sábado, 16 de mayo de 2009
EL LUCHADOR
Madurez ajada, rota, terminal,
como la llama de una media vela que un soplo de aire quiere apagar,
y se resiste a no sucumbir en su sino.
La eterna inmadurez, ingenua, inocente, insensata,
aleada se convierte en el cóctel incierto de una vida errante o quizás errónea.
Un amargo tropiezo, directo al alma,
duda, incertidumbre, dolor, inquietud, soledad,
y esa llama que busca mechas nuevas que encender,
o antiguas guardadas en el recuerdo olvidado de su vida.
Lo intenta, busca salir y explorar nuevos cielos,
recuperar su memoria golpeada y triste,
pero su inmadurez lo tienta.
Soledad, vacío interior que ahoga nuestro ego,
tristeza que inunda la carcasa de nuestro cuerpo,
para despues inmunizar la mente con la vacuna
de la diosa frialdad.
Sin lágrimas, sin dolor, sin tristeza, sin alma,
sin inquietudes, sin dudas, sin recuerdos...
el aire sopla con fría fuerza lanzando al vacío la carcasa de la helada vela,
en el ultimo segundo, la llama gira,
se contornea, y grita, y oye el eco de su propia voz, que ya ni existe,
se rinde , cae en el abismo de la tristeza y se extingue.
(Vamos que me gustó muy mucho, besos)
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Muy buena poesía, muy personal visión de la cinta. Creo recordar que también te gustó La fuente de la vida (de Darren Aronofsky también), veo que te gustan los dramas como a mi.
ResponderEliminarUn saludo para esa cinéfila empedernida.
Por cierto muy poética!
Esa poeta, sí señor!!! :-D...por cierto que la que os perdisteis anoche...ja,ja,ja...brutal...en cuanto bajéis para Valencia, liamos otra...
ResponderEliminarBesazosssssssssssss!!! :))
para mi vida y persona de nike runer ese,una película que refleja su triste vida o "alegre" hasta el día de hoy que parece que empieza eser otra vez el
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