domingo, 6 de octubre de 2013

La lista.


Hace una semana, más o menos, vi la foto que, por todos los medios, había evitado ver: los niños gaseados de un barrio de Damasco. Estaban alineados, tirados en el suelo, parecían dulcemente dormidos, pero estaban muertos. Y hace unos días también leí una noticia en Internet en la que afirmaba que en una entrevista concedida a un periódico estadounidense, el presidente sirio, Bashar Al Assad, había reconocido abiertamente que tiene armas químicas, y no sólo eso, sino que afirmaba que la eliminación de las mismas costaría unos mil millones de dólares. No quiero ni imaginarme lo que costó fabricarlas. 

Y hoy escribo sobre este doloroso tema porque algo me chirría, y mucho. Aclaro antes de ir al grano que entiendo lo mismo de política internacional que de física cuántica, o sea nada, pero tengo claro que algo no me cuadra en este "juego" de la guerra. 
Rusia y, sobre todo, EE.UU están hasta los mismísimos gatillos de meterse en líos que no son los suyos. El pueblo americano está hasta la coronilla -por no decir hasta los h...-, de pagar con muertos propios asuntos y problemas que tienen lugar a miles de kilómetros de la valla de su jardín. Y sus gobernantes se han dado cuenta. Así que, en vez de avasallar, invadir, bombardear y "ver" armas de destrucción masiva a diestro y siniestro, han decidido pedir una lista, sí una lista. 
El presidente sirio, Bashar Al Assad, debe entregar un listado de las armas químicas que posee antes de fin de año, y se supone que el año próximo serán destruidas. A tenor de lo que nos dicen los noticiarios, el señor Putin y el señor Obama se han mostrado muy confiados en que esa lista de armamento químico va a ser entregada. Mientras tanto, los sirios pueden seguir matándose como quieran: a tiros, a bombazo limpio, a pedradas o a escupitajos, que formas de matar y de morir hay muchas. 
Sigo pensando que algo no me cuadra, que la tibieza en la respuesta de los dos grandes -EE.UU y Rusia- me parece un pelín sospechosa. Que no entiendo muy bien cómo el presidente sirio va por ahí concediendo entrevistas a periódicos norteamericanos en las que reconoce su arsenal químico, que por mucho menos que eso en otras ocasiones se ha armado la de Dios es Cristo y que, después de todo, a quién le interesa la vida de los habitantes de un humilde suburbio de Damasco. 
Que alguien me lo explique, por favor, porque yo creo que en este intento de resolución del drama sirio, algo huele a chamusquina. 
P.D. He evitado poner la terrible fotografía de los niños gaseados para no herir sensibilidades.

La gata sobre el teclado. Amparo Puig.

16 comentarios:

  1. La guerra es otro negocio, Observe que en Egipto, auspiciados por los gringos, el bajón del presidente, no sirvió para nada. Ahí están agarrados de nuevo...pero hhay mano inisible, que festina estos eventos. Siempre dije, que Obama, era una marioneta, puesta para calmar los ánimos excitados por la venida abajo del sector bancario americano. Que esa postura de progresista y nada imperial, era pura fachada. Y mírenlo, ahora, al premio Nobel de la paz, incumpliendo con la propuesta de cerrar la cárcel Guantánamo, On´servenlo, mandando a espiar a todo el mundo...en una postura de facho que da miedo. Gracias or su visita a mi blog. UN abrazo. carlos

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    1. La guerra es un negocio de vidas y sangre. la verdad es que a mí también me ha decepcionado Obama. Lo de Guantánamo no tiene razón de ser y, en el fondo, es posible que los presidentes de EE.ÙU estén manejados por los poderosos lobbys (o como se escriba) judíos. Nos seguiremos "viendo".Un abrazo.

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  2. ¿Existe algo en este mundo con lo que no se pueda negociar, comprar o vender? .....................no, todo es factible de entrar en ese juego de mercadeo, y lo que se resiste, directamente, se destruye, con armas, sabotajes económicos, rumores e injurias que acaban con la credibilidad y el honor de una persona, reventando el mercado con precios que solo los "grandes" pueden resistir etc...

    Sin conocer, como tú, las reglas del juego que sea traen los gobiernos, aplico el sentido común, y lo que veo es más de lo mismo......peones en el tablero de juego que van cayendo, que se cuentan como bajas y se suman a esos daños colaterales que no pueden evitarse, sacrificándolos, porque el objetivo, que solo conocen ellos, es muyyyyy grande!!

    Mires donde mires crece la injusticia!!

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    1. Mires donde mires, Marinela. Sus intereses non son nuestros intereses, su lógica no es la nuestra. La vida en algunas manos no vale nada, sólo es el precio del poder, del petroleo. de miles de intereses creados. Y,mientras, los peones van cayendo como ratas en una carnicería que no tiene fin.

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    1. Hola Fiaris. Es triste y crea impotencia. Ellos, los poderosos, siempre van a hacer lo que quieran. Y nosotros a ver cómo crece la injusticia.

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  4. La verdad es que no es comprensible que apenas se hable de las victimas y si de los plazos en como se debe hacer la desaparición de armas químicas, que no de las otras. Como siempre demasiados intereses y unas pobres gentes desatendidas y sobreviviendo a estas guerras locura.
    Saludos y encantado de conocer tu Blog.
    Lamento no haber pasado antes!!

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    1. Pues estás en tu casa. Yo tampoco se por qué en esta guerra son más tolerantes con el arsenal químico y con las masacres. Por ahí hay un mar de fondo que yo no entiendo y casi prefiero no entender- Ah, y no lamentes no haber pasado antes; nunca es tarde si la dicha es buena.

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  5. Mira, como decía el Papa hace unos días con el tema de los inmigrantes llegados y fallecidos en el naufragio de la isla de Lampedusa, "vergüenza" esa es la palabra. Vergüenza ajena y propia de la especie humana, eso es lo deberían o deberíamos sentir por consentir tanta guerra, injusticia, desnutrición... en el mundo. Parece que como la cosa está a miles de km, no va uno. En fin, no hay palabras, sobre todo cuando ves a niños inocentes gaseados.

    Bss.

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    1. los niños son siempre las víctimas absoluta, porque les has quitado la vida y su enorme futuro, Sentimos vergüenza, y cada vez más, de un ser humano dispuesto a consentir tantas miserias. Y somos simples peones que sólo podemos decir que no estamos de acuerdo.

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  6. Empiezo por decir que yo tampoco entiendo nada de política internacional, que acabo completamente perdida entre los conflictos existentes, sin saber cuales son los objetivos aparentes (los reales que subyacen tras ellos tiendo a pensar que son el poder y el dinero, siempre). Por eso nunca comprendo la actitud de los salvadores del mundo libre, los adalides de la paz que siempre están metidos hasta el pescuezo en todos, excepto para hacer prevalecer su posición dominante sobre todos. Cuando el poder en una zona o los intereses económicos de los grandes no corren peligro, entonces... allá se maten entre ellos como buenamente puedan.
    Lo único que tengo claro de todo esto es quienes son los perdedores.

    Besos

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    1. Qué razón tienes, Jara. Poder y dinero, los grandes dioses del siglo XXI. Sólo ellos, los poderosos, saben por qué hacen o dejar de hacer las cosas, y mientras nosotros asistimos impotentes a la tremenda sangría de los perdedores, de la gente normal y corriente, de las mujeres, de los niños. Y el mundo calla.

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  7. Desde que el tiempo es tiempo, el mundo gira y la humanidad nunca cambia, corrompida por el poder, la territorialidad, la riqueza y siempre sufre el más debil, el más inocente.

    Recordando a Miguel Hernández:
    Tristes guerras
    si no es amor la empresa.
    Tristes, tristres.

    Tristes armas
    sino son las palabras.
    Tristes, tristes.

    Tristes hombres
    si no mueren de amores.
    Tristes, tristes.

    Besos tristes.

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    1. Precioso el poema de Miguel Hernandez. Tristes armas si no son las palabras. Pues que nuestras voces se levanten contra las otras armas, las que destrozan vidas y países enteros.

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  8. La globalización de la política y la estrategia del poder global ha agudizado el juego de equilibrios que las grandes potencias juegan para conservar su poder. Es un juego de ajedrez frío y macabro de difícil control.
    Un saludo Amparo!

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    1. Voy mal de tiempo, pero acabo de leer tu magnífica entrada con la música del Señor de los anillos de fondo. Magnífica. Y en cuanto a tu comentario, pues si, es todo un juego de ajedrez en el que los peones caen hechos pedazos nada mas comenzar el juego. No alcanzaremios a comprender nunca esa borrachera de poder que tienen.

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