martes, 19 de marzo de 2013

LA GATA SOBRE EL TECLADO. Llegada inminente


Abro la puerta y enseguida me doy cuenta. Está cerca, muy cerca, y la odio. No puedo remediarlo. La visceralidad muerde los talones de mi vacilante razón y me impide ser lo sensata que se esperaría de alguien de  mi edad. A la gente, en general, le suele gustar, pero a mí no. Es siniestra, empalagosa y engañosa. Bajo ese halo de resurrección feliz alberga la vileza. Y lo digo por experiencia, o más bien por experiencias vividas. Ella me trae recuerdos malos, sombríos recuerdos que, como lapas viscosas, seguirán adheridos a mi memoria hasta el final de mis días.

¿Que si tengo prejuicios? No los suelo tener, pero admito una vez más que ella me desborda, me pone los nervios de punta, me rompe los esquemas, me despierta las ansiedades adormecidas durante el invierno. Es inquieta, variable, caprichosa, inesperada. Llega radiante, haciendo gala de su belleza, de la luz cegadora que irradia, pero a mí no me engaña. Bajo los brillos intensos, los vivos colores, la suavidad acaramelada de sus perfumes, trae la desdicha y la inquietud. La temo tanto que cuando noto su inminente presencia me armo cual guerrero masai a punto de entrar en combate. No se por donde atacará pero se que atacara. Lo ha venido haciendo durante años con una machacona perseverancia. Es pertinaz como la sequía, dulzona como una pera confitada, falsa como el beso de judas 
It´s here again the fucking spring.
Supongo que en inglés queda más fino. Y a todos aquellos que la améis, disfrutadla.

6 comentarios:

  1. Todo lo que viene con savia renovada es avasallador inquietante y a veces dañino, pero a mi me encanta y tengo la suerte de no sucumbir ante ella, y todo lo que puedo decir es que me contagia con su luz, sus aromas y esa temperatura amable que nos brinda, la primavera.

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  2. Yo es que prefiero mil veces el calor al frío, por muchos inconvenientes que traiga. Aun así haces bien al no fiarte de algo que tanto le gusta a tantísima gente, algo raro tendrá...

    Un abrazo!

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  3. Qué suerte. No quiere ni contarte la de cosas malas que han venido de mano de la primavera...

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  4. Tranquila, sólo son unos meses y enseguida nos llega el verano, ese, aviso, no lo soporto yo.
    De verdad que lo siento, haberlo dicho y no hubiera agitado nada, pero claro, si no me avisas...

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  5. La primavera parece que desata un estado de alerta que de alguna manera te hace previsora de lo que pueda pasar, pero es posible que este estado propicie que pase. Piensa en verde, que seguro que alguna primavera te sorprenda gratamente, puede ser esta que ya está aquí.

    Besotes.

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  6. Ojala. Emilio, después, de tu texto, el mío es francamente deprimente, pero..., entre otras cosas, mis padres se fueron en primavera, yo tuve varias lesiones, también mis hijos... en fin, que no me gusta, que siento que hay algo engañoso en ella. Mar, pensaré en verde y espero que esta primavera me sorprenda gratamente o, al menos, que no se deje sentir.

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