jueves, 9 de septiembre de 2010

CONDUCTORAS SUICIDAS: El hábito no hace al monje

Hoy toca ponerse pamela, gorra, boina o cualquier otro artilugio que sujete las neuronas de la reflexión y con gesto, un poco más serio que la semana pasada, hablar de......






Un superman, trasnochado y falto de misiones más elevadas, se dedica a solucionar todos sus problemas, transformándose, sometiendo todo aquello que se resiste a su voluntad...... ¿y cómo?, por los poderes que le han sido concedidos al adquirir un Peugeot. El protagonista de la historia, se considera tocado por la "Campanilla" del sector del automóvil, y con ese estigma externo, logra "metamorfosearse" para lograr sus deseos.

Sentirse seguro, protegido, no significa estarlo. Nos intentan convencer de lo fácil que puede ser la vida si conseguimos tal o cual cosa, poniéndonos una etiqueta de ¡salvados! ¿Cuántos hay de esos que se creen "elegidos", por pertenecer a un grupo, partido, asociación o secta, que necesitan tener como credo un slogan, para dar contenido a sus vidas, dejándose influir, manipular o simplemente seguir la corriente?

El rico tiene su club, el pobre su..........nada y el marginado su gueto. Todos adosándose a algo, a alguien, porque no son capaces de dirigirse, porque necesitan el escudo, la protección, el cobijo. Los amigos nos apoyan, el dinero nos da seguridad. El coche es nuestra burbuja, desde la que podemos despotricar al resto de los mortales sin sentirnos amenazados. No en pocas ocasiones oímos eso de -para muchos, el vehículo es la prolongación de uno mismo-.

Cuantas veces nos venden coche=seguridad, dándonos a entender que la llevan implícita en las innumerables prestaciones que exhibe. La seguridad del vehículo circula, impregnandonos, extendiéndose a nuestras manos y pies, controlando, dominando la situación, un automóvil seguro de sí mismo, lo que nosotros no somos.

Más de unos cuantos, aspiran a sentirse "alguien", por un falso poder que creen que les otorga alcanzar un status, al poseer un determinado modelo de coche, y nosotros nos lo creemos, ¡ingénuos!, alardeamos de lo que poseemos y transmitimos a los demás que estamos "por encima de", triste condición humana, la nuestra, que necesita de tan poco para sentirse importante, como el protagonista del vídeo.

Quizá una terapia no considerada en nuestra sociedad, plena de paranoias, fobias y delirios, sería ésta: desembarazarse del dominio que ejerce el automóvil sobre nuestra sociedad capitalista y moderna y sobre el espíritu de los ciudadanos.

No se trata de obviar como puede contribuir el automóvil a nuestro bienestar, que lo hace, sin duda, sino de cómo hemos ido construyendo nuestra dependencia a la cultura del automóvil, cómo hemos ido cayendo en ese poder de fascinación que ejerce el vehículo sobre el ciudadano.


¡Las gemelas maldiciendo su juguete rojo!


¡No!, nuestro vehículo es un elemento a nuestro servicio, un instrumento para orquestar nuestro tiempo de ocio, sin abusar, y conociendo él y nosotras, cuál es su SITIO, cuando nos dedicamos a vivir otros momentos...........................EL GARAJE.


Besitos reflexivos, queridos Calados y Lectores.


23 comentarios:

  1. Amigos calados, pasamos sólo a dejar un fugaz saludo mientras comenzamos a reactivarnos de las vacaciones y a ponernos las pilas... Poco a poco comenzaremos a ponernos al día de vuestro genial blog... ;P

    dirty saludos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Gemelas por favor esperar a que Diablillo lea eso de que tenéis un "juguetito rojo" que lo va a traducir a ¿quién sabe dónde?...(y ponerle la voz de Lobatón)...ja,ja,ja,ja....

    Muy buena la reflexión de hoy chicas! ;P

    Y Dirty, no sabéis la alegría que me da leeros...ya nos contaréis que tal vuestro regreso Africano y por supuesto que os esperamos el tiempo que haga falta!!!...bienvenidos y feliz regreso. :)

    Arwen

    ResponderEliminar
  3. Arwen, dentro de las muchas interpretaciones que se puedan hacer de "juguetito rojo", seguro que Diablillo hace "la mejor".
    Pero hay que procurar no caer en la dependencia de...(ningún juguete).
    Saludos Arwen

    Saludos Dirty, comenzamos de nuevo la carrera....

    ResponderEliminar
  4. Alucinante el vídeo chicas!!! ;D y nada de dependencias ni en la vida ni en nada...xD

    ResponderEliminar
  5. Yo cuando puedo pillo la bici que es más motivadora...ja,ja...cañeras habeis vuelto Gemelas.

    Un abrazo a todos y gracias por estar ahí.

    ResponderEliminar
  6. Arwen, de acuerdo, porque dependencia no es responsabilidad, que a veces se confunde.
    Un beso.

    ¡Sombra!, tú eres de los míos, ¡piernas, piernas y piernas!, para andar y para montar y hacer que cabalgue ese caballo de dos ruedas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Tenéis razón, si uno se para a pensar, es totalmente cierto lo que decír. Pero es bien difícil no contagiarse de lo que la sociedad nos inculca, quién no quisiera por un momento ser el todopoderoso protagonista del anuncio, quien no quisiera manejar ese tan goloso juguetito rojo vuestro? ehn?
    Como siempre espectacular vuestra entrada y poniendo nuestras neuronas a circular. Besos a ambas!!

    ResponderEliminar
  8. Yo ese juguete ni me lo pensaba que pasote como ha dicho Málaga espectacular.Fredysaludos.

    ResponderEliminar
  9. Hola mi Niña, la Sociedad es ese mar que nos envuelve y en el que a veces tenemos que nadar contra corriente para que no nos "engullla". Difícil reto el ir en contra de la mayoría, pero de vez en cuando, pararse a replantearse una renuncia parcial del "juguete", está muy bien
    ¿no te parece?
    Besitos

    Saludos para ti Fredy, como siempre es una dosis de autoestima leerte. Gracias.

    ResponderEliminar
  10. Ooooh el coche, fiel amigo, fiel compañero de viaje. Sólo tengo buenas palabras para mi coche.

    Aun así, es cierto aquéllo del status y los coches y cochazos. Siempre acabamos llegando a la misma conclusión: la belleza está en el interior (y si tiene 200 caballos mejor que 90)

    jijijiji

    Espero no sentirme nunca "alguien" si es por mis posesiones. Permitidme que añada una frase que me gusta mucho: Sólo nos pertenece aquello que no perderíamos en un naufragio.

    Saludos de jueves,
    Estimado lector.

    ResponderEliminar
  11. Nuestro Estimado Lector se ha puesto "práctico" esta semana, pero.........una apreciación que se me ocurre para desviar tanta "potencia en las tripas"..... del coche. En el interior de un antomóvil cabe mucha belleza, sobre todo si la llevas de copiloto.
    Y en un naufragio, ¿a que te refieres? nunca hemos naufragado......una pista por favor....
    Saludos Estimado lector

    ResponderEliminar
  12. Y lo bueno que es ir a veces no seguir la mayoría y seguir el viento"contracorriente" ... entonces sí que se siente uno especial!

    Besos desde el abismo

    ResponderEliminar
  13. Gemelas, no se podía decir más claro y bien argumentado. El automóvil, esa bestia negra de la que muchos queremos escapar y no podemos y otros lo muestran como su icono social y ejercer de todopoderoso en la carretera. Puestos a elegir yo me quedaría con un Mercedes de alta gama, no por el poderío sino por la alta seguridad que me ofrece.
    Pero creo que algo está cambiando, ejemplo de ello la bicicleta está siendo utilizada no solo por una determinada clase social y está en auge. Igual en esta época de crisis ya se está valorando que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.
    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Es cierto, el ir contracorriente, si uno es capaz y sobrevive, proporciona una sobredosis de seguridad en uno mismo que sin duda nos hace sentir positivamente distintos.
    Saludos Abismo

    Claro Mar el coche nos es útil, y puestos a elegir el que más seguridad nos ofrezca, bien entendida, claro. Pero "esos coches" son para algunos elegidos que no "especiales" como dice Abismo, quienes son, en su gran mayoría, los que lo usan como "icono social".
    Besos también para tí.

    ResponderEliminar
  15. Quizá dentro de unos años, tal vez no tantos, cuandeo los automóviles sean lo suficientemente avanzados y capaces de sustituirnos plenamente evitando las conducciones incorrectas (alcohol, emociones, prepotencia,velocidad indebida, etc.), tal vez, digo, el automóvil se convierta no en una prolongación del individuo donde descargar su ira y frustraciones, sino más bien en un medio civilizado de desplazamiento, carente de fluctuaciones y estados de ánimo, es decir, algo para disfrutar en libertad (admirar el paisaje, conversar serenamente, etc.), ¡claro que para entonces, los conductores intrépidos, los amantes de las sensaciones fuertes!, ya habrán encontrado otros artefactos, otros vehiculos, aptos para poner en peligro al resto de mortales y a ellos mismos.
    Abrazos crepusculares.

    ResponderEliminar
  16. Tal vez nos sustituya en la función de conducir, pero ojalá se convierta en un elemento inofensivo para el medio ambiente. En cuanto a buscar otros instrumentos destructivos, los mortales, somos unos expertos.
    Abrazos Jinete.

    ResponderEliminar
  17. Leyendo detenidamente no acabo de entender esa fobia a los automóviles, sobre todo con vuestro nombre y vuestra foto de cabecera (la del juguetito rojo), no debemos ser cínicos los coches no tiene la culpa de nuestra mala educación, nuestra represión y nuestra agresividad. Las motocicletas, las bicicletas (tan apreciadas y ensalzadas por algunos) y hasta los humanos, a veces detrás de un uniforme o un disfraz, se transforman y hacen exhibición de sus más bajos impulsos. No culpemos a otras cosas de lo que solo es mala educación humana.

    ResponderEliminar
  18. Es evidente aprendizdebrujo, que no podemos echar la culpa a los coches, pues ellos no actúan si no hay una mano en la llave del arranque.
    Tampoco es una fobia a los automóviles, lo nuestro, pues como apuntamos, el coche contribuye a nuestro bienestar. Lo que de alguna manera resaltamos es el abuso y la dependencia al mismo. Hay veces que debería ocupar el garaje y no la calle.
    Y por supuesto, todo es cuestión de EDUCACION, que, en definitiva es lo que denunciamos, falta de educación y por lo tanto, cierta MANIPULACION, de nuestras verdaderas necesidades.
    Espero haberte aclarado nuestro punto de vista.
    El coche sí, pero sin abusar.
    Saludos

    ResponderEliminar
  19. Lo siento, no pretendía molestar, solo exponer otro punto de vista diferente con la intención de debatir un poco, pero ya me habéis dejado muy claro el debate. No me extraña que todo lo que os dirijan sean lisonjas, piropos y besitos. De nuevo mis disculpas.

    ResponderEliminar
  20. Cualquier persona que tenga la consideración, como tú, de entretenerse leyendo nuestra entrada y molestarse en dejar un comentario expresando su opinión, solo merece nuestro agradecimiento. Con tu comentario nos has ofrecido la posibilidad de expresar, con más detenimiento nuestra postura, por eso,

    GRACIAS

    ResponderEliminar
  21. Hola Gemelas: Mucho tiempo sin leeros. Lo sé. Mis más sinceras disculpas. Noto vuestro arrojo en la constancia pero las palabras solo sirven como desahogo. Nosotros, los débiles de carácter caemos -creo que tod@s- en la psique social que nos confunde y refunde al mismo tiempo. Incluso hasta algunos de nuestros sueños pasean y roen a menudo esas manzanas serpenteadas del árbol de la tentación y, es así, en general casi siempre, hasta que vemos más o menos valorada o avanzada nuestra existencia vital. Tras esa etapa de ambiciones y perspectivas futuras para la vida que hemos creado, hayan sido más o menos fructíferas o placenteras, nos llega la etapa de la reflexión y volvemos al pasado de aquellos sueños de lo que "nos gustaría que fuera". Al fin y al cabo un transcurso inexorable del tiempo y una búsqueda constante pero efímera de eso que llamamos felicidad individual y de nuestro entorno más cercano (esa cosa rara que está formada por retazos bellos pero inconexos, repleta de interrupciones que nos originan zozobras inevitables).
    Pero todos esos inconvenientes, bien por costumbre o bien porque nos ha ido en nuestra vida lo que percibimos como más o menos bien, se van transformando, como decía antes, en una vuelta a nuestros deseos más limpios, alejados del entorno social que ahora consideramos ligera o sólidamente corrompido o falto de valores (de los valores que nosotros percibimos como válidos).
    Entonces es cuando nos damos cuenta del "paraíso perdido" y de lo mal que "entre todos" lo hemos hecho y lo que les vamos a dejar a nuestras generaciones venideras.
    No creo, Gemelas constantes y valientes, que sea el momento de los lamentos, ni de que culpemos a los coches ni a los 150 caballos de lo mal que los usan es@s loc@s jovencit@s y es@s madur@s capitalistas y es@s "chics" de pro, porque cuando es@s "niñat@s sociales" crezcan como nosotr@s, o es@s monetaristas no puedan serlo, o es@s "pijill@s" no sirvan para ejercer como tales, entonces vendrán a nuestro lado quejándose de "lo mal que está lo que viene y de la falta de valores que se han perdido".
    Y, todo esto, lo digo porque creo aún (pero solo "creo") en esa receta que ofreceis como píldora reparadora: "Educación" y resistencia a la "Manipulación".
    Pero, igual que "creo" porque necesito "creer" para seguir viviendo, el razonamiento más sincero me lleva a ser más realista que "escritor" y no puedo evitar defender que el tiempo es inexorable, la "historia siempre se ha construido a sí misma..." y lo único que nos cabe es "intentarlo...".
    En eso estáis, Gemelas, y por eso os felicito. Esos tramos o retazos de felicidad son lo que nos queda.
    Un beso y Gracias.

    ResponderEliminar
  22. Me pasaba por aquí sin espectativas de encontrar a algún/a desvelad@ que quisiera dejar su huella.
    Reconozco que me has despejado por completo con tu reflexión.
    No solo fuimos buenos en el pasado, lo somos y podemos serlo más. Yo quiero creer y creo.
    No es momento de lamentos, al estilo de.... "cualquier tiempo pasado fue mejor"
    Es tiempo de pensar "la historia siempre se ha construido a si misma", con la mala o buena intervención de los hombres.
    Que no tengamos que culparnos, por no "intentarlo"
    Nos queda mucho más.....
    Un beso y gracias a ti.

    ResponderEliminar
  23. Desde luego Gemelas que con vuestros planteamientos siempre conseguís poner nuestra materia gris a trabajar... :) creo que el título que habéis elegido "El hábito no hace al monje" define muy bien esta entrada y en síntesis, conduzcamos "el carro" que conduzcamos nuestros actos (buenos o malos) son los que "cuentan", es por ello que una vez más opino que "la educación" es fundamental a la hora de sentarnos delante del precioso juguetito y en extensión en cualquier ámbito de la vida.

    Y aprovecho para saludar y dar la bienvenida a nuestro espacio a El aprendiz de brujo y a TribuLuis que han tenido la cortesía de dejar unos comentarios tan reflexivos y que como siempre han dado lugar a un debate en positivo.

    Seguiremos con interés vuestra conducción suicida y cuidado al volante.

    Besos y abrazos.

    Arwen

    ResponderEliminar