribarlo y silenciarlo. Mientras comprendía, que todo lo que poseía, todo lo que había amado de verdad alguna vez, con la certeza del que respira y vive, seguía allí junto a él y jadeaba y se movía, salpicaba su aliento...ella, la música, su amante fiel y caprichosa hasta el final de los tiempos, le regalaba un guiño cómplice, mientras él decidía que valía la pena seguir vivo, siguiendo sus huellas allá a donde fueran capaces de llevarlo...y entonces, abrió los ojos, miró al público, rió, les dedicó su propio aplauso, para finalmente afirmar que todo aquello tenía sentido porque era...
...por amor al arte...
(Dedicado a todos aquellos que luchan por alcanzar sus sueños)
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Saludos incondicionales.
Arwen
Vaya broche nos dejas como clausuara de La Caja Negra III, Arwen! Como tiene que se ser; buen relato con mucha fuerza y con mucha esperanza para tod@s aquell@s perseguidores de sueños, entre los que me incluyo.
ResponderEliminarJo, ya se ha acabado la Caja Negra :( ¿Que vamos a hacer ahora?
Bss y buen domingo.
Como siempre lo bordas amiga. Los sueños nos mueven, nos los perdamos nuca. os deseo un buen domingo...mua!
ResponderEliminarOpinamos lo mismo que Mar. El broche ha sido de oro para poner un punto y final a ese buen hacer demostrado por todos los participantes. La calidad de los relatos, la imaginación puesta en ellos demuestra que hay mucho buen hacer en cada uno de los participantes y nos ha quedado la penilla de participar pero es que últimamente la falta de tiempo nos limita.
ResponderEliminarA todos muchas felicidades y a vosotro Calados animaros a seguir dando publicidad a este tipo de eventos.
Un abrazo para todos.
Felicidades por tan exitosa caja y a Arwen por tan exquisito relato-homenaje. Si que debemos hacer muchas más cosas por amor al arte, por amor a nuestros anhelos más profundos, por alcanzar eso que nos hemos propuesto.
ResponderEliminarUn saludo.
Plas, plas, plas... un fuerte aplauso para Arwen, no solo por este magistral relato escrito con pasión y que nos ha atrapado entre sus palabras, sino también -y aquí incluyo al resto de calados. por las aventuras con las que nos sorprenden y de las que nos hacen partícipes. Yo tb me incluyo en la dedicatoria, asñi que gracias, y nunca hay que dejar de soñar y siempre intentar perseguir nuestros sueños, sean los que sean...
ResponderEliminarqué ganas de saber a donde irá a para esta caja negra...
dirty saludos¡¡¡¡¡¡¡
Jo... es emocionante sentir así ese amor al arte... menudo sentimiento nos has descrito!
ResponderEliminarPues hasta la próxima edicióoon ;)
Besos abisales de domingo
Coincido con los comentarios anteriores al mío. Pedazo de final has puesto a esta caja negra con sabor a esperanza. Ha sido maravilloso participar, como también ir leyendo semana a semana a quienes han contribuido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Arwen felicidades por tan bonito relato.
ResponderEliminarAhora bien, no entendí eso de donde iban a enviar la caja negra. jejeej es domingo y me pongo tontin, jajaja
Mar, Chez, Logan y Lory, Dean, Dirty, Abismo, Málaga, Diego...no tengo palabras para agradeceros vuestros halagos literarios al relato...ha sido un placer dibujar este boceto liteario por amor al arte...pero más aún lo ha sido el disfrutar semana a semana y han sido muchas... las once ocasiones en las que hemos podido disfrutar juntos de todas las maravillas que habéis dejado impresas en ellas. A todos y todas los que habéis participado, gracias, muchas gracias y por supuesto que habrán más convocatorias. Ya os avisaremos en su momento y a los que no lo habéis hecho aún, os animamos a hacerlo en próximas ediciones...
ResponderEliminarY ahora, sólo nos queda saber...¿a dónde mandaremos la Caja Negra III?...alguien tiene alguna idea.... :D:D:D
Besos gigantes y por amor al arte.
Arwen
El broche de oro!!!que te puedo decir!APLAUSOSSSSSSSS!!!¡PLAS!PLAS!PLAS!
ResponderEliminarbesos.
Buenas noites,tardes o mañas de domingo y si es un cierre de oro en esta tercera edición de la caja negra y propongo que mandemos esta caja negra a oddshow ya que el show debe continuar, ¿que me decís? ¿lo mandamos? a lo mejor lo meten en la sala de en sallo je,je,je, seria un puntazo yo digo que lo hagamos y ¿vosotros?
ResponderEliminarPues ha sido una buena ocasion para leerlos todos y aún con la dificultad que reunía me parece alucinante el resultado.Gran evento y grandes artistas todos.Calados que grandes.Fredysaludos.
ResponderEliminarFelicidades Arwen por esta tercera edición, tu magnífico relato ha envuelto la Caja Negra con un elegante papel y adornada con un gran lazo de esperanza.
ResponderEliminarEncantadas hemos estado de participar y de seguir semana tras semana la lectura de tan buenos relatos.
La idea de Sombra sobre el destino de la Caja nos ha encantado, apostamos por ella.
Besos a todos/as.
Fiaris, el broche una vez más sois vosotros y unicamente vosotros, que os volcais al 100% con cada una de las ideas que os planteamos...un gran beso hasta tu Uruguay :))
ResponderEliminarSombra, que buena idea!!! de verdad.... enviar la Caja Negra III a Oddshow, un grupo que lucha y combate contra viento y marea por sacar adelante su sueño y que además lleva la palabra Show implícita en su sello...pues si a todos os parece bien...allí la enviamos y por supuesto que a todos los que habéis participado en el certamen literario y bajo vuestra solicitud os enviaremos una copia del poster que hagamos para el cierre del evento...¿conseguiremos que sea colgado en el local de ensayo de ODDSHOW?....^^
Besos a discrección.
Arwen
Fredy, a la próxima te apuntas...eso seguro!!! y vosotros y me reitero si que sois unos grandes lectores y seguidores...¡que grandes!!! ;)
ResponderEliminarGemelas, que no nos falte nunca la esperanza y que buenos momentos que hemos pasado gracias al aporte de todos.
Besos.