Muy buenos días de Domingo, amigos, Calados y lectores:
Retomamos la cita semanal con LA CAJA NEGRA III que cada Domingo nos propone desvelar uno de los secretos oculto en ella y para la ocasión vamos a disfrutar de LA FELICIDAD DE BRUNO, de la mano de una de Las Gemelas del Sur, la otra "parte humana" de las Conductoras Suicidas, Las Gemelas del Sur llegará en otra entrega para seguir contándonos nuevos misterios.
Y con "ellas", vamos a disfrutar de este relato con una carga reflexiva muy potente.
La felicidad de Bruno
Existen muchos Brunos viviendo en una permanente felicidad ficticia, con vida que suena a vacío añejo, sin embargo, se creen “los gurús”, los orquestadores de la FELICIDAD.
Bruno era un payaso doméstico, con disfraz de triunfador y se creía feliz, pero en una noche de espectáculo, en la típica reunión de amigos y no tan amigos, alguien habló……
Presumía de ser íntimo de la felicidad. Su felicidad consistía en ocupar su tiempo al máximo, establecer contactos, alardear de su gran familia de adeptos, decir “os quiero” abundantemente, rodearse de público que riera sus gracias. Y hablaba y hablaba de su maniatada felicidad, tecleando con sus dedos la verborrea incansable de un auténtico charlatán. Su artículo saldría publicado, escribía el título con mayúsculas, cambiando la letra y tintándola de colores, y allí dejaba su “palabra de honor”, FELICIDAD, como un slogan, fija en la pantalla. Después de un rato recreándose en su maravillosa y sincera disertación, la enviaba a su jefe, quien discrepaba de polo a polo de la visión de tal sentimiento, pero........
... -¡que más da!, es lo que vende, lo que la gente quiere oír-
Bruno, en su frenética actividad iba y venía, entraba y salía, escuchándose a si mismo, gustándose, sin quitarse jamás el disfraz, lo llevaba tanto tiempo, que no se hubiera reconocido de otra manera.
Se preparaba para una noche de espectáculo, un encuentro con una de las familias de amigos que tenía. Esta noche, hablaría de cómo le rompieron el corazón y como resurgió como el ave fénix, haciendo desaparecer las huellas de aquella herida. Para blindar su convicción, a punto de salir a escena, escribió en el espejo de su habitación su palabra talismán: “FELICIDAD”, aprovechando las pinturas de maquillaje. Era como si viéndola reflejada ante sí, la poseyera…
………. Y Bruno, mirándose en ese lienzo fugaz e improvisado, se dibujo la sonrisa y una lágrima, para tener la felicidad completa, ¿no se trata de eso?
Ya estaba preparado............. ¡¡Que empiece el Show!!
Pero alguien, esa noche, no le había acompañado en sus risas….
-Bruno, ¿en esto consiste tu visión de la vida?, haz un esfuerzo y encuéntrate-.
Fue un martillazo a su más profundo ego, a su autoestima, le arrancaron de cuajo el disfraz y en su interior, se estaba abriendo un enorme hueco.........
Dedicado a todos los “Brunos” que no se han encontrado, todavía.
.....................................................................................................................
Y tras su lectura os animamos a todos los que no lo hayáis hecho todavía a que participéis de esta iniciativa literaria, que continua abierta y para ello sólo tenéis que enviarnos un relato, de tema libre (relato breve o microrrelato) que contenga las palabras: show, felicidad y dedos, al buzón que hallaréis en la sidebar del blog.
¡Os esperamos! :)
Saludos y feliz domingo a todos!.
Arwen
Retomamos la cita semanal con LA CAJA NEGRA III que cada Domingo nos propone desvelar uno de los secretos oculto en ella y para la ocasión vamos a disfrutar de LA FELICIDAD DE BRUNO, de la mano de una de Las Gemelas del Sur, la otra "parte humana" de las Conductoras Suicidas, Las Gemelas del Sur llegará en otra entrega para seguir contándonos nuevos misterios.
Y con "ellas", vamos a disfrutar de este relato con una carga reflexiva muy potente.
LA FELICIDAD DE BRUNO
La felicidad de Bruno
Existen muchos Brunos viviendo en una permanente felicidad ficticia, con vida que suena a vacío añejo, sin embargo, se creen “los gurús”, los orquestadores de la FELICIDAD.
Bruno era un payaso doméstico, con disfraz de triunfador y se creía feliz, pero en una noche de espectáculo, en la típica reunión de amigos y no tan amigos, alguien habló……
Presumía de ser íntimo de la felicidad. Su felicidad consistía en ocupar su tiempo al máximo, establecer contactos, alardear de su gran familia de adeptos, decir “os quiero” abundantemente, rodearse de público que riera sus gracias. Y hablaba y hablaba de su maniatada felicidad, tecleando con sus dedos la verborrea incansable de un auténtico charlatán. Su artículo saldría publicado, escribía el título con mayúsculas, cambiando la letra y tintándola de colores, y allí dejaba su “palabra de honor”, FELICIDAD, como un slogan, fija en la pantalla. Después de un rato recreándose en su maravillosa y sincera disertación, la enviaba a su jefe, quien discrepaba de polo a polo de la visión de tal sentimiento, pero........
... -¡que más da!, es lo que vende, lo que la gente quiere oír-
Bruno, en su frenética actividad iba y venía, entraba y salía, escuchándose a si mismo, gustándose, sin quitarse jamás el disfraz, lo llevaba tanto tiempo, que no se hubiera reconocido de otra manera.
Se preparaba para una noche de espectáculo, un encuentro con una de las familias de amigos que tenía. Esta noche, hablaría de cómo le rompieron el corazón y como resurgió como el ave fénix, haciendo desaparecer las huellas de aquella herida. Para blindar su convicción, a punto de salir a escena, escribió en el espejo de su habitación su palabra talismán: “FELICIDAD”, aprovechando las pinturas de maquillaje. Era como si viéndola reflejada ante sí, la poseyera…
………. Y Bruno, mirándose en ese lienzo fugaz e improvisado, se dibujo la sonrisa y una lágrima, para tener la felicidad completa, ¿no se trata de eso?
Ya estaba preparado............. ¡¡Que empiece el Show!!
Pero alguien, esa noche, no le había acompañado en sus risas….
-Bruno, ¿en esto consiste tu visión de la vida?, haz un esfuerzo y encuéntrate-.
Fue un martillazo a su más profundo ego, a su autoestima, le arrancaron de cuajo el disfraz y en su interior, se estaba abriendo un enorme hueco.........
Dedicado a todos los “Brunos” que no se han encontrado, todavía.
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Y tras su lectura os animamos a todos los que no lo hayáis hecho todavía a que participéis de esta iniciativa literaria, que continua abierta y para ello sólo tenéis que enviarnos un relato, de tema libre (relato breve o microrrelato) que contenga las palabras: show, felicidad y dedos, al buzón que hallaréis en la sidebar del blog.
¡Os esperamos! :)
Saludos y feliz domingo a todos!.
Arwen
Impresionante la disección psicoanalista de la personalidad de Bruno. Admirable llegar a comprender los recovecos y mecanismos del "yo" interior del otro, que le ha llevado a ese alguien a hacerle esa pregunta. Pero después de ese mazazo a su "felicidad", será capaz de encontrar a la sincera felicidad. Necesitará ayuda.
ResponderEliminarQuerida amiga y Gemela me encanta bucear contigo en el fondo de las almas. Felicidades por tu relato. Muaksss. :-*
Todos llevamos un Bruno dentro, igual te das cuenta mirándote en el espejo o tiene que venir alguien a decírtelo, como le ha pasado a Bruno. Quizá no debiéramos preocuparnos tanto de aparentar y dejarnos llevar siendo nosotros mismos.
ResponderEliminarBesitos domingueros!
Mi gemela preferida, eres muy generosa en tu comentario. Lo cierto es que cuando de repente descubres que nada es como pensabas, se te viene abajo el castillo de naipes, tan maqueado, que nos construimos evitando que sea vea por alguna ventana, ropa tendida. Pero entre tantos Brunos puede haber alguno, que nos aparte de nuestra envidiable o raquítica felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Claro Málaga, muchos juegan con la dualidad en público/en privado, para protegerse o ser más arriesgados,ocurrentes, populares, todo va bien si lo controlas, lo malo es cuando te conviertes en el personaje.
Besossss
¡Imprecionante relato!!!cuantos Brunos andan por el mundo!!!abrazos buen domingo.
ResponderEliminarPreciosa disección de la felicidad-infelicidad...de verdad lo que puede dar de sí esta Caja Negra. Me ha gustado mucho "Gemela" y me quedo siendo feliz por si las moscas....
ResponderEliminarBesos gigantes!!
Arwen
Juer que nivelazo esto no lo supera ni Freud.Enhorabuena a las Gemelas del Sur.Fredysaludos.
ResponderEliminarEso me recuerda a aquella canción de los Ilegales que decia algo asi como..."hay un tipo dentro del espejo que me mira con cara de conejo,oye tu,tu que me miras es que quieres servirme de comida y de un puñetazo me cargo el espejo y le rompo los dientes a cara de conejo"...
ResponderEliminarMenos mal que yo me miro mas bien poco....hahaha
Muy,muy bueno Gemelas.
Abrazos pa tossssssssssss
Que chungo debe ser eso de aparentar lo que no se es no¿? Cada uno tenemos que alegrarnos de lo que somos /tenemos e intentar rodearnos de aquella gente que nos quiera como somos, para qué molestarse en interpretar papeles... Ale, a intentar ser todos lo más felices que se pueda, aunque a veces cueste...
ResponderEliminardirty saludos amigos¡¡¡¡
Si querida amiga Fiaris, hay demasiados Brunos intentando vendernos su felicidad y poniendo en evidencia la nuestra.
ResponderEliminarAbrazos
Preciosa Arwen, ¡ay la felicidad! ¿donde se esconde?, seguro que si somos sinceros, sobre todo cara al espejo, encontramos alguna pista.
Besitos
Jajajaja!!!, Fredy, Freud con ésto no tendría ni para empezar, pues no era retorcidillo, ¡que va!
ResponderEliminarSaludos
¡Menos mal Sombra, hay quien se ha sentido abducido por la imagen del espejo,los hay tan narcisistas que no se conforman con ser uno y aspiran a ser dos, y acaban siendo una mala caricatura.
Saludos Sombra
Posiblemente Dirty, pero las personas que fingen otra vida, es porque no les gusta la suya, incapaces de cambiarla se inventan otra, basada en la apariencia, ejercen la complacencia para tener siempre aliados, y rellenan los minutos de su tiempo con cualquier cosa, por no soportar su única compañia.
ResponderEliminarSaludos también para tí.
Las máscaras y disfraces ocultan lo que hay dentro. A veces debajo hay algo valioso; otras en cambio no hay nada que merezca la pena.
ResponderEliminarFelicidades "Gemela" por el enfoque que das a las tres susodichas palabras.
Bss.
Gracias Mar, tienes toda la razón. A veces nos ocultamos destrás de un disfraz por motivos distintos a los de Bruno, y en esos casos, hay que esperar y ver detrás de la máscara para poder decubrir a alguien que merece la pena.
ResponderEliminarBesos
Hombre en el espejo- Melón Diesel
ResponderEliminarEstá canción y este texto parecen ir cogidos de la mano.
Tenemos tantas caretas: la de salir, la de entrar, la familiar, la del trabajo... Acaba formando parte de nosotros, ¿es malo llevar una careta? ¿Sí? ¿Es mejor que el resto te ponga la que desean ver?
jiji
Buen texto, Gemela.
Joder había escrito un comentario de la leche y se me ha ido la conexión, bufffff.
ResponderEliminarBueno... era algo así.
Con algo de retraso vengo a disfrutar, cosa que he hecho de un relato que me parece que es buenísimo tanto por cómo está redactado, como por el tema que ha tratado.
A veces da envidia cuando lees algo tan bueno (pero envidia de la buena, de esa que motiva y te hace intentar ser mejor).
Mi conclusión de vida es que hay que ser quién uno es, sin más, unas veces más feliz, otras no tanto... Las caretas al final siempre se caen.
Y Brunos pues hay, claro, los que van de felices y los que van de infelices que de esos también hay.
FELICIDADES POR EL RELATO, realmente bueno.
Un besazo.
¡Ay Estimado lector!, si tenemos que ir quitando y poniendo tanta careta, al final acabaremos siendo unos perfectos desconocidos para nosotros mismos. Por otra parte, aunque no lo pretendamos ni queramos, los demás nos ponen y quitan lo que les parece, pues libres son de vernos como nos quieran ver.
ResponderEliminarSaludos
Pues no se como sería el otro comentario, Ana, pero este también te ha quedado redondo.
Estoy de acuerdo contigo, deberíamos intentar ser lo más auténticos posible, pues unas veces más otras menos felices, todo forma parte de nuestro equipaje, es lo que tenemos, lo que somos.
Otro besazo para ti.