Muy buenos días amigos, Calados y lectores:
Un martes más voy dándole Sólo Una Calada Más, para traeros por aquí un relato, de mi puño y tecla, que en esta ocasión continua narrando las aventuras y desventuras de El Hombre del banco.
Saludos Dolces.
Arwen
Caminando sin rumbo entre las calles que cincelan la madrugada de la ciudad, el hombre del banco se fija en una valla publicitaria, que adorna la estrecha carretera con rumbo a ninguna parte, y que toma como protagonista a un robusto hombre de escaso pelo oscuro, traje gris, corbata y mirada afilada, acompañado por dos bellas jóvenes que lo contempla chulesco desde su pedestal gigante y que le recuerda a aquellos viejos films de Bogart. Rápidamente se enamora de aquel personaje brillante, sinónimo del éxito al que acompaña una frase que alega; "La Dolce Vita". Desconoce por completo a aquel gran actor de tintes negros que se hace llamar Silvio Berlusconi, pero vertiginosamente ha comprendido la esencia desmedida de su potencial de triunfo, una proyección que muy pocos consiguen y decide que él quiere ser como el hombre del cartel, así que apoyado por su pasión por el cine nuestro hombre sale corriendo a toda prisa hacia su madriguera original donde su única pertenencia, una maleta con sus más preciados bienes, lo espera oculto entre los matorrales próximos al estanque de los patos del parque de la Route.
Una vez allí mira hacia todas partes y sabiendo que nadie lo observa se desliza cual serpiente entre la maleza art topiaria y abre sigilosamente la caja de su escaso equipaje, que enseguida le muestra un variopinto contenido entre el que sabiamente revuelve hasta encontrar su vieja cámara Súper-8, pieza de museo y recuerdo de su época de universitario, que ha mantenido atesorada y con ella en la mano desliza sus dedos para acariciar suavemente el objetivo. La frialdad de su metal se funde una vez más con sus pensamientos y una sonrisa lasciva se vuelca en sus labios, produciéndole una felicidad sólo al alcance de unos pocos ..y del contenido preciso de la maleta, extrae su mejor traje, camisa, corbata y zapatos con los que se viste, se repeina deleitándose frente a su pequeño espejo de mano y todo listo y cámara en mano el hombre del banco se sitúa a la entrada del Route junto a un cartel en el que ha escrito: Casting para La Dolce Vita.
No tardan en llegar los primeros participantes al casting, él sabe que va a ser un duro trabajo de selección... una fauna humana de lo más hetereogénea ameniza con su presencia la mañana cinéfila. A la cabeza de aquellos seres, un chaval de unos veintipocos años con sus libros bajo el brazo, seguido por una mujer cercana a la cincuentena con el pelo oxigenado y un chucho esmirriado al que pasea agarrado a un collar de piedras brillantes, un hombre trajeado, un par de treintañeras que consumen un cigarrillo imitando a Marilyn, un viejo anciano aferrado a una botella y tras ellos parados, jubilados angustiados por su exigua pensión, inmigrantes, hastiados...y la fila se hace tan extensa que tiene que citarlos en horarios diferentes para poder inmortalizar el talento de todos ellos.
- De momento probaré hoy con el chaval- pronuncia en tono solemne el hombre del banco - mientras reparte cartones con las jornadas al distinguido reparto de intérpretes y les va cobrando 10 euros a cada uno por los gastos de filmación.
- A ver rubio, ¡demuéstrame que sabes hacer!, necesito el perfil de un desempleado, entre tantos, un hombre joven, con estudios que ha pasado ya la becaria y que engrosa las filas del INEM, ¿puedes hacerlo?...
-Por supuesto que sí señor. -responde el joven de los libros bajo el brazo-.
A la voz de luces, cámara, acción, el espontáneo dorado comienza su actuación estelar dirigiendo su rostro a la cámara.
- Buenos días, mi nombre es Angie, soy economista y nunca he trabajado, pero necesito un trabajo...
Sin dejarlo pronunciar una palabra más, el hombre del banco interrumpe...-¡corten!... ¡Fantástico,! ¡magnífico!...¡has bordado el papel!...¡eres justo lo que necesito!...¡tienes madera chico!...sabes darle a la cámara lo que te pide y ahora vuelve con tus libros y regresa mañana aquí a esta misma hora para entrar en plano con el resto del reparto. Enhorabuena y no dejes de ensayar...esa frase la quiero como si fuera tuya, ¿me entiendes?.
-Por supuesto que sí señor, estoy interpretando mi porpia vida, es muy fácil. Mañana sin falta vuelvo. -añade abrumado el debutante-.
Ya inmerso en su soledad, el hombre del banco siente como late su corazón, bajo la arquitectura delgada de su esqueleto y en ese acompasado tic-tac se recrea, hasta que descubre que el maldito órgano tiene melodía propia y que canturrea anárquico el estribillo confuso que reza; "Allons enfants de la patrie"...con un desamor sereno que cangrena la marejada de su recién estrenada libertad artística y descubre al tiempo que le duelen los ojos de los otros, esos globos cristalinos y viscosos que no ven más allá de sus arquetipos cansados y faltos de emoción y decide que esa será la melodía principal de su película.
La Dolce Vita tendrá un guión sobresaliente de personajes veraces que financiaran su proyecto y decide que sólo él puede interpretar el papel del hombre del cartel, está convencido, él será el director y el protagonista de la cinta, una gran pieza con la que está seguro que la industria Hollywodense se rendirá a sus pies y su proyección se exhibirá en las salas mundialmente, mientras un público deseoso por devorarla esperará largas colas a la puerta de los mejores cines... y algún día, uno de estos, con los millonarios beneficios obtenidos...inaugurará Oculoris.
Cámara bajo el brazo y corbata desajustada, se recuesta en un banco soleado, dejándose llevar por sus pensamientos, y cerrando los ojos sueña con La Dolce Vita. Pero ese sueño pronto se desvanece cuando una jauría de perros rabiosos sintiéndose estafados agarran entre varios a nuestro hombre y a golpes le roban la recaudación, rompiendo en mil pedazos, su vieja cámara súper-8, mientras se esfuman, como su sueño, en la mañana templada de la que pudo ser una Dolce Vita.
Un martes más voy dándole Sólo Una Calada Más, para traeros por aquí un relato, de mi puño y tecla, que en esta ocasión continua narrando las aventuras y desventuras de El Hombre del banco.
Saludos Dolces.
Arwen
Caminando sin rumbo entre las calles que cincelan la madrugada de la ciudad, el hombre del banco se fija en una valla publicitaria, que adorna la estrecha carretera con rumbo a ninguna parte, y que toma como protagonista a un robusto hombre de escaso pelo oscuro, traje gris, corbata y mirada afilada, acompañado por dos bellas jóvenes que lo contempla chulesco desde su pedestal gigante y que le recuerda a aquellos viejos films de Bogart. Rápidamente se enamora de aquel personaje brillante, sinónimo del éxito al que acompaña una frase que alega; "La Dolce Vita". Desconoce por completo a aquel gran actor de tintes negros que se hace llamar Silvio Berlusconi, pero vertiginosamente ha comprendido la esencia desmedida de su potencial de triunfo, una proyección que muy pocos consiguen y decide que él quiere ser como el hombre del cartel, así que apoyado por su pasión por el cine nuestro hombre sale corriendo a toda prisa hacia su madriguera original donde su única pertenencia, una maleta con sus más preciados bienes, lo espera oculto entre los matorrales próximos al estanque de los patos del parque de la Route.
Una vez allí mira hacia todas partes y sabiendo que nadie lo observa se desliza cual serpiente entre la maleza art topiaria y abre sigilosamente la caja de su escaso equipaje, que enseguida le muestra un variopinto contenido entre el que sabiamente revuelve hasta encontrar su vieja cámara Súper-8, pieza de museo y recuerdo de su época de universitario, que ha mantenido atesorada y con ella en la mano desliza sus dedos para acariciar suavemente el objetivo. La frialdad de su metal se funde una vez más con sus pensamientos y una sonrisa lasciva se vuelca en sus labios, produciéndole una felicidad sólo al alcance de unos pocos ..y del contenido preciso de la maleta, extrae su mejor traje, camisa, corbata y zapatos con los que se viste, se repeina deleitándose frente a su pequeño espejo de mano y todo listo y cámara en mano el hombre del banco se sitúa a la entrada del Route junto a un cartel en el que ha escrito: Casting para La Dolce Vita.
No tardan en llegar los primeros participantes al casting, él sabe que va a ser un duro trabajo de selección... una fauna humana de lo más hetereogénea ameniza con su presencia la mañana cinéfila. A la cabeza de aquellos seres, un chaval de unos veintipocos años con sus libros bajo el brazo, seguido por una mujer cercana a la cincuentena con el pelo oxigenado y un chucho esmirriado al que pasea agarrado a un collar de piedras brillantes, un hombre trajeado, un par de treintañeras que consumen un cigarrillo imitando a Marilyn, un viejo anciano aferrado a una botella y tras ellos parados, jubilados angustiados por su exigua pensión, inmigrantes, hastiados...y la fila se hace tan extensa que tiene que citarlos en horarios diferentes para poder inmortalizar el talento de todos ellos.
- De momento probaré hoy con el chaval- pronuncia en tono solemne el hombre del banco - mientras reparte cartones con las jornadas al distinguido reparto de intérpretes y les va cobrando 10 euros a cada uno por los gastos de filmación.
- A ver rubio, ¡demuéstrame que sabes hacer!, necesito el perfil de un desempleado, entre tantos, un hombre joven, con estudios que ha pasado ya la becaria y que engrosa las filas del INEM, ¿puedes hacerlo?...
-Por supuesto que sí señor. -responde el joven de los libros bajo el brazo-.
A la voz de luces, cámara, acción, el espontáneo dorado comienza su actuación estelar dirigiendo su rostro a la cámara.
- Buenos días, mi nombre es Angie, soy economista y nunca he trabajado, pero necesito un trabajo...
Sin dejarlo pronunciar una palabra más, el hombre del banco interrumpe...-¡corten!... ¡Fantástico,! ¡magnífico!...¡has bordado el papel!...¡eres justo lo que necesito!...¡tienes madera chico!...sabes darle a la cámara lo que te pide y ahora vuelve con tus libros y regresa mañana aquí a esta misma hora para entrar en plano con el resto del reparto. Enhorabuena y no dejes de ensayar...esa frase la quiero como si fuera tuya, ¿me entiendes?.
-Por supuesto que sí señor, estoy interpretando mi porpia vida, es muy fácil. Mañana sin falta vuelvo. -añade abrumado el debutante-.
Ya inmerso en su soledad, el hombre del banco siente como late su corazón, bajo la arquitectura delgada de su esqueleto y en ese acompasado tic-tac se recrea, hasta que descubre que el maldito órgano tiene melodía propia y que canturrea anárquico el estribillo confuso que reza; "Allons enfants de la patrie"...con un desamor sereno que cangrena la marejada de su recién estrenada libertad artística y descubre al tiempo que le duelen los ojos de los otros, esos globos cristalinos y viscosos que no ven más allá de sus arquetipos cansados y faltos de emoción y decide que esa será la melodía principal de su película.
La Dolce Vita tendrá un guión sobresaliente de personajes veraces que financiaran su proyecto y decide que sólo él puede interpretar el papel del hombre del cartel, está convencido, él será el director y el protagonista de la cinta, una gran pieza con la que está seguro que la industria Hollywodense se rendirá a sus pies y su proyección se exhibirá en las salas mundialmente, mientras un público deseoso por devorarla esperará largas colas a la puerta de los mejores cines... y algún día, uno de estos, con los millonarios beneficios obtenidos...inaugurará Oculoris.
Cámara bajo el brazo y corbata desajustada, se recuesta en un banco soleado, dejándose llevar por sus pensamientos, y cerrando los ojos sueña con La Dolce Vita. Pero ese sueño pronto se desvanece cuando una jauría de perros rabiosos sintiéndose estafados agarran entre varios a nuestro hombre y a golpes le roban la recaudación, rompiendo en mil pedazos, su vieja cámara súper-8, mientras se esfuman, como su sueño, en la mañana templada de la que pudo ser una Dolce Vita.
Hola Arwen, este hombre del banco si que tiene recursos para vivir y poder realizar el proyecto ocularis, lastima que perdio la recaudacion de su dia de trabajo, jejejeje, pero de seguro seguira con nuevas estrategias.
ResponderEliminarUn abrazo
me gusta Arwen....me he desvelado por el crio pero tengo recompensa entrando qui....graciasssss por el relato. Besos preciosa, como siempre una calada sin humo estupenda.
ResponderEliminarLa Dolce Vita se jodió.
ResponderEliminarQue poco dura la alegría en la casa del pobre.
Besos.
Nada, que cuando parece que el pobre hombre por fin encuentra sentido a su vida, se la tienen que fastidiar unos chuchos hambrientos... y vaya tela, que el Berlusconi le haya servido de inspiración, aunque visto por otro lado, el Berlusconi daría para más de una película de serie B... ;p
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡¡
Que tremendo este Hombre del banco... Al final lo de siempre: la imcomprensión del verdadero arte.
ResponderEliminarPor cierto, tu relato me ha recordado que lo caros que salían tres minutos de rodaje en Super-8, jajajaj... Me estoy haciendo viejo.
Besos, Arwen.
Muy buenos días TR y como decía Lope de Vega..."el hombre agudiza el ingenio"...o como decimos hoy por hoy..."hay que buscarse la vida"....
ResponderEliminarUn beso y veremos a ver en próximas desventuras, como se las ingenia... ;D
Arwen
Lola...pues me alegro mucho muchísimo de que hayamos colaborado a combatir tu insomnio y sobre todo, de que esta calada sin humo y literaria te haya gustado.
ResponderEliminarUn besote y gracias a ti por pasar a saborearlo ;D
Toro, que razón tienes..."a perro flaco todo son pulgas".... ;P
ResponderEliminarUn beso.
Dirty...ja,ja,ja...dudas del potencial del Sr. Berlusconi...ejemplo de elegancia, saber estar y Don Juan por naturaleza...ja,ja,ja....¿cómo no iba a verse atraído por él, el mismísimo hombre del banco?...xD xD
ResponderEliminarBesotes!!!;P
Y Onminyas...ja,ja,ja...yo creo que hacer hoy en día un corto con una súper-8 sería la bomba, sobre todo cuando estamos en la época del stop-motion y compañía...creo que podría salir una joyita y una verdadera obra de arte...¿alguien se anima?...ja,ja,ja....
ResponderEliminarY sí el hombre del banco es tremendo.
Besotes y buenos días! ;D
Arwen como siempre felicitarte,leo entre lineas,abuso del poder político,crisis,desempleo,sin techo y muchas cosas mas.Menudo personaje has creado!.Enhorabuena y yo me hago fan incondicional de este hombre y de su mentora.Fredysaludos.
ResponderEliminarFlipante Arwen opino lo mismo que Fredy y también que el resto y yo añadiria que además este hombre del banco es un martir social...El hombre del banco for president...yes he can!!!!...jajajajajaj
ResponderEliminarFeliciades Arwen por tu alucinante puño y tecla.
Y abrazos p'a tosssssssssssssssssssssss
Precioso Arwen, cargado como siempre de mil guiños. Espero que nuestro hombre del banco no sse desanime y vuelva a intentarlo de nuevo, tenemos que ver la inauguración de Oculoris!! Un besillo!
ResponderEliminarFredy, si que es cierto que hay mucho "material pesado" entre lineas...pero yo sólo hablaré en presencia de mi abogado...ja,ja,ja...
ResponderEliminarGracias por tu felicitación! ;)
Un beso.
Sombra, gracias. Y me da la sensación de que a este hombre del banco lo vais queriendo un poquito...xD
ResponderEliminarYes we can!...ja,ja,ja...
Besos.
Y Málaga...muchos guiños ya lo creo...ja,ja,ja...no sé si habrá inaguración o no de Oculoris....¿qui lo sá?...sólo el hombre del banco tiene la respuesta...
ResponderEliminarLo que si que tengo claro es que mañana vienen "tus galletas" y ya estoy deseando echarles un ojo...ja,ja,ja....
Un besote y feliz mañana preciosa!!!
Besos y Dolce Vita para todos!!!!...xD xD
1 saludo, últimamente ni ando ni andaré mucho por los blogs-.-
ResponderEliminar1 beso y vuelvo la semana que viene (+o-)^^
Cuídate Eder y nos vemos cuando quieras. Un besote! ;D
ResponderEliminar...que bonito relato¡ estupendo. Gracias. Saludos
ResponderEliminarEl hombre del banco me tiene en un sinvivir... siempre le chafan los negocios. Me ha gustado toda esa galería de parados, vencidos, borrachos y jubilados angustiados para representar "la doce vita" al compás glorioso de la marsellesa..jjajaj.
ResponderEliminarPero seguro que nuestro hombre lo volverá a intentar. De alguna manera se está dando cuenta de que la mayoría de nuestros sueños no se cumplen por miedo a fracasar. Tiene que seguir intentándolo..
Anrafera, gracias y me alegra que te haya gustado el relato. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Y Delio...ja,ja,ja...¿este hombre del banco os está enganchando tal vez?....XD
ResponderEliminarPersonalmente creo que el no deja de intentarlo jamás, son los "otros" los que le ponen la zancadilla...pero volverá....y veremos a ver como sale de esta...ja,ja,ja....
Besazos y gracias por pasar a Calaros conmigo!! ;D
Este personaje cada vez me gusta más, desde luego que le estás dando una dimensión muy especial, me encanta.
ResponderEliminar_Un saludo.
Gracias Dean y no se lo digáis a nadie pero a mi me tiene completamente fascinada... ;D
ResponderEliminarBesos.
A TR quería decirle que "el hambre agudiza el ingenio" que ahora releyendo he visto la errata (hombre por hambre)...
ResponderEliminarBesos.
Hola de nuevo Arwen!, por aquí me encuentro recién más o menos recién llegado.
ResponderEliminarEsto va en progresión exponencial... cada vez es más y más bueno.
Y por un momento me he creído que ese chaval podría haber sido yo (y quien sabe, llegar a la fama)... pero actuo muy mal, y no me van las economias sumergidas, jaja...
Pero vamos, que aunque la Dolce Vita se quede para el recuerdo, me consta que tú le llevas grabando a este curioso hombre desde hace mucho tiempo... y eso en Hollywood dará para un trilogía. Se hará rico, lo presiento. jaja
Un placer volver a calarme en el banco... Y un besazo enorme!!! nos vemos por el mssnger y esas cosas jaja...
Saludetes Xto y bienvenido de nuevo por aquí,y gracias por ese más y más bueno...
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué me dices?...¿qué te has identificado con el chaval de la actuación?...ja,ja,ja...si es que este hombre del banco da para mucho...pero te equivocas yo no llevo grabándolo mucho tiempo, tan sólo el tiempo que vosotros lo conocéis...xD
Veremos a ver que le ocurre a este hombre en un futuro cercano...ja,ja,ja...
Un besazo y cuídate! ;D
El hombre del banco es un genio incomprendido.Un visionario. Una mente privilegiada que lamentablemente, se topa de bruces con la necedad del mundo y su falta de tolerancia y comprension.
ResponderEliminarEs mi idolo.
Gracias Ath., también es mi ídolo, veremos a ver en un futuro no muy lejano como se las ingenia para seguir rodando por el mundo!. ;D
ResponderEliminarBesazos!!!