Mercé acaba de sacarse el permiso de conducir, ha pagado una pasta, al cuarto intento, ¡aprobado!, ¡todo un éxito! Por fin podrá colgar su "L" de llamativo fondo verde, sobre el cristal trasero de su coche....cuando lo tenga.
Ese era el segundo paso. Ella no sabía mucho de coches ni de marcas, pensaba en uno y probablemente acabaría comprando otro. El jueves había quedado con su hermano Pedro para ir a dar un vistazo a un compraventa próximo a su casa. No quería gastarse mucho dinero, pues era su primer coche y no le pronosticaba una larga vida. Se conocía, era atolondrada y despiste, su coche, fuera cual fuera, sufriría las consecuencias de su descoordinación y su inexperiencia, así que su hermano y ella, se acercaron al concesionario de "Toyota" a por un utilitario sin demasiadas pretensiones.
Al entrar en el holl, a Mercé se le nubló la vista, sus ojos se desviaron hacia la mesa de la derecha, allí sentado, frente a un ordenador de última generación, un rubio de ojos de jade, la paralizaba. Sin poder articular palabra y alejándose como una zombi de su hermano, se fue aproximando a su mesa, no tenía ni la más remota idea que sonido saldría de su garganta, cuando intentara hablarle. Mercé solo pensaba, -¡es el amor de mi vida!- ese que tantas veces había soñado encontrar y no aparecía, y sin pensarlo, se lanzó a tumba abierta...
- Busco un coche, dijo Mercé balbuceando,
- ¿Sí? qué idea tenía? ¿uno pequeño o familiar? ¿gasolina o diésel?
- Podría enseñarle este utilitario de 90 caballos-, el vendedor la guiaba hacia el producto estrella de la planta.
-Sus emisiones de CO2 y su consumo, son increiblemente bajos... casi nuevo, cómodo, manejable, radio de giro sin precedentes, 9 aibargs colocados estratégicamente y con una conducción eficiente, no tiene prácticamente consumo. Es ideal para romper la mano y no comprometerse con grandes inversiones....
Mercé transformaba palabras tan terrenales en verdaderos cánticos de juglar. Su carácter romántico, dulce, casi empalagoso y su naturaleza soñadora, iba tejiendo la historia, no era necesario ni un ápice de realidad.
- ¿Eh?, sí...sí....
- ¿Sí?, le volvía a interrogar aquella atractiva mirada.
- Sí a todo.....afirmó ella.
La cara de Mercé no dejaba lugar a dudas, los mensajes de mascota agradecida iban disparados, sin ningún disimulo, hacia el hinchado ego del vendedor, quien aprovechaba el tirón de sus encantos, para rendir sin condiciones, a su embelesada cliente y en un santiamén, Mercé estaba dispuesta a firmar delante de aquel portento, hasta su mismísima sentencia de muerte, si se lo hubiera pedido.
Pedro, ajeno al cortejo que se celebraba unos metros más atrás, iba apuntando en una libretita cuadriculada, las mejores ofertas de la casa.
Cuando terminó el recorrido por la planta, volvió al punto de partida, donde había dejado a su hermana, quien seguía, con mirada boba, los movimientos de su caballero andante convertido en afortunado jinete comercial.
- ¡Mercé!-, el grito inesperado de su hermano le hizo dar un respingo y bajar de su nube, que se disipó de golpe.
- ¿Qué haces?....Espera un poco, he visto otras opciones que....
Ésta giró la vista hacia su hermano con gesto molesto, por haber interrumpido aquel idílico encuentro, lo arrastró del brazo y le susurró al oído:
- ¡Estaba a punto de darme su teléfono!, ¿no podías haber esperado un poco?
- Pero ¿qué dices?, ¡te estaba apuntando el precio! Lo terrible del comentario fue que Pedro lo hizo alzando la voz, llegando así a todos los oídos de la sala. Mercé cambió de color, abanicándose con una revista arrancada de un paskin, intentaba rebajar el rojo encendido de sus mejillas. Reaccionó lo mejor que pudo y prosiguieron con la operación, aquel toyota prometía, en el fondo, el entregado comerciante, no la quería engañar.....
Firmaron los papeles, el contrato de venta, todo dispuesto para ultimar la transferencia..... que luego pasa lo que pasa....Pedro lo sabía por experiencia. Un coche que había vendido a un conocido, no hacía mucho, seguía a su nombre y todas las multas de aquel menda, llegaron a su casa, ¡con lo legal y prudente que era él!, lo pasó fatal dando explicaciones a sus vecinos, por las múltiples notificaciones que recibió de la Jefatura de Tráfico.
Cerraron el trato con un apretón de manos, que a ella le supo a poco, pero....¡c'est la vie!
Momentos de inspiración, suficientes para retener en la memoria la anécdota y después de maquillarla un poco, contársela a sus amigas.
Para el afortunado vendedor, fue un día redondo, adornado con una estimulante inyección de autoestima.
En esta ocasión, Mercé, fue la pardilla, la inocente y soñadora, pero prometemos contar más situaciones, de dolientes fantasías, en mentes de otros pardillos....
Y para culminar este brote de amor a primera vista, un vídeo edulcorado con un tema de "Juanes"
Besos, queridos calados y lectores.
Las Gemelas del Sur
Pobre chica... Si es que no hay mejor plan de marketing que tener un dependiente guap@ ;P
ResponderEliminardirty saludos gemelas¡¡¡¡
Eso explica porqué en la selección de comerciales se pide "buena presencia, don de gentes..." :D:D:D:D
ResponderEliminarGemelas, teneis que seguir contando episodios de pardill@s para curarnos en salud jajajajaja!!!
Bss y bss.
Bueno Dirty, no solo depende del dependiente, hay veces que los ojos de quien mira son capaces de convertir un simple hombrecito de ojos verdes,;) en portento de la naturaleza, obedeciendo a un impulso de transformarlo todo y adaptarlo a nuestras necesidades.
ResponderEliminarSaludos Dirty
Sin duda Mar pardill@s, haberlos hailos, en todas las formas, dimensiones y formatos, esta vez le ha tocado a Mercé airear sus "anhelos" al más puro romanticismo exhaltado, en otra ocasión, será cualquier Pedro, quien nos descubrirá sus interiores.
Besosxdos :D
Jajajaja...si es que rubio y con ojos verdes...es mucho mozo...jajjajajajaja.....que buena historia Gemelas, la he disfrutado de principio a fin...eso sí ella le tenía que haber venido algo y por supuesto no comprarle aquella "ganga"...seguro que la mirada de nuestra chica también tiene mucha garra...jaja buenísimo el momentazo del teléfono-precio... :D:D:D
ResponderEliminarBesosssssssssss
Pues si la verdad es que yo también quiero un Toyota por amor al carro claro...jajaja es que hoy estoy contento después de ver ganar al Barça anoche en el Bernaveu y claro si le tengo que pegar un beso al vendedor pues se lo doy y el coche hasta me lo regala...jajajajajajaja
ResponderEliminarAbrazos pa tosssssssssssssssssss
Queriendo huir del topicazo "rubio con ojos azules", a medida que corría la tinta, sus ojos cambiaron de color y así también su pelo, pues ante la ausencia de modelos morenazos con ojos verdes, para mi los más atractivos, también acabé tiñiéndole el pelo, ¿ves?, dadas todas estas explicaciones, el objeto de deseo de Mercé,ha perdido todo su encanto. Si es que no hay como destruir mitos y convertir el hombre ideal en un muñeco al estilo Kent, o sea el novio de la Barbie, para volver a recuperar la autoestima ante un desengaño como el de Mercé.
ResponderEliminarBesos auténticos, ni típicos ni tópicos.
Jajajajaja... sí yo creo que se puso pelirrojo de la ilusión...xDD
ResponderEliminarBesossss
Sombra!!!, ¡¡¡¡pero que crecido te leo!!!, ¿por un beso un coche?¿tienes tantos encantos ocultos o es que el vendedor también es del Barça?
ResponderEliminarBesssss;)
Si si seguro que era del Barsa...jajajaja
ResponderEliminarSe me olvidaba recordaros, las complicaciones que podemos encontrarnos cuando vendemos un coche y no lo cambiamos de nombre. Si lo dejamos en un compraventa, se vende y el comprador a su vez lo vuelve a vender sin ponerlo a su nombre, ya le hemos perdido la pista y a efectos de seguro, sanciones y accidentes, seremos responsables si no podemos demostrar otra cosa. Así que a firmar un contratro por ambas partes,vendedor y comprador, notificamos la venta en la Jefatura de Tráfico y...........estamos a salvo.
ResponderEliminarLo digo por experiencia...
Un flechazo es imprevisible.
ResponderEliminarPobrecilla.
No hay nada como sentirse necesitado/a de cariño, para que te parezca un "vendedor/a"(sea de toyotas, gafas o frigoríficos)el mocetón/a más atractivo/a del mundo. Pero, esa emoción, ¿merece la pena sentirla?
ResponderEliminarAbrazos crepusculares
Jajjaja... bueno, quizás para la próxima compra!!!
ResponderEliminarEstá muy bien fantasear ;)
Besos abisales
Chicas, qué casualidad, llevo meses encaprichada con un modelo de honda, pero, leyendoos.... uhmm... sed buenas, decidme dónde está ese concesionario con adonis de serie!! :D
ResponderEliminarPor cierto, que si queréis historias de pardillos, yo tengo una colección buena, para cuando se os acabe la inspiración, ;)
Un besito!!
Seguro Toro, por eso un buen escudo de protección, para evitar daños...
ResponderEliminarSaludos..
Bienvenido Jinete, intermitente en tus apariciones.
Yo diría que no hay nada peor que estar necesitado de cariño y ser la fantasía la que se ve obligada a inventar rubios o morenos rindiéndose a nuestros pies, para luego darse cuenta del ridículo enorme del malentendido. En cuanto a las emociones, tienen que entrar en erupción desde el epicentro de nuestro ser para que valga la pena sentirlas, y aún así ¿qué es una emoción sin un sentimiento que la respalde?
Abrazos Jinete
Cierto Abismo, si no fuera por la fantasía algunas personas no tendrían anécdotas que contar a sus amig@s.
ResponderEliminarBesosxdos
Los adonis de serie solo se fabrican en Navidad y se pueden cubrir de chocolate, todo lo demás es pura fantasía.
¡A ver si en alguna hornada de tus ricas galletas, puedes meter un par de ellos para nosotras!
Besos Niña del Sur
Hola, Gemelas.
ResponderEliminarMe ha encantado este relato. Lo he vivido de principio a fin.
Es lo que tienen los chicos guapos, que te dejan alelada. Anda que no saben los promotores de ventas. Y es que, en el fondo, nos guste o no, es lo que hay.
El video es una maravilla.
Un par de besos muy fuertes.
Bueno Luisa, ¿a quien no le ha pasado esto alguna vez?
ResponderEliminarCuando nos quedamoss alelad@s por una impresión semejante, no se abren los ojos hasta que te estrellas contra la cruda realidad, a no ser, claro, que esa realidad se corresponda con nuestras fantasías, es decir que el alelamiento sea mútuo.
Yo, voto por otro tipo de fantasías menos peligrosas.
¡Qué menos que un vídeo en la misma línea!
Besos a pares-