De todas las posibles víctimas de este lagarto terrible pintado en la pared, junto al Jardín Botánico de Valencia, en la calle Quart, este entrañable anciano me pareció el más adecuado.
No, no es que el hecho de ser "mayor" lo condene, aunque la verdad es que "pasaba por allí."
No fueron los únicos, pero la actitud de la mujer que empuja su carrito, distraída y sin permanecer atenta a los peligros que les acechan, la direccion de su paseo por la acera que les hace ignorar la aguda mirada del dinosaurio, y la manera ideal de rellenar el hueco que quedaba entre los dos coches aparcados, junto con la altura del tándem, suficiente para el zarpazo de la bestia, les hicieron ser los elegidos.
Me sabe mal, pero peor me sabe por el saurio, muy tierno no estará el bocado.
Permanezcamos atentos, nunca se sabe qué peligros esconden las calles..., ni si hay un fotógrafo cerca esperando que formemos parte de su imaginario.
Muy buena foto como siempre, envidio tu imaginación y como ves y captas lo que los demás no veríamos. Un abrazo.
ResponderEliminarEsta mañana me ha parecido entrar en "el bosque encantado". ¡Qué bonita foto y que oportuno el artista!
ResponderEliminarSi, estamos ajenos a los peligros que nos acechan por las calles: la maceta, el atropello, el infarto y la cámara de un acertado fotógrafo. De todos ellos me quedo con el fotógrafo inmortalizándome en un atrevido y bonito fondo, como el ancianito de la tuya, tan ajeno y que pasará a la historia. Muy bonito Emilio, un beso.
Que momento mas oportuno para advertirnos a los transeúntes de a pie, que el peligro viaja junto a nosotros. Si lo viéramos la vida seria insoportable, lo dice un anciano que te quiere.
ResponderEliminarLa foto, como siempre, es impresionante. El colorido, magnífico, y el aviso, muy importante, El saurio puede estar esperándonos en cualquier esquina o puede acabar siendo nuestra mascota, quién sabe.
ResponderEliminarSeguro que si lo buscas, lo acabas encontrando.
ResponderEliminarComo siempre, encantado de tenerte por aquí, hoy, casi un "Jurasic Park"
Gracias amigo!
Estoy con Carlos que no todos somos capaces de captar lo que tu ojo capta Emilio.Eres impresionante. Una foto muy bonita. Cuidadito cuando hagas un foto porque igual algo te está acechando. Un beso
ResponderEliminarUn bosque encantado que debemos a los artistas "grafiteros", un mural cargado de arte, buen gusto, imaginación y colorido. Que por cierto podemos visitar de manera gratuita tan sólo paseando por la calle Quart.
ResponderEliminarMi cámara sólo estuvo atenta al juego visual.
La vida transcurre a nuestro lado, pero andamos tan distraídos que a veces no llegamos a saborear lo que nos ofrece.
Un beso Chelo, y muchas gracias como siempre por el cariño de tus palabras.
Lo dicho. El mural no es cosa mía, y sí, está precioso y más en directo. Fue casualidad que yo pasara por allí justo cuando se disponía a devorar a ese pobre ancianito..., aunque creo que al hacer la foto, le salvé la vida: asusté al dino...
ResponderEliminarGracias Amaparo!
Gracias Anónimo. Te lo digo pero al revés: cuidadito no te hagan la foto mientras acechas....
ResponderEliminarUn beso!
Desde luego no saben los viandantes desprevenidos los peligros que les acechan en las calles (y no lo digo por el pobre T-Rex plantado en la pared) jaja.
ResponderEliminarAunque no puedo dejar de reconocer la maña y la paciencia del cazador que acecha a las posibles presas.
Besos
Terrible destino el que les espera, y ellos tan ajenos!,
ResponderEliminarUna fotografía oportuna, como hecha a medida y mucha paciencia del fotógrafo.
Un saludo
Terrible destino el que les espera, y ellos tan ajenos!,
ResponderEliminarUna fotografía oportuna, como hecha a medida y mucha paciencia del fotógrafo.
Un saludo
Perfecta simbiosis, fotografía y pintura, genial!!
ResponderEliminarEl mensaje es muy certero pues en la jungla de asfalto, el peatón se encuentra con toda clase de peligros, un socabón, aceras sin rebajes, farolas en medio de una acera que no deja pasar el carrito, semáforos para atletas para cruzar la calle y un depredador mucho más contemporáneo "la bestia negra del coche".
Besos.
Así es Jara.
ResponderEliminarAunque a veces es una cuestión de suerte y de permanecer atento tratando de descubrir lo obvio, ya que por obvio, solemos ignorarlo por costumbre.
Gracias y besos!
Bueno, el destino que les espera es seguir andando tan ricamente. Otro misterio de la fotografía: cuenta toda la verdad, pero también y a la vez... ¿miente por cuanto predice un futuro inmediato... que no llega nunca?
ResponderEliminarEn cuanto a la "bestia negra" que mencionas,puede que algún día me detenga con ella.
Un beso y gracias!
Esta fotografía es impresionante. Tres planos tan distintos acaban formando un todo muy curioso, como un juego de realidad/irrealidad. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo Emilio.
Excelente el momento que has captado; felicitaciones por esta gran toma.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Gracias Nepalí. En el fondo, y por veraz que nos parezca una fotografía, siempre es una falsedad. Un placer como de costumbre!
ResponderEliminarMuchas gracias Ramón. Viniendo de un apasionado de la fotografía, pasión compartida, es un honor tu comentario.
ResponderEliminarUn saludo!
Me gusta mucho, muy bien conseguida, aun ahora me cuesta ver que es real y que es el mural!
ResponderEliminarLe has metido el ojo y disparado para captar lo irreal dándole este punto de peli de Gozila!
Bien conseguido!
Hola Laia! Película de Gozilla..., y yo que pensaba en Jurasik Park...
ResponderEliminarGracias por pasar, un abrazo!
Enhorabuena Emilio, la foto es muy oportuna.
ResponderEliminarRealmente sabes encontrar como buen fotógrafo lo que a los demás se nos escapa.
Un abrazo!
La verdad es que lo ando buscando, si no, seguro que a mí también me hubiera alcanzado el dino ese..., tan sólo paseando por "esa" acera...
ResponderEliminarGracias Latour!