La noche se extiende con largos brazos que oscurecen el amanecer. Un amanecer entre nubes rojizas y bancos de niebla que apenas dejan ver los sueños. Es - o algunos afirman que es- el momento de los propósitos de enmienda, de voltear los armarios, de apuntarse a natación, de sacar las mantas del altillo, de mirar hacia atrás y ver que el verano es agua pasada que no llegó ni a mojarnos las plantas de los pies.
Dicen que es oscuro y se convierte en quimera de soñadores empedernidos. Desvarío de mentes frágiles y animas nostálgicas. Aperitivo de días fríos y noches extensas como campos de trigo. Manojo de hojas desprendidas de la vida. Besos tibios con sabor a mandarina. Tierras mojadas de aguaceros inesperados. Profecía de cielos grises y tristezas sin causa. Refugio de ambiciones inconclusas. Remolino de ocres y amarillos en danza sin fin.
Y ahora, adivinar la adivinanza y decídmelo sin tardanza: ¿de qué habla hoy La Gata sobre el teclado?
La Gata sobre el teclado. Amparo Puig.
Pues yo diría que del otoño. Personalmente, me encanta esta estación, nunca me ha dado por asociarla a la melancolía, tristezas y zarandajas por el estilo. Para mi es una inmensa paleta de colores, es olor a chimenea y deliciosos paseos por el bosque. También noches que vienen antes y, con ellas, ese manto negro plagado de hogueras distantes. Y por si fuera poco, son temperaturas que van invitando (demasiado poco a poco) al abrigo. Y si encima llueve y la tierra exhala ese perfume tan hermoso, mejor que mejor.
ResponderEliminarUn beso
Valaf, me quedo con tu maravilloso otoño de calles mojadas y hogueras encendidas. A mí también me gusta el otoño pero no este verano interminable en el que seguimos sobrepasando los trienta grados. Efectivamente, era el otoño, una estación en la que sentimos ganas de emprender cosas y de retomar nuestros sueños. desde luego, cuando voy al pueblo de mi padre enciendo la chimenea y busco leña por el campo mientras doy un paseo. Y si llueve... eso ya es un suelo.
EliminarBueno Valaf, me quedo con tu maravilloso otoño de calles mojadas y hogueras encendidas. A mí también me gusta el otoño, pero no este verano interminable en el que seguimos sobrepasando los treinta grados. Efectivamente, era el otoño, una estación en la sentimos ganas de emprender cosas o de retomar nuestros sueños. Desde luego, cuando voy al pueblo de mi padre enciendo la chimenea y busco leña por el campo mientras doy un paseo. Y si llueve... eso ya es soñar.
ResponderEliminarme encanto este relato, feliz domingo!!
ResponderEliminarUn poco corto para lo que yo suelo escribir pero me encanta que te encante. Gracias escuchador de palabras.
EliminarMuy buen relato,abrazo buen domingo
ResponderEliminarGracias Flaris. Aunque hable de otoño, con este calor da la sensación de que seguimos en verano.
EliminarMe encanta lo de los propósitos de la enmienda, base importante para el perdón.
ResponderEliminarAbrazo grande!!!!
Sí Ricardo. El otoñó es tiempo de empezar de nuevo, contra viento y marea y de dar un repaso a nuestros errores. Un abrazo.
EliminarUnas definiciones del otoño preciosas. No sabría quedarme con una sola. Prosa llena de metáforas. Un otoño lírico.
ResponderEliminarSoplos de besos.
Hola Gemelas. Sí, el texto de hoy va cargadito de metáforas. Sólo nos falta que disminuya un poco el calor y que llueva algo. A ver si este otoño parece al fin otoño.
EliminarSiempre me ha gustado el Otoño y cada vez más. Ocres, Rojizos, Sepias...dan un tono de quietud, tranquilidad y sosiego a nuestra Alma.
ResponderEliminar¡¡¡Gracias por tu comentario lleno de Humanidad y Cariño!!!
Abrazos y besos.
Hola Pedro Luis. A mí me gusta el otoño pero con algo menos de calor, porque estamos superando los 30 grados y esto parece más bien verano. Que todo vaya muy bien. Un abrazo.
EliminarAndo liado. Pegado a un otoño que amenaza con ser invierno antes de su hora. Pero asi es la vida y solo puedo mirar y dejar caer las hojas... Aun asi he podido sacar un ratillo y hacer tareas pendientes, como leer tu precioso texto. Sin duda el otoño, mi estacion prsferida. Un abrazo Amparo!
ResponderEliminarSe que andas líado y que el sufrimiento se ha pegado a tu vida como una hoja seca al zapatos. Démosle tiempo al tiempo y gracias por tu tiempo que ahora es realmente oro.
EliminarEl otoño me gusta, aunque a veces se pase golpeando con esa melanconostalgia tan suya.
ResponderEliminarUn abrazo!
Buena palabra, melanconostalgia. Estos meses que preceden a la Navidad son un poco terribles. No soporto ver los turrones en Mercadona cuando estamos a treinta grados!!!
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