jueves, 21 de abril de 2011

CONDUCTORAS SUICIDAS. EN UN SUSPIRO


No era tarde, tampoco temprano, era el momento justo de la vuelta a casa. Recorre el trayecto ya tan memorizado que lo haría con los ojos cerrados, dejando que el coche lo ejecutase solo, pero hoy no, tiene una rara sensación, un vacío en el estómago, una incipiente jaqueca que empieza a atenazar su nuca. De nuevo le visita su molesta vecina, la que no se olvida de ella desde que tenía 14 años, y ya son 30 soportándola, aunque solos sea por un día y una noche, le calienta la cabeza, la marea, sin dejarla hacer su tarea habitual, la desorganiza. No logra alejarla ni su salvador paracetamol, con lo que tiene que contar también con otros aliados, la codeína, que por lo menos logra hacerla callar, aunque todavía sienta su latente presencia.

Pero hoy no habla, está chillando y no ve la hora de llegar a casa para amordazarla.
Sus ojos le muestran la familiar avenida a través de una especie de cortina por donde bailan unas diminutas moscas, no le asustan, las conoce, pero tiene que frenar bruscamente ante una larga cola parada, un centímetro ha faltado para topar con el trasero de ese coche. ¿Qué pasa en el cruce? Los conductores nerviosos comienzan a tocar el claxon y siente que la cabeza le estalla.
Cuando levanta la cabeza, asoma por la ventanilla una preocupada cara interrogante.

Los coches ya han movido menos ella. El agente le invita a retirarse junto a la acera, pero ella insiste que puede seguir, su casa está al final de la avenida. El argumento no es válido, le invitan a realizar la prueba de alcoholemia y tampoco entienden que será una tortura soplar con la jaqueca que le ahoga, que lo que necesita es llegar a casa cuanto antes para "beber" el paracetamol. Evidentemente, da 0,0 y acepta las disculpas, porque no está en condiciones de batallar, pero como le hubiese gustado que le acercaran a casa, sin importarle que los vecinos pensaran que la llevaban detenida. No importa ya casi está en casa.

Un último giro a la derecha y entra en el garaje de su pequeño adosado. Para el motor y derrotada, reclina su cabeza en lento retroceso y con aliviada esperanza se le escapa un profundo suspiro.

Por el pasillo de la casa, se oye el trote agitado de unas jovencitas piernas que se dirigen al comedor desde el garaje y se acercan a su padre, diciendo: ¡Papá, papá! Mamá ha llegado, pero le hablo y no me contesta.


En memoria de una gran vecina y joven amiga.

Sólo hace unos días, entre el aroma del café recién hecho, los rayos del sol entrando por la cristalera y las risas del reencuentro diario, surgió este tema y comentó a sus amigas su deseo, llegado el lejano momento, de tener un funeral sin lágrimas. Pero nos ha sorprendido a todos el llanto y ahora, aprovechamos este rinconcito para sonreir con ella y burlarnos un poco de la muerte.

La muerte para los jóvenes es un accidente y para los viejos es llegar a su destino.




Besos a pares, queridos Calados y lectores.

14 comentarios:

  1. Si, Toro, es una gran pena e inspirándome en tu poema, su rueda se ha parado dando un frenazo en seco, se ha silenciado el traqueteo de la vida.

    Besos a pares.

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  2. Lola, También apena pensar que al igual que supo prevenir a tiempo el choque con el coche parado, podría haber dado un volantazo y dirigirse al hospital y quizás...A veces minimizamos los síntomas y los riesgos.

    Besotes.

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  3. Siempre somos las personas más vitales, más positivas, más animosas las que minimizamos los síntomas, porque nunca nos ponemos en lo peor. Pero basta acercarse a un contraluz como el que pintas en tu escrito para pararse a reflexionar y lamentar no ser más prudente.

    También lamento su perdida. Besos

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  4. Cierto Marinela, sin embargo cuando vemos esos síntomas en los seres queridos, saltan las alarmas habidas y por haber, tenemos que recordar más a menudo que nosotros/as somos importantísimos para ellos y también una tragedia si les faltamos.
    Alerta!! a partir de los 40....a cuidarse.

    Besos preventivos.

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  5. Que historia más triste, todos tenemos algun ejemplo cercano de alguien que ha visto truncada su vida a una edad demasiado joven. El vídeo es genial... con un productor de lujo al que ví el domingo de ramos de mayordomo, jeje, nuestro Antonio...

    A ver si el tiempo nos permite seguir disrutando la semana santa. Besos.

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  6. Triste.
    besos a pares para ustedes.

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  7. Un relato infinítamente melancólico...y luego el corto de la dama y la muerte...precioso y preciso, no es de extrañar que se alzara con el Goya...creo que este post nos transmite mucho más que reflexión....yo diría aquello de que nos hace plantearnos que en estos días de movilización por las carreteras extrememos la conducción...para seguir siendo seres terrenales.

    Un placer leeros como siempre Gemelas.

    Besos.

    Arwen

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  8. Pues a mi me ha dado pena pero me ha gustado.Sera por su intensidad.Fredysaludos.

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  9. Yo hago como decís y de momento voy a burlarme de la muerte...que no quiero verla ni en pintura...abrazosss pa tosss y a disfrutar de las fiestas....

    Y gracias por estar ahi

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  10. Sentimos la tardanza en contestaros, pero la muerte a vuelto a rondar, esta vez era su inevitable destino, pero igualmente doloroso.

    Málaga, cuando llegamos a cierta etapa de la vida, empezamos a realizar un trágico conteo, que nos hace plantearnos la vida con otra perspectiva. En los jóvenes la primera causa de mortalidad es el accidente de tráfico y en los adultos es el accidente cardiovascular y estamos convencidas que los dos son prevenibles uno con la prudencia y el otro con dieta saludable y ejercicio, porque queremos llegar a nuestro destino lo más lejos y tarde que podamos. ¡A burlarnos de la muerte!, Sombra, que acabo de hacer un cursillo sobre el uso del desfibrilador y puedes contar conmigo para esquivarla.
    Arwen, ese peligro de las carreteras existe latente siempre. Aunque nos comentan las estadísticas que la muerte ha dejado de pasearse por ellas el 50% menos desde hace unos años. ¡Bien por nosotros conductores/as que estamos consiguiendo burlarla! Los pies en tierra y a bailar la vida. El corto es genial como trata el tema de la muerte terminal, que buen sentido del humor. Nos gustaría tener el privilegio de conocer al productor como Málaga o a alguno de su equipo.
    Fiaris, es fea la muerte y treméndamente triste.
    Fredy nos satisface que hayas percibido esa intensidad de la emoción y sentimiento que nos causó esta tragedia basada en hechos reales.
    Gracias a todos/as por acompañarnos en este proceso de duelo, reconforta compartirlos con personas amigas como vosotros/as para superarlo.

    Besos miles.

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  11. Lo mejor del relato: la muerte para los jóvenes es un accidente, para los viejos, llegar a su destino.

    Es para enmarcar, ciertamente.

    Debemos felicitarnos porque el descenso de muertes en accidentes de tráfico, pero aún así no debemos bajar la guardia, pues siempre anda rondando las carreteras esa dama de capucha negra y guadaña en mano.

    Bss.

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  12. Efectivamente Mar, el accidente no es fortuito, se puede prevenir. Es de suma importancia asumir los mínimos riesgos y dar un amplio margen a la seguridad. Tener presentes esos riesgos y subir al coche a Dª Prudencia para que nos los recuerde y sobre todo actuemos en consecuencia no solo por los hombres de verde o azul, sino también y fundamentalmente por La Dama y su guadaña omnipresente en cualquier rincón, curva o recta, por no hablar del calvario que puede ser quedar incapacitado de por vida.

    Un par de besos protectores.

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