viernes, 20 de febrero de 2015

FOTO POR TÍ_Marginal

A veces estamos en el momento justo pero en el sitio inadecuado.
A veces nos colocamos ahí donde es difícil vernos, donde parece que queramos ocupar nuestro espacio. Pero no lo conseguimos.
Quisiéramos llenar la vida de alguien, o al menos ocupar un lugar importante. Pero estamos en los bordes, al margen. Pedimos nuestra oportunidad, pero lo único que encontramos es una señal que impide el paso. Y nosotros nos quedamos ahí, en los márgenes, nos sentimos marginados.
No es sólo el color de la piel, es cualquier otra cosa que nos haga simplemente permanecer en esa zona periférica, extraña y anodina. Un "ahora no", un "no me interesa", o peor, un "cállate ya" o más aún, la indiferencia absoluta y la ausencia total de respuestas. No hace falta ser un marginado social para sentirse al margen. 
Pero ellos, desde luego, lo tiene peor que yo. 
 
 
Buen fin de semana!

22 comentarios:

  1. Una esquina cualquiera, prohibido el paso o aparacar o lo que sea. Una prohibicion...Alguien de color que mia la cámara asombrado, como con precaucion, quizás asustado. ¿Está marginado o él se siente marginado?...Esta todo prohibido o es preciso poner señales para la buena circulacion?...Yo creo que todo es cuestión de uno mismo. Aunque las circunstancias marginen, el ser humano debe de sentirse por encima de ellas. Es cuestión de confianza, de tenacidad e incluso de buen humor. La sensacion de "estorbo" se ha de cambiar por la de "sirvo". Y ganarselo a pulso.¿ No te parece? Pobrecitos los que se sienten marginados! Un abrazo.

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    1. Interesante tu penúltima reflexión... Me quedo con eso y con mi vergüenza por la parte que me toca por los marginados, los de verdad, que desgraciadamente, existen. El ser humano realmente debe sentirse por encima de cualquier circunstancia que le aparte de su esencia. Pero es más difícil hacerlo que decirlo... Muchas gracias y un abrazo Chelo!!

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  2. Estamos de acuerdo que mucha de esta intolerancia se daba a muchas razones, amiga. El mundo ha crecido y con él la velocidad con la que nos movemos. A medida que avanzamos, no nos damos cuenta de las cosas que hacemos en el día, pero tu reflexión es bastante buena. Por lo menos eres de las personas que sí repara en los que no muchos ven o quieren ver, lamentablemente.

    Feliz fin de semana.

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    1. Cómo no reparar en ellos... eso sería lo sorprendente, no? Me alegra te guste. Por cierto y para la próxima, mi nombre es Emilio, lo digo por el género... jejejejjjj...! En este blog somos varios, la mayoría es verdad son féminas, pero mi nombre no es femenino... Me encantará saludarte por aquí. Gracias!

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    1. Creo que te he dejado sin palabras. Un saludo para tí!

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  4. Sentirnos marginados, fuera del escenario, del círculo, del grupo o de la vida por no saber muy bien el papel que hemos venido a desempeñar en ella, tiene que ser algo pasajero, puntual, temporal, y lo es si empezamos con tu reflexión ý seguimos analizando el por qué nos sentimos así. Muchas veces solo es cuestión de ser consciente de las cosas, aceptarlas, y tomar decisiones que nos hagan sentir bien, cuando llevemos unas cuantas de esas, veremos los márgenes desde dentro del círculo, probemos a ver que pasa...

    los marginales reconocidos, alienados, etiquetados y clasificados, lo tienen muuuuucho más dificíl que nosotros, eso sin duda...

    Un abrazo Emilio!

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    1. Ver los márgenes desde dentro del círculo... Me quedo con esa metáfora, que intuyo positivista. Y aún con eso y con todo, a no quejarse... Un abrazo Marinela!

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  5. Hay una marginación real, diaria, insultante y dolorosa de la que es dificil escapar...
    Deberíamos intentar, creo yo, movernos en pequeños circulos e ir poco a poco solapándolos e integrándolos con todo ese espíritu que mis compañeros han reflejado. Construir lentamente una integración desde nuestro propio ánimo y energía..
    Estupenda instantánea, como siempre.
    Un placer seguir aquí. Un abrazo amigo!!!

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    1. Gracias a tí. Me alegra valores la foto. La verdad es que esta foto es una de esas que "ves venir", que imaginas antes de "ser", y cuando "es", reaccionas a tiempo y finalmente haces que exista... ese es su mérito. Ese, y que el protagonista "marginal" me regalase esa mirada entre recelosa y sorprendida.
      Por aquí pues nos vemos. Un abrazo!

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  6. No estar, no ser, no importar...

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    1. La trilogía del marginado... Conciso y dolorosamente cierto.
      Un saludo.

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  7. La fotografía me habló, sin haber leído el texto, de dos mundos. Un primer plano con una mirada sorprendida que se clava quizás como un reproche, y un fondo que, prohibido, ajeno, se abre a la luz.
    En el texto hablas de esos dos mundos pero desde una perspectiva que a mí me parece, por encima de todo, íntima. El estar al margen como estar no reconocido; como hablar, no otro idioma, sino con una diferencia más profunda; otro color no ya de piel sino de ánimo, de intención. La vida oculta, los deseos invisibles, el temor a no ser atendido, comprendido.. Y de pronto, la idea de la automarginación.. más vale esconderse que ser vapuleado, o peor, ignorado. Pienso en los grandes focos de marginalidad, de manera global, abrumadora, y, sin querer, todo se diluye; pero al recordar que estás en el carrer Monduver me devuelves a esa idea original del estar al margen como una forma de vivir.
    Me ha gustado mucho Emilio.
    Un abrazo.

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  9. Perdonad pero últimamente al publicar el comentario me lo duplica y no se porqué...

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Lo primero, perdonada estás.
      Acertada dicotomía de esos dos planos que ves. Interpretados por tí, no distan apenas de lo que yo ví. Un mundo "civilizado" y ordenado entre calles y normas, y alguien que se mueve por él como de puntillas, como sin pasar, como sin poder o querer estar. Reflejo ciertamente de algo mío, de algo propio... De una realidad pesada de la que es mejor andar atento peo reservadamente...
      Estar al margen... un lugar, al fin y al cabo, como otros.
      Me alegra te gustara. Un abrazo para tí!

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  11. Breve, intenso y profundo tu alegato sobre la marginalidad.
    Estoy con Nepalí, me ha emocionado y he sentido muchas veces esa sensación "No hace falta ser un marginado social para sentirse al margen".
    Quizá utilice mi concha de caracol más de la cuenta.


    Abrazos integradores.

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    1. La cuestión es si sentirse al margen es siempre una desgracia, o a veces un privilegio. Mientras se pueda elgir, no lo tengo tan claro... Abrazos y gracias!

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  12. A ver. Yo, después de leer el comentario de Nepalí ya no me atrevo a escribir. Es perfecto. Pero bueno, la marginación no sólo sacude y espanta a los marginados sino a todos. ¿Quién no se ha sentido marginado alguna vez? Desde aquel ya lejano día en el que una compañera del cole no te invitó a su cumple -aún ignoras la razón-, hasta ese día, más cercano en el tiempo, en el que no te dieron un trabajo por tu edad. ¿Marginados? cada vez que alguien no nos devuelve un saludo o una sonrisa o una llamada. Marginado cuando se olvidan de tí, cuando te ignoran... Pero como dice Chelo -que no lo dice porque es más fina que yo-, a esos que nos marginan, ajo y agua, que ya sabes lo que quiere decir. La foto, preciosa.

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  13. A ver. Yo, después de leer el comentario de Nepalí ya no me atrevo a escribir. Es perfecto. Pero bueno, la marginación no sólo sacude y espanta a los marginados sino a todos. ¿Quién no se ha sentido marginado alguna vez? Desde aquel ya lejano día en el que una compañera del cole no te invitó a su cumple -aún ignoras la razón-, hasta ese día, más cercano en el tiempo, en el que no te dieron un trabajo por tu edad. ¿Marginados? cada vez que alguien no nos devuelve un saludo o una sonrisa o una llamada. Marginado cuando se olvidan de tí, cuando te ignoran... Pero como dice Chelo -que no lo dice porque es más fina que yo-, a esos que nos marginan, ajo y agua, que ya sabes lo que quiere decir. La foto, preciosa.

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    1. Gracias Amparo. Efectívamente, quién no se siente marginado, tal vez, más veces de lo que uno esperaría... Incluso por pequeñas tonterias que en determinados momentos nos parecen un mundo. En fin... La naturaleza humana y sus miserias. Saludos!

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