Muy buenos días de martes, amigos, Calados y lectores:
Vuelvo una semana más a las letras, para traeros una Calada sin humo de mi puño y tecla, que viene esta vez "sin miedo" de la mano de un persoaje curioso y admirado y que no es otro que, el hombre del banco.
¡Disfrutadlo!.
Saludos.
Arwen
(Cap. XVIII) EL HOMBRE DEL BANCO: SIN MIEDO.
El hombre del banco ha empezado a tener una gran compañía, debido a que el resto de bancos públicos del parque en el que él reside, de unos meses a esta parte han comenzado a llenarse de nuevos inquilinos, en su mayoría, desempleados, estudiantes sin futuro, personas que han perdido su hogar por no poder pagar la hipoteca y en definitiva una gran masa humana que ahora hace las veces de vecindad del hombre del banco, que en muy poco tiempo ha cambiado su soledada callejera por una gran vida social al amparo de un cielo estrellado, que no es de nadie por más que políticos y banqueros se empeñen en hacerlo suyo.
Al doblar la esquina una procesión multitudinaria de seres humanos, sin crucifijos ni religiones, empuñando pancartas en pro de la democracia real y alzando cánticos anti-corrupcción se adueñan de las calles del lugar, haciendo sonar al fondo del callejón más de una sirena policial.
La canción de cuna de los tambores y la humanidad, junto al olor a mantas y a sacos de dormir, da paso al cielo abierto. Un cielo protector que les regala una noche templada y liviana, sin asperezas climáticas, donde poder descansar sus cuerpos desahuciados y con los párpados vencidos los invita a soñar con un mundo mejor.
El hombre del banco se acurruca junto a una larga cabellera rojiza agradeciendo sin saber muy bien a quién, todo el regalo humano que ha recibido al tiempo en el que se pregunta una y otra vez si tal vez todo aquello no será el mismisimo Oculoris...
Al doblar la esquina una procesión multitudinaria de seres humanos, sin crucifijos ni religiones, empuñando pancartas en pro de la democracia real y alzando cánticos anti-corrupcción se adueñan de las calles del lugar, haciendo sonar al fondo del callejón más de una sirena policial.
La canción de cuna de los tambores y la humanidad, junto al olor a mantas y a sacos de dormir, da paso al cielo abierto. Un cielo protector que les regala una noche templada y liviana, sin asperezas climáticas, donde poder descansar sus cuerpos desahuciados y con los párpados vencidos los invita a soñar con un mundo mejor.
El hombre del banco se acurruca junto a una larga cabellera rojiza agradeciendo sin saber muy bien a quién, todo el regalo humano que ha recibido al tiempo en el que se pregunta una y otra vez si tal vez todo aquello no será el mismisimo Oculoris...
Muy oportuna esta historia del hombre del banco, y muy bien planteada. Esperemos que no sea una mera ilusión y que llegue a traer verdaderos frutos.
ResponderEliminarUn saludo.
El hombre del banco esta en plena actualidad y vive el momento bajo las mismas circustancias que el resto de sus nuevos agregados....seguro que nos hara un huequecito si nos lo proponemos. Besos
ResponderEliminarFeliz semana prciosa
El hombre del banco está asistiendo al nacimiento de una esperanza.
ResponderEliminarBesos.
Y el hombre del banco no se unió a la procesión?¿ Me alegro de que tenga compañía, aunque no de las causas que la propician :S
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡¡¡
Muy buenas Dean y el hombre del banco se encuentra completamente sumergido en la más rabiosa actualidad ciudadana, acompañado por una multitud que ha despertado y que lamentablemente está profundamente indignada...y sí como bien dices esperemos que todo este movimiento popular que ha surgido no sea un mero espejismo y se resuelva satisfactoriamente para todos. Besos.
ResponderEliminarLola, ya sabes que él es un ser de lo más solidario y estoy segura de que no nos faltaría sitio junto a él...lo único que deseo es que esto último no llegue, por lo menos como casa permanente... ;)
Toro, no lo has podido describir mejor...el hombre del banco y todos sus vecinos...y hasta nosotros mismos, estamos asistiendo como actores o espectadores al nacimiento de una nueva esperanza...gran palabra con mucha connotación implícita. Besos.
ResponderEliminarDirty, si te fijas bien, es la procesión la que se ha unido a él...que cosas...pero seguro que va a estar encantado de acompañarles a donde sus pasos lo lleven...:D
Besos y a todos gracias por pasar un día más.
Arwen
No puedo dejar de venir a la cita en este banco, para compartir con el hombre que lo habita un momento como este... empezando a moverse los engranajes ;)
ResponderEliminarBesos abisales
...de rabiosa actualidad¡ Me ha gustado mucho este relato, lo que no me gustan son los motivos por los cuales el "hombre del banco" tiene vecinos.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Abismo, gracias por no faltar a esta cita y sí no podemos dejar de mover esos engranajes que abren el camino de la esperanza. ;) besos hasta tu abismo....
ResponderEliminarRamón, más rabiosa no podría ser y comparto contigo el desazón por conocer los motivos de la nueva vecindad del hombre del banco.
Abrazos.
Arwen
Excelente crónica del terremoto social que se necesita en estos momentos, pero como tu acertado título señala sin miedo. Encantadas de acompañar al hombre del banco.
ResponderEliminarBesos a pares.
Es genial el hombre del banco, quiero más de el... besos
ResponderEliminarHabrá más de él Diego, no te preocupes...tanto como nos vayan dejando las situaciones...besos y gracias por pasar un día más.
ResponderEliminarArwen
Gemelas, perdonad porque os he saltado y sí un terremoto social que no cesa...y que no pare... pero sobre todo que avanza sin miedo...encantados estamos nosotros de viajar con vosotras... :))
ResponderEliminarBesos.
No puede ser más acertado este Hombre del banco yo por mi parte cada día lo quiero más con un amor creciente y desinteresado que nada tiene que ver con los tipos duros del mercado financiero...muy bueno Arwen.Fredysaludos.
ResponderEliminarGracias Fredy, el hombre del banco vive una verdadera revolución, yo me atrevería a señalar que es la Spanish revolution y está encantadísimo con estos primeros síntomas de cambio.
ResponderEliminarBesos enormes.
Arwen
Presiento que en muchas partes de España van a haber muy pronto muchos hombres del banco y muchas mujeres del banco,eso sí los bancos (los del capital) bien lejos.Felicidades Arwen.
ResponderEliminarY abrazos pa tosssssssssssssssssssss
Pues mucho me temo Sombra que ya llevamos más de tres años de hombres y mujeres del banco, eso sí, nuestro personaje es muy especial y pese a las intempestades sociales, políticas y económicas no pierde su particular modo de enfrentar el mundo y su gran solidaridad.
ResponderEliminarBesos a todos.
Arwen
Me consuela -estoy seguro de ello- que el hombre del banco no dejará nunca de ser solidario mientras nos conduce a "Oculoris".
ResponderEliminarPor supuesto que no dejará de hacerlo Delio...ya lo conocéis (y ya lo conocemos)... ;) un abrazo hacia Oculoris... :))
ResponderEliminarArwen