jueves, 15 de diciembre de 2011

CONDUCTORAS SUICIDAS. JUGAR ES QUERER



Se acercan las fiestas y María, previsora ella, anda liada con los preparativos, porque sabe que en pleno periodo de fiestas los precios se disparan. Ojea con tranquilidad relativa un catálogo de juguetes de los muchos que hay en la mesa. Sus hijos ya le van adelantando tarea, señalando en sus páginas sus juguetes preferidos, diciendo la machacona frase, "me lo pido". María les mira de reojo y piensa como plantearles reducir tamaña lista, porque tiene que encajar en su reducido presupuesto y acomodarlos en el de sus abuelos y tíos.

María se sabe incapaz de impedir que sus hijos se contagien de la epidemia consumista, viven en un incontrolable entorno fagocitario, pero a lo que no está dispuesta es a alimentarlo.
Le duele recordar como los juguetes del año pasado han quedado arrinconados ya y sus hijos siguen jugando con los tres de siempre, cuando los deberes se lo permiten y que la gran caja de embalaje acabó siendo el que más juego dió ese día, convirtiéndose en una choza, un tren y el mejor de los escondites.

Efectivamente ese es el quiz de la cuestión, no es más importante el juguete, sino el juego. María se ha replanteado la feroz campaña juguetera. Quiere volver a recuperar el juego en familia.
A partir de dejar de ser bebés, María se estaba olvidando de jugar, conforme ganaban en autonomía ella se alejaba del juego de sus hijos. Por qué renunciar a ese goce, al placer de jugar con ellos, a desconectar de la rutina y convivir en esa felicidad que nos devuelve al principio de nuestro tiempo.
Le parece una estupenda inversión, ganar en confianza mutua, compartir emociones y tensiones, aprender a ganar siendo generosos y a perder para tolerar las frustraciones, a establecer normas y aceptar las reglas. Sobre todo a desconectar de la realidad por un momento y a jugar a "como si", a héroes y villanos, guerreros de las galaxias, campeones de formula 1... el juego libre sin ninguna pretensión didáctica, de puro disfrute.

Así que María se pone a escribir su propia carta a los Reyes, les va a pedir que le concedan TIEMPO para dedicarselo a ellos, que le faculten para conseguir arrancar al día esos minutos para jugar con sus hijos, para quererlos y que ellos se sientan queridos.



Queridos Calados y Lectores ¿a qué jugamos?

Besos de las Gemelas del Sur.

21 comentarios:

  1. No hay mejor regalo que ese.
    Voy a hacer lo mismo que ella.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Vivimos tan esclavos del reloj y las prisas, que como a María le ha sucedido, en cuanto los niños dejan de ser bebés y ganan en autonomía, nos vamos alejando poco a poco; cuando lo que deberíamos de hacer es jugar con ellos, o jugar más con ellos.

    Yo, siempre que puedo (si la tiranía del reloj y obligaciones me lo permiten) me pongo en la alfombra con mis hijas a jugar con ellas, lo pasamos en grande. Despues me da pena, cuando ya tengo que dejar el juego, porque andan detrás de mi con sus caritas, diciendome que no me vaya :(

    En fin, yo tambien pediré tener más tiempo para ellas.

    Bss.

    ResponderEliminar
  3. Exacto! ese es el verdadero quid de la cuestión. Lo verdaderamente importante es el juego. Tienes toda la razón.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Yo tb quiero pedirme tiempo¡¡¡¡ eso se puede¿? ;P

    dirty saludos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  5. Si, Toro y además no se compra en los centros comerciales, solo en nuestra imaginación y voluntad. Puede ser una buena herencia que dejamos a nuestros retoños y que ellos sabrán transmitir a los suyos.

    Besos juguetones.

    ResponderEliminar
  6. Cierto, Mar, el reloj es un tirano, pero presentando una organizada guerra de guerrillas contra él, conseguimos arrancar esos momentos de calidad con nuestros hijos que deben ser prioritarios, lo demás ya se hará. Tus hijas seguro que estarán esperando impacientes el próximo momento juguetón y no lo dudes ese tiempo que le dedicas vale su peso en oro, vuestras risas.
    Seguro que los Reyes te traerán ese querido TIEMPO.

    Besos con querencia.

    ResponderEliminar
  7. Hola Javier, bienvenido a esta ludoteca. Nos alegra que te haya gustado este relato que no deja de jugar con las ideas.

    Besos a pares.

    ResponderEliminar
  8. Eso es Joaquín, la llegado de las fiestas pueden ser el detonante que nos hace reflexionar y cuestionar muchos de sus axiomas. Papa Noel y los Reyes Magos no se escapan de replantearse algunos valores.

    Besos festivos.

    ResponderEliminar
  9. Si Jose y aunque de adultos no abandonamos el juego dedicando tiempo al deporte, con los amigos...abandonamos al olvidado juego infantil. Con nuestros hijos, sobrinos y demás querida chiquillería, disfrutamos de un juego libre, tierno, relajado, que nos devuelve a un tiempo añorado y que nos hace querernos sin reservas y además tremendamente imaginativo y divertido y que nos permite escapar de la cruda realidad por un ratito.

    Besos y risas.

    ResponderEliminar
  10. Claro que sí, Dirty, Los Reyes son Magos, pero no esperes una caja con su regalo dentro, simplemente te levantarás la mañana del 6 de enero con la sensación que serás capaz de reorganizar las horas, comprimirlas o expandirlas, aprovechando el tiempo para volver a jugar a....y a querer.

    Besos mágicos.

    ResponderEliminar
  11. En estas fechas, parece tópico, pero es verdad, hacemos un barrido con examen de conciencia, y se nos ocurren todos los buenos propósitos aprovechando que vamos a estrenar nuevo año, también el ambiente cálido de la navidad nos induce a ello, eso claro, en esta parte del planeta, por desgracia habrá lugares donde la navidad no exista.
    Pero está bien aprender a mirar y hacer un zoom fijando la mirada en las cosas importantes y ocupar el tiempo compartiéndolo con los nuestros es una de las importantes y un gran regalo que podemos hacernos.

    Saludos

    ResponderEliminar
  12. Ela, tus palabras han abierto a nuestra conciencia otra realidad menos favorable que la nuestra, la de esos niños esclavos a tierna edad del trabajo, sin tiempo para el juego, privados de su infancia. Que afortunados son nuestros hijos y nosotros que tenemos tiempo para compartir con ellos.

    Besos solidarios.

    ResponderEliminar
  13. Hola, Gemelas.

    Más razón que un santo. Menos cachivaches que luego acaban guardados, o en un rincón, y más echarles imaginación y tiempo a los niños.

    En casa éramos nueve hermanos y no había para muchos juguetes. Lo pasábamos genial jugando entre nosotros con cosas bien sencillas.
    No hay que inundar de regalos a los niños. Más regalos no significa más cariño. Hay que enseñarles, sobre todo, que el disfrute está en las pequeñas cosas de la vida. Eso les hará que aprecien su valor. Tanto tienes, tanto vales, no.

    Un par de besos muy fuertes.

    ResponderEliminar
  14. Siempre he admirado a las familias numerosas, lástima que ahora una gran mayoría de familias son de hijo único y además no tienen el privilegio de jugar en la calle, como nosotros/as en nuestros tiempos, pasándolo pipa jugando prácticamente sin juguetes a pilla-pilla, churro va, la goma, la rayuela, chapas etc...Esas vivencias son únicas que encontrarán en las videoconsolas.

    Besos y a jugar.

    ResponderEliminar
  15. Bueno Luisa, quería decir que NO encontrarán en las videoconsolas. Eso me pasa porque a veces voy como una moto...cielos!! tengo que frenar.

    Besos.

    ResponderEliminar
  16. La verdad es que toda la razón para María ya que los que somos padres no sacamos muchas fuerzas de nosotros mismos para estar mas tiempo con ellos, bueno en mi caso en particular, no es que no este con el sino que a lo mejor pienso que me gustaría estar mas con el pero uno viene de trabajar y cuando no trabaja se mete en cosas que le ocupan parte de su tiempo y al final lo quieres hacer todo y no llegas a mucho, sobretodo eso me pasa a mi que tengo un hijo y jugar con el es muy bonito, pero los que tienen mas de uno tienen mas "ventaja" ya que yo he de buscar juegos unipersonales para el, ya que sabes que si un juego es para varios jugadores seguro que fallas bastantes veces y eso no quiere decir que no lo compres. Buena entrada Gemelas, G-P-HAY

    ResponderEliminar
  17. Precioso vídeo, preciosa entrada y precioso juego... me apunto como y con vosotras a no dejar de jugar nunca con nuestros hijos... de otro modo, algún día serían ellos los que no quisieran jugar con nosotros.

    Gran reflexión Gemelas y muy bonita.

    Besos.

    Arwen

    ResponderEliminar
  18. Si, es verdad, Sombra; el día parece que no tiene suficientes horas, pero no te duela reservar un tiempo, aunque sea corto y dedicarte en cuerpo y alma a jugar con él, incluso prescindiendo de los juguetes. Disfruta de ese tiempo sin culpabilizarte cuanto no puedas y le dejes jugando solo, porque él encontrará ocasiones para jugar con sus amigos o primos. El caso es jugar y menos tele.

    Besos y Besos.

    ResponderEliminar
  19. Arwen, buen propósito, porque cuando ya han crecido y casi son hombrecitos y mujercitas, te arrepientes de no haber compartido más juegos con ellos, pero bueno pasas a otros juegos de otro nivel jejeje "he han enseñado a jugar al poker" ¡Menudas timbas! pero sin dinero eeeehh!!

    Besos de corazones y picas.

    ResponderEliminar