CONDUCTORAS SUICIDAS: "Soy de aire...."

Esta semana las gemelas ceden su voz y su ferrari a una víctima de las palabras, de las duras críticas, de las manos....

En su curtida piel lleva tatuadas mil melodías y cada nota, es la huella de una mano que nunca debió alzarse para golpearla.

Desaparezco otra vez, me diluyo entre gritos y desesperanza.

Mi presencia le altera, mis gestos le provocan, mis palabras son dardos dirigidos a su más frustrado ego. Quiero derretirme, volverme invisible, pero no me deja, una frase que no recuerdo ha provocado el primer golpe, una disculpa, por nada, sigo obedeciéndole sin por qué, lamentando mi vida sin explicaciones.

Empieza la tortura, con la rapidez que me permite el dolor, busco en mi memoria un paisaje para huir, para elevarme, salir de mi cuerpo y sobrevivir, lo intento, cierro los ojos para ver mi universo interior y alejarme a la estrella más lejana donde no oiga ni sienta su violencia e imagino una melodía que me envuelve, que se tatúa en mi piel por debajo de los golpes. Ya puedo respirar, he escapado, ya no siento el dolor, soy de aire....

Hoy me inclinaré ante su fuerza, me abandonaré a sus deseos, moriré otra vez, hoy...pero no se desnudará mi alma para conmoverle, ni le suplicaré para lograr su perdón.

Ha terminado la angustia, se ha calmado su ira. Recupero la voz que a arcadas me sale de la garganta, me arrastro hacia el lugar donde poder vomitar todos mis gritos. Vuelvo a levantarme y mi cara se tropieza con el espejo que no me atrevo a mirar. La luz lateral proporciona un color cálido a mis heridas, no me duelen, pero sangran en mi alma. Me visto y alguien que no veo pero siento, me habla al oído. Esta vez le escucharé.

Me dirijo a la mesa de la entrada donde vacía sus bolsillos antes de llenarlos de rabia, cojo las llaves de un coche que apenas reconozco y sin mirar atrás pongo entre los dos la distancia de 20 años de silencio a su lado, rompo a llorar, las lágrimas se van anudando a mi cuello, no puedo evitar hacer un recorrido por mis recuerdos, ¿habrá alguno que pueda llevarme?

-Meditó unos minutos, extasiada, asomada a la ventana del pasado, viendo pasar imágenes en un tren de alta velocidad. Decidió que no, le regalaba todos sus recuerdos, se iba de vacío y hueca por dentro.-

Cierro la puerta y sin volverme, voy probando la llave en cuantos coches encuentro, no soy capaz de recordar cuál es, al final encaja, entro y el arranque del motor dando paso al fluido, es como una inyección de vida que empieza a circular por mis venas. Clavo el pie en el acelerador hasta hacer tope y me dejo llevar por la velocidad, no quiero elegir destino, solo quiero correr, alejarme, llegar al final o al principio de la vida....

Jugando "a papás y a mamás"

TOLERANCIA "O"

Saludos queridos calados y lectores

Las Gemelas del Sur