¡Buenos días Calados!,
Hoy nos levantamos conectados a vosotros, como siempre, pero nos planteamos si de verdad los ciudadanos del mundo, a pesar y gracias a todo ese universo de tecnología, nos interesamos de quien es nuestro vecino...
Nuestro mundo está
conectado, las nuevas tecnologías nos permiten comunicarnos en
tiempo real, por teléfono, videoconferencia, redes sociales, sabemos
hasta lo que han comido amigos y agregados ese mismo día.....sin
embargo, cada vez estamos más aislados. En una familia cualquiera, a
una hora que podía ser la tertulia de sobremesa, los miembros se
distribuyen; uno se dirige al sofá del comedor para ver la
televisión, otro “whatsappea” en su habitación, ajeno a
cualquier estímulo externo, otro circula por el “facebook” en el
ordenador de la habitación de al lado y puede ser que el último se
quede colgado, deambulando entre unos y otros reclamando un minuto de
atención, echando de menos las conversaciones que fluían alrededor
de la mesa hace unos cuantos años....y presumimos de tener un
número de amigos ¡con más de 3 cifras! agregados, para contarnos y
mostrarnos cada uno de sus pasos.
Nos estamos convirtiendo
en auténticos adictos a “estar conectados” Con las nuevas
tecnologías hay personas que llegan a desarrollar verdaderas
patologías. Sus gestos de permanecer en contacto a través del
“whatsapp” o las distintas redes sociales, se convierten en unos
gestos rutinarios, compulsivos que se realizan de una forma constante
e inconsciente.
Las tecnologías
aplicadas a nuestras medios de comunicación y trasporte también nos
sirven para poder estar en el lugar elegido, si es necesario, en
tiempo record. Cada vez son más y mejores los avances en sistemas inteligentes de
transporte (SIT), conductores bien informados, carreteras seguras,
ahorro de energía, menos contaminación, es el futuro mas cercano
que nos ofrecen estos Sistemas, tanto en el vehículo como en las
infraestructuras que proporcionarán a los usuarios una mayor
capacidad de criterio para elegir la mejor manera de hacer un viaje.
Pero tanta información,
y tanto “enganche” a estar informado de cosas irrelevantes, nos
avoca a la distracción, el reto del futuro en cuanto a la
conducción. Un reciente estudio nos dice que si se utilizan las
redes sociales, sólo la lectura de mensajes, yendo a la velocidad
permitida, el tiempo de reacción se incrementa un 37%, aumentan las
salidas del carril y hay una manifiesta incapacidad para adaptarse a
los cambios de velocidad, en resumen, que acabamos teniendo 3 tipos
de distracciones; cognitiva, manual y visual.
Pero diferenciemos; son
herramientas útiles, la cuestión es utilizarlas bien y si esto
implica alguna interacción, hay que usarlos solo en parado y sin
conducir.
Estamos a favor de la tecnología que nos ofrezca una mayor y mejor calidad de vida pero bajo control, porque, tal vez abstraídos por sus posibilidades, al cabo de un tiempo
de aislamiento, dejemos de vernos.....dejemos de ver..........
.............Al cabo de un minuto de conversación, el 40% de las señales se dejan de ver.
¡Saludos amigos Calados y lectores!
Gemelas del Sur