Con nostalgia de inocencia os damos los buenos días este lunes de mayo.
¿Os acordáis en qué momento os distéis cuenta que os faltaba la inocencia?
¿Os acordáis en qué momento os distéis cuenta que os faltaba la inocencia?
”Matar a un niño”, de César y José Esteban Alenda.
Premio del publico "Biznaga" al mejor cortometraje en el XIV Festival de Cine de Málaga
Premio del Jurado a Mejor Cortometraje en la Semana de Cine Iberoamericano de Villaverde
Nominado al Premio Goya 2012 - Mejor Cortometraje de Ficción.
"Es domingo. Es el despertar feliz de un día desgraciado. A las diez en punto, un niño feliz, va a morir"
Roger Princep protagoniza la historia junto a Cristina Marcos y Roger Álvarez En la voz en off, Manolo Solo.
Es evidente la particularidad visual del corto, tanto el montaje como la fotografía van creando pausas que no paran, que junto al sonido y la música, construyen una elegante puesta en escena intercalando imágenes estáticas y en movimiento.
Instantes de vida y muerte fotografiados en blanco y negro, hacen que sigamos la senda de una inquietante amenaza...
“Matar a un niño” encierra múltiples lecturas para el espectador, todas sugerentes......
un reloj antiguo....nos da ese tono nostálgico a la vez que entrañable y triste y nos avoca al siguiente pensamiento.... el tiempo, ese enemigo que todo lo devora.... la tremenda fugacidad de la vida...la vida de la inocencia que escapa con los últimos minutos, los silencios, el blanco y negro de las instantáneas....¿nos devuelven a los comienzos, a nuestra infancia...? Fotos fijas que a trompicones van presentando las escenas disciplinadamente marcadas por las notas del piano, mientras, alguien convierte las palabras en poesía.
¡Que tengáis un gran día Calados!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUff! Impresionante.
ResponderEliminarMe ha hecho pensar en todo aquello que nos aleja del mundo de nuestros hijos mientras son niños, tantas absurdas prioridades, tantos "tiempos muertos". Vale la pena "pararse" a su lado y ensimismarse con la simpleza de su felicidad. Y compartirla.
Y sí, yo también creo que la infancia muere en silencio.
El niño del corto es fantástico. Sus ojos lo dicen todo.
Un saludo Gemelas.
Me ha puesto los pelos de punta, y eso que mis "niños" ya perdieron su inocencia hace muchos años.
ResponderEliminarPor desgracia, todo esto, pese a todo, es con nuestra óptica de "primer mundo". Mis pensamientos vuelan y vienen a mi cabeza imágenes de tantos niños que dejan de serlo demasiado pronto en otros lugares. Tremendo, terrible, imperdonable, vergonzoso, denigrante. Ojos grandes, inocentes e ignorantes, empuñando machetes, enterrando a sus padres, o rebuscando en vertederos o en minas para comer o "trabajar". Un problema mundial de mucho mayor calado del que parece, son generaciones sin infancia...
Fuertecillo el lunes Gemelas...
Comenzais la semana con este puñetazo en el estómago. Maravillosa la imagen, no tanto el texto, pero muy impresionante. Y como dice Emilio hay mil formas peores de perder la infancia o no tenerla: abusos, prostitución infantil, maltrato, guerra, hambre. Todos los niños tienen derecho a ser niños y ojalá la inocencia pudiera durar toda la vida.
ResponderEliminarMe ha tenido en vilo esa muerte anunciada, para después dar un respiro y maldecir que el resultado es otra muerte.
ResponderEliminarLa perdida de la inocencia tan radical, tan traumática. Creo que esa pérdida es gradual, no te das cuenta, te anestesian poco a poco tu alma de niño, pero ahí queda. ¿Cuántas veces he querido despertarla, pero me da miedo, quedaría a merced de las fieras....?
Besos.
Y cuando dejan de ser niños, te queda cierto sabor amargo, y lamentas no haber compartido, más...Aunque hay otras etapas que compartir que sin duda también tienen sus valores..
ResponderEliminarSaludos Nepalí
Lo comparto al 100% Emilio, siempre les queda algo de inocencia, protegida como oro en paño, que sacan de vez en cuando, con sorpresa y una gran complacencia por mi parte. Pero lo que comentas, es la prueba de que no hay justicia en el mundo, ni derechos humanos que se respeten.
ResponderEliminarSi a todos nos durara toda la vida Amparo, viviríamos en un mundo de fantasía y felicidad. Creo que la vida es evolución y parte de ello consiste en perder la inocencia y sustituirla por otros valores, pero cuando los valores se convierten en interés, beneficios, en provecho....se ensucia todo...
ResponderEliminarNo te preocupes Mar, la inocencia no vuelve, pero hay quien tiene más rastro de inocencia y "las fieras se confunden" y atacan..
ResponderEliminarBesos Mar
Creo que la inocencia nunca se pierde del todo, en mayor o menor medida, saldrá a relucir en determinados momentos de la vida cuando no queden armas o argumentos con los que avanzar o sobrevivir.
ResponderEliminarSimplemente, o no tan simplemente, dejamos de guiarnos por esa limpieza en nuestra mirada y creamos intereses, perseguimos y codiciamos cosas banales.....en fin "crecemos".
Muy bonita Gemelas. Un beso.
Crecer es sinónimo de perder, perder inocencia, sinceridad, fantasía, bondad y ganar, bueno lo de ganar es relativo. Nunca deberíamos perder la inocencia, pero entonces, no creceríamos..
ResponderEliminarUn discurso desde una segunda piel, desde el alma dormida, como dice Mar..
Saludos Latour