martes, 4 de septiembre de 2012

SÓLO UNA CALADA MÁS: LONDON GIN

Muy buenas madrugadas de regreso, amigos, Calados y lectores: 

 Me situo frente al monitor, después de algún tiempo apartada de las teclas, persiguiendo el sendero que ha ido dejando el verano y que cargado de aromas y de vivencias me vuelve a traer hasta aquí y aspiro fuerte como para querer calarme, una vez más, ésta vez sin humos y entre la brisa disfradaza de otoño que se cuela por mi ventana, me dejo atrapar y caigo de nuevo presa en ellas... mis queridas, mis amigas, mis compañeras...



 SÓLO UNA CALADA MÁS: LONDON GIN







 Entre el calor espeso que barniza las aceras, las pisadas unánimes crean ríos de humanidad al son de los colores más variopintos, de las pieles teñidas de púrpura o del negro burka Talibán... apurando media pinta de guiness negra como los cuerpos que las sostienen, las casas coloniales clavan sus ojos en el viejo bar, con olor a moqueta entumecida, a bolsas de basura hilvanando las calles, a espejos y a estanterías y a chimeneas sin humos, ni niños a deshoras en el viejo pub. La esquina que lleva a Candem, los autobues de dos pisos con miradas a la lluvia, que ni es ni deja ser... las secuelas de algunas tribus urbanas, el inglés mórbido de los ingleses, el Big Ben replicando sus horarios sin cesar, el oscuro Tamesis... cuando al final del recorrido, hambrienta y sedienta de vida y de esperanza, harta de andar por los asfaltos corroídos de seres humanos intranquilos, detengo mis pasos y entro en el último antro en el que cualquiera en su insano juicio entraría y allí busco al resto de los propietarios de esas pieles tan oscuras mezcla de indígena y pura raza y balbuceando mi inglés que cuelga de un andamio, maldigo su cerveza caliente, -suerte que no me han entendido- y entonces me cobijo al abrigo de una gran butaca, frente a una antigua mesa de madera, el servilletero se postra ante mi, vacilándome, pidiéndome que lo haga... y entonces lo llevo a cabo... dirijo firmes mis manos, como quien está a punto de cometer un crimen, recto, al bolsillo de mi cazadora de cuero y allí está, sabiéndose mio, el bolígrafo con el que empecé a escribir esta sin razón, credo inconmesurable de un buen London Gin... secretos nocturnos jamás contados... la vida al filo de una espada.

¡y como saben los ingleses de London y de Gins!... el resto, es historia... o tal vez, otra historia...




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Un placer estar de vuelta!

 Arwen

6 comentarios:

  1. Soy amante de Gins londinenses, una Plymouth por ejemplo con Q-tonic, a tu salud. Bienvenida de regreso después de tanto tiempo.
    Un saludo.

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  2. (Como no sé donde entrarás primero te repito mi bienvenida)


    Querima amiga y compañera Calada, "alma máter" de Calados, ¡no sabes lo que me anima ver tu nombre impreso en mi pantalla! Es un alivio leerte y comprobar que el espíritu de este territorio, ha seguido planeando a la espera de tu regreso.

    ¡No dejes que decaiga mi alegría y quédate por aquí!

    ¡Calados te reclamaaaaaa!

    Abrazos de bienvenida!!!!


    De tu Calada, ¿qué decir?, que el tiempo que ha pasado, ha ido dejando en tus palabras un poco más de magia, nuevos matices y un intenso sabor a vida...que sin duda, logras transmitirnos.

    ¡Chapeau!

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  3. Un inmenso silencio "calado" de emoción se produce en esta otra república independiente de nuestro blog....
    Arwen aparece y como siempre nos aporta elegancia, clase y maestría..
    Has vuelto a llenar tu hueco...... Bienvenida a nuestros sentimientos y a nuestras palabras e historias.
    Un gran abrazo!!!!!!

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  4. Muchíiiisimas gracias a todos por vuestra calurosa bienvenida. ;)

    Dean, yo brindo con otro Saphire contigo!!! un beso de regreso y un placer volver a estar con todos vosotros.

    Gemeleas... ¡¡que decir!!! muchas gracias por todos esos piropos (de verdad que me han llegado al alma). Besosss y sigamos en la brecha, pues ese bolígrafo tiene mucho de culpa en esta nueva fase de construcción... jaja...

    Latour, me quito el sombrero y pienso, que el elegante has sido tú. Gracias por tus palabras, me llegan. Otro gran abrazo para ti!!!

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  5. Parecía ese pub un antro de mal vivir, pero parece que la butaca te puso a salvo de aquella atmósfera y te dió por escribir.

    Un placer volver a leerte.

    Bss.

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  6. Mar, el placer es enormemente mio...

    y siempre digo que nunca es tarde para la última copa, ni para el último verso Calado y escrito...

    Muchos besos.

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