jueves, 3 de noviembre de 2011

CONDUCTORAS SUICIDAS. UN MAR DE NIEVE



Un copo de nieve se posa suavemente sobre la luna delantera, tras él, acude otro y un pelotón más y ante tal amenaza, arranca el nervioso limpia.

Dentro del coche, casi se arma la de San Quintín.

Ay, mi Mar, como quiero yo a mi Mar.
No pude evitarlo, pero el sargento de la unidad de zapadores se apoderó completamente de mí, el Paco civil poseído empieza a maldecir y a dar ordenes a diestro y siniestro. La nieve no estaba en las previsiones de esta expedición. Somos un convoy de seis turismos, dirigiéndose al pueblo a pasar la nochevieja y yo soy el guía, junto a la nieve que juega al despiste. Pero es ella, es Mar el catalizador de mis desmanes, la que convierte las secas ordenes en sugerentes instrucciones y dulces susurros, la que consigue convertir en cómplices de la situación a Pedro y Pablo, un referente para aprender mediación para su amiga Sandra.

Ay, mi Mar, como quiero yo a mi Mar.
Mar con gracia andaluza, arma la trama y el resto tejen los hilos. Yo compruebo que el deposito está casi lleno, respiro aliviado, porque el atasco se ve venir, la autovía soporta tráfico de camiones y estoy seguro que la Guardia Civil los parará. Pedro sintoniza la radio para "estar al loro" de las noticias y Pablo se comunica con las blackberrys del séquito de amigos y aprovecha para recomendarles que se conecten a la página de Tráfico o al Google Maps para calcular la ruta y saber que carreteras se van cortando, porque la nevada es monumental; como un perfecto estratega pone en coordinación a todos para parar y poner las cadenas.

Ay, mi Mar, mi preciosa Mar.
Al abrir las puertas para salir, se cuela un siberiano frío que hiela las piernas a Mar y Sandra, enfundadas en unos elegantes y ligeros vestidos de fiesta de antes muertas que sencillas, pero quién iba a pensar que iba a nevar...no, muertas de frío, noooo!, gracias que yo soy "de los por si acaso" y guardo una manta debajo del asiento. Como tenga que parar el motor para ahorrar gasolina, adiós a la calefacción, bendita manta.

Ay, mi Mar, mi resalada Mar.
Luces antiniebla y arrancamos todos sincronizadamente, al poco de avanzar nos incrustamos en un atasco de miedo, increíble, hasta donde nos alcanza la vista todos estamos parados, velocidad cero, nivel de circulación negro, tan negro como me estoy poniendo, viendo como en el display de la radio se muestran las 23:45 y como Ramón García se prepara para dar las campanadas. Mar esparciendo risas como polvos de hada, saca de su bolso una bolsa de salados cacahuetes fritos y prepara doce para cada uno y damos la bienvenida al resalado año nuevo. Salimos sedientos para recoger nieve y coincidimos con muchos atrapados saliendo de sus coches, planteándose lo de "a mal tiempo, buena cara" y la carretera se convirtió en nuestra sala de fiestas.

Ay, Mar mi previsora Mar.
Después de tres horas, los quitanieves han despejado la carretera y los camiones esparcen la sal en previsión del traicionero hielo. La columna de vehículos reanuda la marcha y Mar con voz de la mismísima Pitonisa Lola, nos vaticina: el año que viene viajaremos en tren. Vean, vean el porqué.


Besos a pares, queridos Calados y lectores.

Las Gemelas del Sur.


16 comentarios:

  1. Mucho mejor el tren.
    Sin punto de comparación.

    Besos.

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  2. Me ha traído a la memoria vuestro relato una vez, a finales de febrero, viajando a Granada, nos cogió una nevada, en la parte centro-norte de la provincia, monumental. Hubo un momento en el que no sabíamos si seguir o volver. Para cuando llegamos a un cambio de sentido, la autovía estaba tan colapsada que no nos quedó más remedio que seguir la procesión de coches hasta la localidad más cercana. Hicimos 5 km en una hora ¿no está mal, eh? Acabamos pasando la noche en un albergue, pues hoteles y pensiones, estaban llenos. Tuvimos suerte, mucha gente durmió en sus vehículos en gasolienas.

    En otro orden de cosas, ¿que tendra Mar que tanto se acuerda de ella? ;-) jajjaajjaa

    Bss y bss.

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  3. Precioso cántico el de hoy gemelas...como Toro, me quedo viajando en tren, en vuestra compañía, en la de Mar, en la de Toro.

    Un gran beso x 2!!!! ;)

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  4. Siendo asi mejor el tren,abrazos x2.

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  5. Toro, para determinados destinos, sin duda el tren. Lo que más valoro es el tiempo durante el viaje a tu total disposición, disfrutando de música, lectura, soñando o simplemente sintiendo el movimiento y su velocidad.

    Besos a pares.

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  6. Vaya, Mar, hemos sido videntes, en nuestra bola de cristal te hemos visto reflejada en la blanca nieve y te hemos hecho protagonista del relato, jejeje...La incertidumbre de quedar atrapados en la nieve y sobre todo sin estar preparados nos puede llevar a correr un grave riesgo, por lo que en el coche debemos llevar de casi todo, tal cual como con nuestro bolso femenino, listas para cualquier contratiempo.

    Presiento que para Pablo, militar en zapadores, calculador y duro, Mar es la sal que derrite su fría coraza, en la mágica reacción química del amor, ella es su catalizador. Mi pregunta es, se lo ha dicho a ella? Ha podido Mar oír su canto amoroso?

    Besos.

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  7. La verdad es que me estais enganchando con Mar y Pablo.Deseo que haya una saga.Sobre viajar yo tambien prefiero el tren es el conductor perfecto para el libro.Saludos.

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  8. Ya apetece que nieve ya...yo cambio la lluvia por una buena nevada ya y a viajar con vosotras siempre.
    Abrazos.

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  9. Arwen, tenemos billetes reservados para viajar en un vagón exclusivo para Calados en el mismísimo Orient Express, lujoso crisol para un montón de historias. Imagina de París a Estambul, pasando por Viena con hermosos paisajes nevados. Viajeros al treeeen!!!

    Besos viajeros.

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  10. Fairis en ocasiones no tiene nada que envidiarle al mejor Ferrari, El tren de alta velocidad es una gozada, rápidísimo y seguro.

    Besos a pares.

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  11. Hola, Fredy. Le preguntaremos a la pareja si desean seguir viajando y contando sus aventuras. Paco es un poco especial, igual Mar lo convence.
    Para mí viajar en tren tiene su peligro, su traqueteo me adormece, con el chucu-chucu ¿dónde va este tren? y me paso de parada.

    Besos con ritmo.

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  12. Aaaah! en carretera, ni lluvia, ni nieve, aunque dicen que hay neumáticos que secan la carretera, pero son inútiles si no ves tres en un burro.
    Ven a viajar con nosotras con un buen día y un hermoso arco iris en el cielo.

    Besotes.

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  13. Gemelas, desvelar las preguntas que lanzais sobre el amor de Pablo hacia Mar en una próxima entrega... que la cosa promete :D

    Bss a pares.

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  14. Revelador, comprobar como la visión de los lectores fuera del ámbito del escritor descubre matices y posibilidades nunca pensadas o intuidas por él. Es un reto para nosotras y recogemos la idea que lanzáis. Esperemos que la musa de la inspiración que anda un poco destemplada por estos fríos (os confieso la incertidumbre en la creación de este relato)recobre el tono muscular.
    Allá vamos. Fredy preparado para aconsejar a Pablo, Mar quizás compartas algún reflejo de las viviencias de tu tocaya, lectores pronunciaros sobre sus avatares amorosos.

    Besos y besos.

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  15. Hola, Gemelas.

    Yo, por suerte, no me he visto en una de esas. Pero sí recuerdo una nevada en Madrid, hará tres o cuatro años, que me chafó una entrevista, que nuestro grupo de escritura había concertado, con un poeta que llegó desde Mallorca. El pobre no pudo llegar a Fuenlabrada, y todos los preparativos se fueron al traste. Una pena. En este caso el tren no pudo salvarnos. Recuerdo que había varias líneas cortadas y el aeropuerto estaba bajo mínimos. Claro, esto no es china ni Siberia, je, je, je.

    Me ha gustado la historia de Mar.

    Un par de besos muy fuertes.

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  16. Si, Luisa, a veces nada podemos hacer en contra de las fuerzas de la naturaleza. Pero bueno, hay quien sabe presentarle batalla, con una buena previsión y no escatimando recursos y por haber aprendido muchas lecciones.

    Un placer tenerte por aquí.
    Besos a pares.

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