jueves, 13 de junio de 2013

CONDUCTORAS SUICIDAS. PARKING


No se como lo hace, pero él siempre encuentra hueco. Es paciente, perseverante y muy perspicaz, sabe detectar las pistas que le llevan a deducir que ese individuo se marcha, abandona ese espacio porque ha sacado las llaves de su bolsillo, porque sabe a la hora que habitualmente sale a trabajar, porque presiente que el conductor de ese coche se marcha, sabe que no acaba de llegar. Tiene un verdadero radar para encontrar aparcamiento en el más de los saturados barrios de la ciudad. Lo más increíble es que no le estresa para nada esa  operación de búsqueda y no es ningún revulsivo para no utilizar el coche y moverse por la ciudad. Yo no le encuentro otra explicación, tiene suerte, está en el sitio adecuado y  en el momento oportuno. No busca la suerte, es que la fortuna le encuentra.

Sin embargo, en esa odisea, ella acaba siendo una mujer al borde de un ataque de nervios, ¿por qué no puede plegarlo y meterlo en el bolso?. Sería ideal, siempre contigo, controlado, no te lo rayan, ni ensucian, ni te lo multan y se ahorra un montón de maniobras y cálculos. En fin, los dioses le tienen negado el privilegio de encontrar el ansiado oasis que dé descanso a su coche, hasta que comprueban que ha recorrido todo un vía crucis y por compasión le recompensan y logra aparcar. 

Ha sido una constante en su vida, la dura tarea de aparcar.
No puede precisar cuando comenzó a practicar esa operación, un poco después de acabar bachiller, justo cuando decidió dejar en vía muerta la ilusión de ser enfermera para hacer un cambio de agujas y emprender su otra vocación de maestra. Pero llegó la crisis de los 80 y  acuciada por la necesidad de trabajo, dejó aparcada por un tiempo indeterminado ese futurable oficio y entró en la administración pública del estado y de ese parking público ya no hubo salida.

Y aparcar varios amores por elegir uno solo.

Pasó el tiempo y la vida le regaló unos preciosos hijos que se convirtieron en su norte, olvidándose de tantas ilusiones y sueños pasados. El mundo le exigió de nuevo aparcar a sus hijos pequeños durante muchas horas al día y delegar su afecto en otras personas. Amargo aparcamiento que nunca entendió se pudiera considerar no fuera contra natura, apartar a los hijos del afecto y contacto de su madre a los pocos meses.

Rompersele el corazón al tener que admitir la necesidad de cambiar el hogar de toda una vida a otra morada desconocida a su padre, sabiendo que era definitivamente el último parking.

El reloj corre y la espera se hace corta o eterna.

 Todavía tiene tiempo, el poco tiempo del que pueda disponer. Aprovechar el tiempo, saber sacarle partido. Explotar todos los recursos para gestionar bien el tiempo. Quizás ese tiempo futuro le permita sacar del parking más de un sueño injustamente inmovilizado. El precio que tenga que pagar al pasar por la cabina de salida es una incógnita, no sabe si se lo facturarán por minutos o por horas, ya se verá y si hace falta nos saltaremos la barrera y diremos como en las autopistas catalanas, no pago peaje.

De momento la tecnología puede ser nuestra aliada. Esta madre ya la aprovecha bien.


Queridos Calados y Lectores, ¿aparcáis o lo dejáis en doble fila?

Besos de las Gemelas del Sur.

18 comentarios:

  1. Increíble la manera en que has utilizado las metáforas ;) Tantos y tantos sueños se quedan aparcados que parece que vivamos en un eterno parking, dando vueltas y cambiando de lugar. Pero carrocería y motor solo hay uno, así que tendremos que engrasar bien los ejes y encontrar la salida del dichoso laberinto.
    Me ha encantado, como siempre!!! :)
    Un abrazo inmenso y...¿te gusta conducir? jejeje!

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  2. Buenísimo el texto, me quito el sombrero. Impresionada me he quedado con el recuerdo de aparcar a los niños en la guardería con apenas unos meses. Lloramos más que ellos. Pero empecemos a sacar los sueños del parking donde duermen que el tiempo vuele. Un abrazo emocionado.

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  3. Para el coche nunca es fácil encontrar un hueco y sin embargo ese parking nuestro particular siempre está dispuesto a acoger cualquier cosa que queramos echarle: sueños, planes, aficiones, niños, padres, amigos... Yo tengo muchas veces la sensación de gestionar mal mi tiempo, con tecnología o sin ella, las cuentas casi nunca me salen. Algunas cosas que cayeron en ese parking ya son irrecuperables, otras... espero poder saltar la barrera un día sin pagar y hacerle un buen corte de mangas al parking.

    Besos

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  4. ¡Caray!, visto así, encontrar aparcamiento no es lo más dificil, lo más dificil es dejar en el aparcamiento algo que valoras mucho.

    Nos pasamos la vida aparcando,
    ¡Tienes toda la razón!

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  5. Curiosa y acertada visión de las cosas que vamos dejando, aparcadas. No se me había ocurrido verlo así. Lo peor es que no me acuerdo de en qué plaza dejé algunas de las cosas que fui aparcando, y ahora ya no puedo encontrarlas.

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  6. Bueno, es realmente impresionante el texto.
    Se de tu sensibilidad y en esta ocasión te empleas a fondo.
    Pero, siguiendo tu maravillosa metáfora.... cada vez que la vida te haga aparcar y te quedes inmovilizada o tengas que dejar algo de valor para ti en ese Parking, mira a izquierda y derecha, o de frente y hacia atrás. Encontrarás un montón de gente con tus mismos movimientos e iguales sentimientos.
    No estás sola, la vida está en los peajes...

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  7. Muy, muy bonito el texto.
    La silueta en la fotografía me hace pensar en como nos vamos desdibujando conforme vamos aparcando nuestro sueños.. Llega el momento en que nos cuesta reconocernos.. Afortunadamente hay sueños que acaban encontrado su sitio, o su tiempo.
    Un saludo.

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  8. ...chapó! Me ha encantado el texto y tu manera de enfocarlo. La toma como complemento es buenísima.
    Feliz fin de semana. Un abrazo.
    Ramón

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  9. Encantada de conducir con una compañia como la tuya, favole. Recojo tu recomendación, engraso los ejes y juntas busquemos la salida, seguramente hacia otro parking, pero al menos movemos los sueños como en una partida de parchís.

    Besos de encuentro.

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  10. Amparo. Me has sonrojado y te confieso que yo también lloré al dejarlos en la guarde. Quise tardar en encontrar ese parking, pero al final tuve que aparcarlos y ahora con el paso del tiempo a velocidad del sonido, por lo menos, y viendo que ellos están a punto de decidir donde aparcan, me están entrando prisas por rescatar algún sueño.

    Besos de emoción compartida.

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  11. Ay! Jara, y no es más cierto que muchas veces no queremos ver esa plaza donde abandonar ese sueño, porque quieres seguir, aunque sea un suicidio y sepas que puedes quedarte peligrosamente en medio de la autovía y en el último instante esperas que alguien te rescate.

    Besos complices.

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  12. Marinela, si es difícil, si. Complicadísimo cuando el sueño es valiosamente grande y la plaza pequeña y hay que hacer muchas maniobras, calculando muy bien para encajarlo sin dañarlo, por si hay que rescatarlo sano y salvo.

    Requetebesos.

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  13. ¡Disfruta de la semana Gemela!
    ¡Coge el ferrari del aparcamiento y date una vuelta por el mundo!

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  14. Emilio, el tiempo cuelga telarañas en nuestra memoria, pero hay que revivar la ilusión, hacer una buena batida para que salte a nuestra vista ese viejo sueño, quizás lo veas algo cambiado, es natural, pero seguro que el motor arranca.

    Besos.

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  15. Marinela, de momento no se hacia donde, pero me colaré por la salida del garaje y devoraré ese espacio que se irá curvando para devolverme al Km 0.
    Feliz finde, luchadora!!!!

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  16. Eres un mar de cielo, Latour. Encontrarnos en esos peajes de azul, compartiendo instantes de esas idas y venidas, son momentos solidarios, todos para uno y uno para todos.

    Besos esperanzadores.

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  17. Nepalí, no sabría decirte si es el sueño el que se desdibuja, se nos desmemoria o somos nosotros los que cambiamos hasta quedar aparcados como nuestros sueños.

    Me uno a tus deseos de que los sueños encuentren su sitio o su tiempo, con o sin nosotros.

    Besos.

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  18. Gracias, Ramón. Hay veces que las imágenes vienen a tí con la fuerza de un imán, atraídas por tus pensamientos pesados como el metal. Inexplicable por este mundo virtual.

    Besos y disfruta de este fin de semana.

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