Gonzalo ha dejado la prisión, ahora se prepara en un Centro de Inserción para empezar de nuevo, tiene una pareja estable que conoció en uno de sus permisos cuando la condicional. Su chica tiene 28 años y muchas ganas de vivir. A ella la vida le ofreció una segunda oportunidad.
A los 25, un hachazo cortó de raíz el futuro que tenía planeado. Nuria murió y renació hace 3 años, ahora, modela otro horizonte. Por eso los problemas de Gonzalo, siendo importantes, los minimiza y con su optimismo vital no baja la guardia ni un segundo, mantiene el ánimo y la esperanza.
Gon, va a entrar en la prisión una vez más, pero esta vez es para examinarse del permiso de conducir. Aunque sabe conducir desde los 7 años y tiene 33, quiere hacerlo dentro de la ley y tener un papel que lo demuestre. No sabe mucho de letras ni de números, eso dice, sacarse la ESO en la cárcel le costó quince años, pero lo consiguió. Ahora hay otra meta que alcanzar, cuando tenga el permiso le espera un trabajo de repartidor, se lo ha prometido Cristina, la psicóloga del CIS.
Hablando con Gonzalo puedes adivinar su miedo al fracaso, ha fallado a muchas personas, pero también le han fallado a él. Su afán de superación pone en línea recta al equilibrio. A pesar de los numerosos fraudes que ha provocado, las mentiras y errores cometidos, no cuesta creer en su nobleza, dentro de su código ético, que apunta a coincidir con el normalizado. Además, su expresión de inocencia pícara, lo delata como una víctima de la calle y sus circunstancias. Cogiendo de aquí y de allá, primero para sobrevivir, luego para vivir mejor, se convirtió en delincuente y aspiró a serlo de élite, pero le pillaron y su fulgurante carrera colisionó contra una celda de Picassent.
Dicen que la diferencia entre alguien que comete un delito y un delincuente está en que te pillen y a partir de ahí, sin saber muy bien el protocolo, el currículum crece cada vez más hasta que te rinden y te empapelan sin atenuantes. Pero Gonzalo será uno de los que se salve.
Con su estrenado carné paseará a Nuria por la carretera de la playa, ¡que tanto le gusta!, acudirá al trabajo diariamente y cuando le asomen las ganas de adelantar puestos por atajos indebidos, sacará de la guantera la copia de su expediente, que le recuerda una época de su vida en la que soñaba con paseos y se dormía llorando de impotencia.
Así me lo contó y así os lo cuento. Gonzalo quiere; que su camino sea recto, su carné como garantía y con Nuria, estrenar una nueva vida.
El examen práctico dicen que es el peor. Sabemos que Gonzalo es muy hábil con los mandos y aprobará el carné de conducir.
Saludos amigos calados y lectores.
Las Gemelas del Sur
Toda la suerte del mundo para Gonzalo.
ResponderEliminarBesos.
Como bien dice Toro, desearle a Gonzalo y a todos los "gonzalos" lo mejor y que la vida les de otra oportunidad que seguramente lo van a agradecer.
ResponderEliminarBss.
Mucha suerte, espero le vaya todo bien y no pierda el tren de esta gran oportunidad, para disfrutar de todo lo que anhelaba.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Ramón.
P.D.: El video es todo una pasada!
Super-reflexiva la entrada de hoy y como el resto de mis compañeros comentaristas sólo deseo que disfrute ese bien tan preciado.
ResponderEliminarBesos a pares Gemelas.
Arwen
A veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos hasta que la perdemos.Fredysaludos.
ResponderEliminarSomos tan poco que la mayoría de las veces no valoramos nada.Gracias por recordarnos lo que "valen" las cosas.
ResponderEliminarAbrazos.
Gonzalo es una víctima más de las señales equívocas o de la ausencia de ellas.
ResponderEliminarTodos necesitamos pistas para seguir el camino.
Saludos Toro
Lo que valoramos en la vida, a veces depende de las circunstancias, porque aquello que en algunas ocasiones nos ha pasado desapercibido; un paseo, ir a comprar el pan, rutinas y cosas cotidianas, son las que anhelamos cuando no podemos disfrutarlas.
Besos x dos Mar
Algunos dicen que la vida esta llena de oportunidades, yo digo que la vida da muy pocas y que casi nunca estamos preparados para aprovecharlas; y justo esa que hemos cazado al vuelo en un momento de lucidez, es la que después infravaloramos y nos damos cuenta de lo valiosa que era cuando ya la hemos perdido.
ResponderEliminarUn saludo.
Las oportunidades se cogen al vuelo, siempre tenemos que estar preparados y atentos para subir o bajarnos del tren.
ResponderEliminarY estarás de acuerdo en que al protagonista del vídeo le faltan unas cuantas clases prácticas......
Saludos para ti Ramón
Ahora disfrutará como nunca lo ha hecho de su libertad y de ese apoyo que ha encontrado en Nuria, apoyo, pilar y fuente de vitalidad.
Besos Arwen
Solemos actuar así, queremos lo que no tenemos y no valoramos lo que tenemos, parece un comportamiento propio del ser humano, pero en ocasiones, la vida nos da la oportunidad de rectificar.
ResponderEliminarSaludos Fredy
Una conversación con Gonzalo, es una sacudida a los sentidos. Y me hace disfrutar hasta de una simple comida. A veces, las cosas más sencillas son las que nos hacen recuperar el valor de las cosas.
Besos Sombra
Dean, no solo es cuestión de que la vida nos de o no oportunidades, creo que hay que buscarlas y es en esa búsqueda cuando somos plenamente conscientes del esfuerzo que invertimos para conseguirlas, es el esfuerzo lo que nos hace valorar el logro.
ResponderEliminarSaludos Dean
La reinserción es el objetivo principal de las cárceles en España, ¿no? Deseo que el protagonista, ahora, aproveche mejor su vida.
ResponderEliminarEl corto me ha encantado, me he reido muchísimo. El trabajo de examinador jajaja, puede ser de los más arriesgados que existen.
Saludos!
Pues sí, no puedo más que coincidir con mis compis comentaristas. Todos merecemos una segunda, tercera, etc... oportunidad, así que mis mejores deseos para Gonzalo, que hago extensivos a aquellos que necesiten comenzar de nuevo. Los principios son preciosos, pero no olvidemos que tenemos que seguir poniendo de nuestra parte.
ResponderEliminarEl vídeo es un pasote, yo también me he partido de la risa, lo malo es que ahora me ha quedado ese "Final countdown" que no puedo parar de tararear: tirorirooo, tiroriroriiiii, tiroriroooo!
Me quedo canturreando, Gemelas. Bezines!! ;)
Tengo dudas sobre cual es el objetivo principal de las cárceles.
ResponderEliminarRespecto a la reinserción, creo que quien más pone de su parte es el propio interesado que quiere y tiene motivación para reinsertarse.
Y por descontado y como en casi todo,depende de las personas que se van encentrando, del grado de implicación y compromiso que adquieran en su trabajo, para facilitar, de verdad, la reinserción de personas como Gonzalo
Saludos Estimado lector
Málaga, todos nos merecemos oportunidades, y nuestros errores no deben perseguirnos ni estigmatizarnos de por vida.
Y......¡pobre examinador, con alumnos así!...
Besets xiqueta.....
¡Un tren que pasa y no se coje!¡Una decisión equivocada! Y tantas y tantas cosas ...
ResponderEliminar¡No siempre se tiene una segunda oportunidad!
¡Suerte para Gonzalo!
Por otra parte, ¡demasiados mandos para manejar y poder aprobar!
Abrazos crepusculares.
Hay decisiones equivocadas que nos las perdonamos o nos las perdonan, trenes que ni siquiera vemos, que dejamos pasar, que se nos escapan, y tantas y tantas cosas.
ResponderEliminarPuede que no haya una segunda oportunidad para la misma cosa, pero hay otras oportunidades que quizá deberíamos considerar.
Y....efectivamente, demasiados mandos para controlar...
Saludos Jinete