domingo, 29 de agosto de 2010

PALABRAS ENCRIPTADAS: La noche de los fusiles.

Muy buenos días de Domingo, amigos, Calados y lectores:

Continuando con este remember de Calados que finaliza hoy y que promete traernos a todos in live mañana lunes, hoy os traigo "La noche de los fusiles" un relato encriptado con el que participé junto a todos vosotros en la primera edición del año de las Palabras Encriptadas y que fue muy especial para mi.

Un gran beso a todos y nos leemos mañana en vivo y en directo. ;p


Muy buenas noches de Domingo, amigos, Calados y lectores:

Cuando son exactamente las 21h. y llegamos al último criptex de esta primera edición del año de PALABRAS ENCRIPTADAS, en el cual es todo un honor para mi traeros mi propio relato para cerrar esta edición. Así que hoy además de actuar como moderadora, como ya es habitual en estas Palabras, lo haré también de autora. Espero que os guste y que guardéis un buen recuerdo tanto de este criptex como de todos los anteriores.

Las Palabras Encriptadas se toman un descanso temporal. Para renovar energías y volver en un futuro con la 2ª edición. Os avisaremos con el debido tiempo y entre tanto os animamos a todos, tanto a los nuevos como a los de siempre a que nos envieis vuestros relatos a caladoshastalosversos@gmail.com y serán los protagonistas en la 2ª edición, os contestaremos por e-mail, confirmando los detalles.

Esperamos que os haya gustado esta creación de Calados Hasta los Versos, que las Palabras Encriptadas, os hayan atrapado, pero sobre todo que nos hayan hecho pasar a todos buenos y grandes momentos. Personalmente tengo que decir que mi experiencia ha sido de lo más positiva y que guardo en mi baúl de recuerdos muy buenos ratos con ellas y con todos vosotros.

Y antes de presentaros mi "Noche de los fusiles", pasamos a recordar una serie de pautas para desencriptar correctamente este último criptex:


1.- Sólo el autor del relato y el guardián de la clave (Arwen), conocen el enigma que esconde la historia y que vosotros trataréis de descubrir formulando un máximo de 3 preguntas (por día), de esas 3 las que no hagáis en el momento pasaran al turno de preguntas siguiente. Turnos de preguntas: *para l@s que comentéis sin acertar podréis volver a intentarlo pasadas 12h. * y las respuestas que se os irán dando serán del tipo si, no, es o no es relevante...etc.

2.- Para los autores que vayáis participando con vuestros relatos, habrá un ganador mensual, al relato más complejo de desencriptar de los presentados. Los que ya lo hayáis hecho, podéis participar con un nuevo relato cada mes enviándolo a: caladoshastalosversos@gmail.com

3.- En la sidebar del blog encontraréis un enlace a todos los criptex ya editados para que podáis releerlos.

Y ahora sí, vamos con LA NOCHE DE LOS FUSILES.


El ruido de la metralla se hace ensordecedor y el fuego dibuja en la noche sombras que se diluyen y mueren delante de nosotros para pasar a formar parte de la tierra. Las bajas se suman de uno y de otro bando y el cielo ruge furioso, condenando todas nuestras acciones mortales y como castigo nos envía una tormenta desmedida en mitad de la noche cerrada. El cielo rompe a llover con tanta fuerza que el terreno arcilloso, se pega a nuestras viejas botas frenándonos el avance en seco, pero el bombardeo de la artillería está preparado, con cincuenta hombres sobre sus posiciones, esperando mis órdenes.
Frente a nosotros la línea enemiga se concentra en el gran valle, dispuesto a no dejarnos pasar y a poner el punto final a nuestra ofensiva al menor descuido. Así que la única salida es lanzar un golpe demoledor para coger al enemigo por sorpresa y coartarles la salida natural del valle y arrojarlos sobre la ribera del río. Sin artillería suficiente su única alternativa será la rendición. La lluvia sigue golpeando los charcos formados en los cráteres de un obús. Uno de mis hombres canturrea en voz baja una melodía sobre madres e hijos, mientras recostado en la trinchera se agarra a su fusil y baja los ojos, el agua nos va limpiando el rostro y los pecados y con ella la visión nocturna se complica, todavía más. A mi lado otro soldado reza y la oscuridad sólo es iluminada fugazmente por el fuego de la metralla. La compañía está lista y a mi señal la avanzadilla se sumerge en las frías aguas para cruzar al otro lado.

- Mi capitán, ¡yo no sé nadar!. - es Paco, un joven de poco más de veinte años, algunos menos que yo y que padece el mismo pánico que yo por el agua...

- Nos agarraremos a la cola de esa burra para pasar.

Así que enganchados a la cola del torpe animal logramos cruzar el río. Ya en el otro lado nos separamos buscando posiciones. Entre la sinfonía de los bombardeos una voz me nombra. Me adentro con cautela entre un sendero de matorral siguiendo su eco.


-¡Alto! -grita la misma voz de sonidos agudos.

Y una nueva explosión ilumina la zona por unos momentos y lo que tengo frente a mi clavado y mirándome sin expresión es un niño que no ha cumplido los ocho años, apuntándome con su fusil que en extensión es más largo que él y antes de que la luz se extinga reconozco un medallón colgado de su delgado cuello...¡no puedo dispararle!, ¡es sólo un crío!...

Horas más tardes Paco, el Sargento de la Quinta Compañía que ordenaba el Capitán Martín, encuentra un medallón junto al fusil de Martín pero por más que lo intentan no logran dar con su capitán.


.................................

...¿Qué ocurrió?...

CRIPTEX:

Tras revisar los hechos y confirmar su muerte, el Sargento Paco se dirige en tono afligido al Teniente de la compañía:

- Señor, yo conozco ese medallón...pertenece a la prometida del Capitán. Lo sé porque Martín y yo éramos muy buenos amigos, nacimos en el mismo pueblo y nos criamos juntos, es un pequeño municipio donde nos conocemos todos y María, lo llevaba siempre colgado. También sé que en los cinco años que llevamos aquí Martín no lo guardaba, lo poco que tenía de ella era una foto...no me explico que hace junto a su fusil.

Semanas más tarde, María recibe una carta del frente firmada por el Sargento Paco Garcia, en la que se le comunica la desaparición del Capitán, fallecido en un desafortunado accidente al caer en unas arenas movedizas. Junto a la carta le hacen entrega del medallón.

María rompe a llorar recordando que el medallón se lo regaló ella a su hijo, poco después de enviudar y días antes de que un destacamento del bando contrario al de Martín, se lo llevara en contra su voluntad a la guerra.

...El hombre al que amó no volverá y con el medallón en la mano, presiente que su hijo tampoco...


Saludos desencriptados. ;)

Arwen





2 comentarios:

  1. Es demasiado triste esta historia y muy real, digo este tipo de situaciones en la guerra ya fuera antes o ahora.
    Bueno saludos seguid con los escritos por favor

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  2. Gracias Fiaris, siempre es un placer escribir para un público como vosotros y sobre todo compartir buenos momentos y emociones...en breve tendremos más Palabras Encriptadas...no os lo perdáis!!

    Besosssssssss

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