lunes, 23 de diciembre de 2013

35 MILÍMETROS. LA LUNA



Estoy segura que habréis decorado vuestro hogar con todos los detalles navideños. La ilusión por abrir la caja de los adornos del árbol de navidad desemboca en una fiesta y es una ceremonia cuando llega el turno de colocar la estrella que corona el punto más alto y si vamos a montar el Belén, la estrella no puede faltar en el portal. 

Aunque el corto se titule "La Luna", el protagonismo de las estrellas también es indudable, por ello os hemos traído este corto de animación que encaja perfectamente en el espíritu de estas fiestas.
Comprobaréis que este corto tiene el indudable sello de Pixar, cuyo director y guionista es Enrico Casarosa y este es su primer corto, después de haber participado en películas como "Up", "Ratatouille" o "Ice Age". 

La Luna es un cortometraje de animación con reminiscencias de "El principito" de Saint-Exupéry, pero con un aire italiano como el origen de su director, envuelto en la magia de la deliciosa música de Michael Giaccino que parece mecer la relación de tres generaciones, abuelo, hijo y nieto. 

Sencillamente encantador.




No puedo evitar que este corto me  lleve a volver a saborear los momentos en la cocina de tres generaciones, en un día tan señalado como la cena de Nochebuena. Mi hija, mi madre y yo trasteando entre cacerolas, cucharones y alimentos variados para orquestar entre las tres un delicioso guiso. Enriquecedor no solo por sus nutritivas propiedades, sino también por las risas, pequeñas contrariedades, achuchones  y antiguas historias llenas de consejos-recetas, aunque en esa noche tuviéramos solo unos austeros y nobles huevos con patatas y jamón, porque el ingrediente que no debe faltar es la familia alrededor de la mesa, alrededor del tío, del primo, de los amigos del alma, de la humanidad y la esperanza en el futuro instalada en los hijos y nietos chocolateados con la ilusión de la Navidad.

Estoy convencida que os vendrán escenas entrañables a la memoria después de ver el corto, puede que entre todos tantas como estrellas aterrizan en esta Luna tan familiar. Si queréis que aterricen en este Territorio Calado, nosotros encantados de compartir.

Queridos Calados y Lectores os deseamos en estas fiestas que el calor del hogar, con la familia y amigos os hagan  enormemente felices.

Besos de todo el Equipo de Calados hasta los Versos.

viernes, 20 de diciembre de 2013

FOTO POR TÍ_¡Venga María, haz carantoñas al niño...!

navidad.
(Del lat. nativĭtas, -ātis).
1. f. Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
2. f. Día en que se celebra.
3. f. Tiempo inmediato a este día, hasta la festividad de Reyes.

No sabría explicar la navidad, así que he copiado la definición del diccionario. Aséptica, concisa y sin adornos. Sin embargo este tiempo está cuajadito de significados tópicos e icónicos que, al mencionarlos, parecen obligarnos a pensar "en navideño": Paz, amor, alegría, ilusión, ternura, caridad, buenos deseos para todos. Para todos todos, incluso para esos en los que no pensaremos nunca más hasta el próximo diciembre. Curioso...
Así, el niño Jesús recién nacido nos transporta en el tiempo y en el espacio, a velocidad asombrosa, al establo de un humilde pueblecito cisjordano, en mitad de una noche que imaginamos fría y oscura, alumbrada no obstante de manera singular por un prodigioso lucero. Una noche que no fue la noche "cero", pero que marca el inicio de nuestra era y el principio de nuestro actual calendario. Tiene su gracia la cosa. Y da que pensar.

Navidad es... ¿Demasiadas cosas o tan sólo una idea? Como dije, demasiados tópicos, enormes y sobados hasta aburrir que no mencionaré. Llega siempre cargada de positivismo. Un positivismo gratuito y ufano. Me pregunto: ¿Hace falta que llegue para tener noches de paz? ¿Es necesario montar el belén para pensar en los pastores? ¿Hemos de hacer regalos porque ellos llevan corderos a la espalda y tinajas de leche como ofrenda al recién nacido? ¿De verdad necesitamos hacer nacer al niño para atender al necesitado? ¿Encender hogueritas de pega para aportar luz a nuestras vidas? ¿Para esforzarnos en repartir sonrisas, abrazos y buenos deseos a manos llenas? ¿No sería más humano y gratificante repartirlas a lo largo de todos los meses, de todos los días del año?

Tengo mi propia percepción de la navidad. No ahondaré en exponerla. De alguna manera, creo que se intuye. Mi opinión es como todas subjetiva, personal e intransferible. Cualquier otra es tan válida como la mía, sean cuales sean ambas. En una cosa y pese a todo estoy seguro en que coinciden: en los buenos deseos. Tal vez sea esa y no otra la verdadera grandeza de la navidad, conseguir que todos deseemos lo mismo, ni más ni menos que lo mejor para los demás y para nosotros. Casi siempre además, por ese orden. Ciertamente no es poca cosa, no.

Mis cámaras y yo os deseamos unas felices fiestas navideñas y un próximo año que os sea propicio y colme vuestras necesidades más urgentes. Os vemos de vuelta todos los que por aquí andamos, el próximo día de la Epifanía, o sea, el seis de enero del año dos mil catorce, d.C. Hasta entonces y como regalo adelantado no olvidéis pasaros por aquí el próximo lunes día 23. Habrá sorpresa.
¡Felíz Navidad y un abrazo calado!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

TE DIJE QUE VOLVERIA..........PARA DEJAR MI RECUERDO

  

    Fotografía: Fernando Fernández Páez




    MENSAJE EN UNA BOTELLA.



 Desde una ventana al mar,
 lancé un día una botella
 con un mensaje no escrito
 de nostalgia y de ternura.
 Se fue perdiendo de vista,
 naufragando en mil rincones,
 reflejando la añoranza
 de un mundo dejado atrás.

             ..........

 Solo hay un mar y es azul,
 con infinitas visiones
 que anega los sentimientos,
 varados contra las olas
 o rotos por las nostalgias
 y arrojados a las rocas.
 Solo un azul..que es el mar,
 inmenso , eterno amante....

          ...........

 La rutina de las olas
 arrastró mis sentimientos,
 y de puerto en puerto fueron
 entre amor e indiferencia.
 Encallaba entre la arena,
 golpeaba con las rocas
 la botella y su mensaje,
 admirada e ignorada...

         ..........

 Sigo esperando en la playa,
 mirando hacia el infinito,
 que recojan mi mensaje
 restos de mil y un naufragios.
 Que devuelvan mil botellas 
 vacías con mil mensajes...
 Oscurece lentamente, 
 el mar duerme esperanzado.



Os deseo que paséis unas buenos días de fiesta  y que entréis totalmente calados y llenos de nuevos proyectos en este próximo año 2014.

lunes, 16 de diciembre de 2013

35 MILÍMETROS: ERE , ¿qué es eso?



Buenos días Calados y lectores, y con esta pregunta nos levantamos hoy, así que os copio lo que dice la sabia Wikipedia  al respecto.

Según Wikipedia
Un expediente de regulación de empleo, (ERE), es un procedimiento contemplado en la actual legislación española, mediante el cual ,una empresa (supuestamente) en una mala situación económica, busca obtener autorización para suspender o despedir trabajadores.
Un procedimiento administrativo-laboral de carácter especial que puede ser tramitado por diversas causas, como las económicas. 

Las mismas que  ha argumentado el Consell valenciano, para hacer un ERE a los trabajadores de Canal 9 y echar el cerrojo a RTVV después. El corte de la señal  ha comportado  unas pérdidas de 3 millones de euros  por los compromisos de emisión de publicidad........
La  extinción de RTVV .......1600  personas despedidas, por una deuda descomunal de 1.200 millones, pero todo esto y más  ¿no son  cargas que arrastra el Consell de las etapas de despilfarro?

El hecho es que el 2 de diciembre  se cerraba Canal 9.
La triste caricatura en que se había convertido la televisión pública valenciana, murió hace dos semanas con récord absoluto de audiencia.
Convertida por el ejecutivo valenciano en esperpento democrático, reflejaba la sociedad valenciana de Fabra, Cristina Tárrega y otros allegados,  y no la verdadera sociedad civil valenciana. Ésta, es la que ocupaba las calles de la ciudad de Valencia para defender aquello que es nuestro. El cierre de Canal 9 ha sido un "Ataque a toda la sociedad" que queremos tener una radio y una televisión en nuestra propia lengua. 

¡Pero ya se oyen cánticos  de privatización.....!



¿Os ha quedado claro?

Saludos calados

viernes, 13 de diciembre de 2013

EL GRAMÓFONO: FEELING GOOD "Andrea Motis"




“La Motis es un sueño, una posibilidad... La de cantar como los ángeles y soplar trompeta y saxo por igual”

Me he encontrado con esta belleza adolescente, Andrea Motis, la cantante solista de una banda de jazz. Ella se ha convertido en el fenómeno musical más impactante de los últimos años en la escena jazzística del país.
Cualquier actuación de La Motis es un tranquilo paseo en la hora del día que aporta más calidez a nuestros sentidos, ella sobrevuela  por encima de esos otros asuntos de cotidiana mezquindad política. Es un rayo de luz con forma de mujer que toca el saxofón, la trompeta y canta,...como los ángeles, ¿Qué más se puede pedir?
Un contrapeso de belleza (la musical) frente a tanta fealdad (la política)
Desde su debut oficial, la carrera de Andrea Motis siempre acompañada de su  mentor Juan Chamorro, no ha dejado de crecer.  Con solo 18 años, aparece como paradigma de juventud brillante en medio de un panorama  con falta de proyección hacia el futuro.
En  2007 entra a formar parte de  una banda de jazz que más tarde se transforma en la ya conocida San Andrés Jazz Band. En el año 2010 Joan Chamorro la presenta como cantante solista con el disco “Joan Chamorro presenta Andrea Motis” 

 Una voz  dulce y seductora....



¡Buen fin de semana Calados y lectores!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

CONDUCTORAS SUICIDAS. DE VUELTA Y MEDIA

Imagen de rrrrrrrroll.tumblr.com
Quiero dejar de darle vueltas al asunto.
Espero que este ejercicio de escritura pueda ser el exorcismo que consiga expulsar la obsesión que me persigue.

Parece que todavía lo veo, su rostro impertérrito,  flemático, sin inmutarse por nada, sin dejar de mirar hacia delante. Mi incredulidad salía por la ventanilla de nuestro coche para chocar contra el cristal del suyo que circulaba en paralelo con el mío. Si hubiera estirado la mano, habría podido darle toquecillos en su cristal para reclamarle el destrozo de mi espejo retrovisor derecho. Pero estaba paralizada, aterrorizada  por el episodio que intuía iba a vivir. Acorralada en mi asiento de copiloto entre el brazo extendido nada amoroso de mi amado conductor señalando el retrovisor roto y estirando su dedo acusador, exigiendo se detuviera en el lado derecho del carril y el muro de la indiferencia del otro conductor por el choque entre los retrovisores, sabiendo que el suyo había quedado indemne, sano y salvo a pesar de haber invadido nuestro carril.

Seguidamente mis ojos contemplaban una escena de persecución que se me antojaba tipo Fast & Furious en autentico 3D, al menos esa era mi percepción, tal vez sugestionada por el temor y el convencimiento de que aquella carrera no serviría para nada o para lo peor. Semáforos que se abren, cambios de carril precipitados, nervios, semáforo que se cierra y un nuevo encuentro para confirmar que no tenía ni iba a mostrar ningún sentimiento de culpa ni sacar ningún parte amistoso de su seguro.

El climax de la escena se envuelve del tono oscuro del miedo y la preocupación cuando mi compañero conductor se baja del coche para interpelarle que se diluye en la tranquilidad de comprobar que el otro sigue con su pasividad. Nada que hacer. Solo continuar el camino a casa y pensar en arreglar el retrovisor como mal menor.

Estoy absolutamente confundida, entre la teoría del hombre bueno de Roseaux y la fascinación del hombre por el mal de Voltaire y ahora por la teoría de la pasividad del hombre de mi particular visión que seguramente haya dictado ya otro filósofo que yo desconozco. 

Huyendo de las teorías solo quiero encontrarme con conductas y acontecimientos más agradables que este pasado. Iré a buscarlas en el transporte alternativo al coche, quizás en el autobús...


Besos seguros, queridos Calados y Lectores.

Las Gemelas del Sur.

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA GATA SOBRE EL TECLADO. Corazón de León


Eran apenas las siete de la tarde y el día caía envuelto en una luz rojiza. Gustavo volvía a casa despacio, casi paseando, atravesando las estrechas calles del barrio del Carmen. Dejó atrás el kiosco de prensa y el refugio mal conservado de la guerra civil. Al pasar junto a un oscuro garito aspiró la aleación de olores que formaban la marihuana y el café. No tenía ganas de volver a casa y dar explicaciones.  Aquella tarde la bronca con el jefe había sido excesiva y es que aquel, como perro perdiguero, le perseguía hasta encontrar a la víctima que había en el,  encerrada bajo aquel aspecto de dandy despechado y agotado. 
Gustavo era camarero pero parecía un marqués. Alto, de mirada fría y movimientos felinos, se movía entre las mesas como suave brisa de levante. Ejercitaba un ballet con la bandeja en la mano y se vanagloriaba de que en su ya larga vida no había dejado caer ninguna bebida, ni fría ni caliente, sobre un cliente. Sin embargo, desde hacía un tiempo, su jefe y él mismo se habían dado cuenta de algo evidente, de que los años no pasan en balde y de que aquel improvisado ballet entre las mesas del establecimiento se estaba convirtiendo en una danza torpe y arrítmica. Todos los días llegaban a la barra mocetones cuadrados como armarios y ágiles como gacelas con curriculums jalonados de toda serie de habilidades. Él comenzó a sentirse como ese peso superfluo que dejamos abandonado a un lado del camino cuando pensamos que el esfuerzo de soportarlo ya no vale la pena.
En una palabra, el cabrón del jefe le estaba haciendo la vida imposible. Eran pequeños detalles, como dardos envenenados, que se clavaban en su alma causando pequeñas pero mortíferas heridas. Cada vez que salía de casa, su mujer le decía: "tu aguanta, lo que quiere ese desalmado es que te vayas para ahorrarse la pasta". Y tenía razón, pero Gustavo pensaba a menudo que no era ella la que luego tenía que enfrentarse al abanico de humillaciones que aquel cabrito tuviera a mal poner en práctica. 
Se sentía fracasado, pero no esporádicamente fracasado, sino profundamente fracasado. Lejos, demasiado lejos, quedaban los sueños de la infancia, aquel tiempo en el que ansiaba ser el intrépido Capitán Trueno, el valiente Jabato, o el aguerrido Ricardo Corazón de León,  héroes en desuso tan olvidados como sus propios sueños. No estaba dispuesto a aguantar más. Esa noche le diría a Enriqueta, su mujer, que estaba harto y que lo iba a dejar. Sabía que ella se iba a poner de los nervios, que iba a ir de un lado a otro del comedor alzando los brazos al cielo y preguntando "Y ahora cómo vamos a vivir? y él le diría que como fuera, que no podía más, que iba a volverse loco, y ella acabaría llorando en la habitación que, previamente, habría cerrado de un portazo. 
Cuando enfiló la calle baja para ir a salir a la plaza del Carmen, oyó un revuelo inusual. Podían escucharse gritos y un humo oscuro y denso salía de la primera bocacalle. Gustavo corrió. Todo el mundo corría. Al doblar la esquina se encontró de cara con la tragedia. En el balcón de un segundo piso de un viejo edificio, una mujer y un niño pequeño se abrazaban. Detrás, las llamas de un incendio lamían el espacio y amenazaban con devorarlos. Un joven salía del portal con el rostro ennegrecido y con dificultades para respirar. Algunos vecinos habían puesto colchones en el suelo y gritaban para que la mujer se tirase junto a su hijo. Pero el pánico podía más que el instinto de supervivencia y ésta se agarraba a la barandilla del balcón como si con sólo este gesto pudiera salvarse. Gustavo estaba aterrorizado. También el miedo estaba bloqueando la sangre que corría veloz por sus venas. 
 Sin embargo, de repente, la furia que había sentido durante toda la tarde se comprimió en algún lugar que era probablemente su alma. En un instante se sintió audaz como el Jabato, valiente como el Capitán Trueno, poderoso como Corazón de león.  Sin apenas pensar, corrió hacia el portal, se tapó la boca con un pañuelo y subió las escaleras. Los vecinos contuvieron la respiración mientras se preguntaban de dónde había salido aquel loco suicida.
A  los pocos minutos la mujer y el crío salían por la puerta, justo en el momento en el que llegaban los bomberos. La gente alzaba el cuello como palomos en celo. ¿Dónde estaba el insensato que les había salvado la vida? Un gran estruendo fue la respuesta que vino acompañada de una lengua de fuego intensa y rápida. Los bomberos comenzaron a desalojar la calle. Los chorros de agua caían como aguaceros veraniegos sobre la fachada. 
Dos horas más tarde encontraron el cuerpo de Gustavo, calcinado y roto. Al día siguiente, los periódicos destacaban en primera página la noticia: "Un camarero se convierte en héroe al salvar de una muerte segura a una madre y a su pequeño hijo en un incendio".  
Nadie supo nunca que el sueño de Gustavo no se consumió entre las cenizas.

viernes, 6 de diciembre de 2013

FOTO POR TÍ_El carro del "carrefur"



Andaba yo con mi cámara al cuello, como tantos otros días. Los sentí llegar por el ruido de las ruedas y el traqueteo de sus cosas contra el armazón metálico del carro. Eran más jóvenes que yo, algo que cada vez me sorprende menos y me duele más. Andaban deprisa, en silencio y con un rictus serio y preocupado en su gesto. Diríase triste. Dejé que me sobrepasaran, cosa que hicieron sin mucho esfuerzo. Giraron por la primera bocacalle de la izquierda. Apreté el paso. No sabía lo larga que sería aquella callejuela que habían tomado. No quería perderlos vista. Al plantarme en la esquina con la cámara lista los vi allí, lejos ya, a punto de tomar la nueva revuelta del estrecho callejón.
Me dio por pensar a mí que en aquel carro del “carrefur” iban todas sus cosas, puede que toda su casa, quien sabe si iba toda su vida, pensaba yo si quizá allí estuviese metido todo su presente.
Al menos, estaban a punto de entrar en una zona inundada de luz… Apreté el disparador sin pensar mucho más y pedí al destino en una espontánea, callada y absurda plegaria, que esa luz fuese para ellos algo más que la de unos simples rayos de sol…
Bien pensado, qué bien me vendría a mí algo de esa luz. Qué bien nos vendría a muchos. Y eso que aún no vamos arrastrando carros. Al menos, no por las calles.

martes, 3 de diciembre de 2013

Te dije que volvería.....para el amor y el otoño.


    Fotografía: Fernando Fernández Páez.






   Desde la tierra que piso
   al infinito que sueño,
   añoro el otoño sombrío, 
   el silencio de unos pasos
   en la tarde oscura y fría,
   encendida de nostalgia,
   de amores y desengaños,
   de renuncias y secretos.



   
   Desde el cielo que no alcanzo,
   hasta tus ojos serenos,
   la bruma envuelve el vacío,
   y vuela libre el recuerdo
   de tu piel y tu sonrisa,
   lejanos al horizonte, perdidos
   en la añoranza de amor,
   en el blanco de las nubes.



  
  Todo pudo ser presente,
  y el otoño luminoso...
  alejado de tu nombre 
  y sumido en la añoranza,
  transito desde la lluvia
  a la luz de tu mirada,
  el mundo cierra los ojos,
 derrotado de esperanza.



  
  El horizonte estremece
  con su terrible ceguera,
  y la lluvia negra y fría
  golpea todo a su paso...
  murió el amor entre nubes, 
  murió porque era otoño
  y las nubes lo envolvieron
  con su sucio manto blanco.





lunes, 2 de diciembre de 2013

35 MILÍMETROS:"NGUTU"



¡Buenos días Calados", nos despertamos temprano, como nuestro protagonista del corto que os traemos  hoy....

Cortometraje escrito y dirigido por Felipe del Olmo y Daniel Valledor en 2012. Dos jovencísimos directores, que arriesgan con su propia productora.

Presentado en los distintos circuitos de cortometrajes obtiene 1ª Mención Especial del Jurado en  la IV edición de concurso de cortometrajes Iberoamericano y mas de 25  premios en distintos festivales... 

El protagonista es un senegalés que intenta ganarse la vida en un país que no es el suyo, donde la vida hoy, tampoco es fácil, y como en tantos otros lugares, sus gentes se  cruzan  con él e intentan evitarlo.
Mirar  hacia otro lado se ha convertido en la fórmula para no sentirnos culpables al no compartir parte de lo nuestro, lo poco o mucho que tengamos. Y la última reflexión, fotografía un gesto que se repite cuando alguien se acerca  a nosotros, ocupando nuestro espacio...

"Ngutu es un vendedor de periódicos ambulante que apenas vende ejemplares. Indignado, se dedica a observar detenidamente a los peatones para poder progresar en su negocio"



....Lo que realmente la gente no quiere, es tener que mirarte a la cara.....

Saludos Calados y lectores
Las gemelas del sur

domingo, 1 de diciembre de 2013

EL PODER DE LA IMAGEN

Escultura de Kris Kuksi
Impactante como mínimo.
Contemplar la obra de un artista independientemente de valorar su técnica, su estilo, su tendencia, eso si eres algo entendido, siempre te lleva  a querer comprender su mensaje. En ocasiones no coincide en absoluto con la intención del autor, porque el lenguaje de las imágenes artísticas traspasan la lógica o la razón y se aloja en el área de la subjetividad, de las emociones y sus vivencias, incluso del inconsciente.

Pido disculpas al artista y me dejo llevar de la mano de mi psique, adentrándome en la aventura de ofreceros mi interpretación, a la vez que me atrevo y os invito a que ofrezcáis la vuestra o al menos un calificativo.

La mirada de la escultura central me lo ha dicho todo. Así es, totalitaria, dominante, aplomada, sin titubeos y hasta arrogante con muchísima elegancia. El poder al desnudo, envuelto en ese aura al más estilo barroco, rococó sin duda, retorcido en espirales de corruptas conexiones que lo alimentan en su flema autoritaria. En su base el mundo complejo donde se encuentran las sumisas reivindicaciones encajadas y ensimismadas por el entramado de los detalles y la belleza colosal que las envuelve.
En fin, veo una representación del poder político que siento me aplasta en mi querida tierra, en mi casa, en mi cultura.
Aunque aún no comprendo el sentido de la liliputiense figura que corona la cabeza del poder.
¿Os atrevéis a interpretarla? Bienvenidas serán todas

Si queréis saber más de la obra de este artista os dejo el enlace Kris Kuksi 

Besos domingueros, queridos Calados y Lectores.

Las Gemelas del Sur.