Carl Honoré, periodista canadiense, en "Elogio de la Lentitud", nos decía: -"La lentitud no es torpeza, sino calma"-
-"Si no queremos resultados negativos o mediocres, lo que necesitamos es tiempo.....Tiempo para descansar, pensar y proporcionarnos, en el arte de descansar la mente la energía precisa para alcanzar nuevas conquistas"-
Nuestras prisas, el atraco continuado al tiempo que robamos a nuestras relaciones, entretenimientos, a nuestro descanso, por una mala gestión del mismo, dedicándonos a ocuparlo sin control, nos avoca a sobrevolar la vida, sin tomar tierra para vivir, ni alcanzar al tiempo para sentarlo a nuestro lado. Y este "sin parar", sin darnos tregua, hace que nos sintamos estresados, angustiados, en estado de alerta permanente, y aunque parezca una contradicción, acaba provocando que nuestro reloj interior se ralentice...
Cuando arrastramos esa losa con nosotros y nos disponemos a realizar alguna actividad en la que la optimización de los reflejos es imprescindible, por ejemplo la conducción, algo falla, se rompe el hilo tensado de la atención y nos atacan los síntomas de la fatiga; perdemos concentración, notamos cansancio, somnolencia y en este punto, entramos en un importante riesgo de desfallecer por agotamiento.
Mientras nuestra vida rinde culto a la velocidad, la enfermedad del corazón, también llamada "enfermedad del tiempo" va haciendo estragos.
Preguntémonos cómo podemos dominar ese instinto de acelerarlo todo, de ir saturando nuestro tiempo. ¿A dónde queremos ir tan deprisa y para qué? Olvidamos que nuestra principal conquista se encuentra en nuestro interior y quizás radique en cambiar nuestra forma de pensar. Quizás si volvemos a una relativa calma, a un ritmo más lento, a tomarnos un tiempo para cada paso, el "sin prisas pero sin pausa" logremos unos beneficios; serenidad, salud, concentración. Además, como decía Milán Kundera: "el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria, el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido"
No dejemos que nuestra vida se convierta en la provisión de nuestro olvido..
....mientras lo pensamos, os dejamos uno ejemplos para combatir la fatiga y el sueño....
Saludos óptimos, queridos calados y lectores
Las Gemelas del Sur
De acuerdo. Completamente.
ResponderEliminarEstamos en una carrera enloquecida que nos lleva a ninguna parte.
Lo siento pero tengo un poema escrito sobre ello:
CORRED
Corred, corred/
no dejéis de correr/
hay que labrarse un futuro/
a costa de lo que sea/
corred, corred/
arrancad la tráquea a las horas/
exprimid los días hasta reventarlos/
corred, corred/
no dejéis de correr/
hasta vuestro nicho helado.
Una entrada para leerla lentamente "sorbo a sorbo" y reflexionar...cuanta razón tienes en todo lo expuesto y que estupendo poema el de TORO SALVAJE.
ResponderEliminarMis felicitaciones a ambos.
Abrazos.
Ramón
Magnífica,como siempre,la reflexión de esta semana Conductoras; y como Toro nos ha obsequiado con un poema,os dejo una frase mía que hace referencia a este tema: "Enlentece tu paso, porque podrás ver y disfrutar mejor de las maravillas del camino".
ResponderEliminarAbrazos crepusculares.
Ciertamente Toro, nuestra vida es una carrera que comienza marcada con un final, pero con distintas metas, lo curioso es que a medida que avanza, y aún perdiendo a menudo la dirección, no aflojamos, muy al contrario, aceleramos, corremos más para llegar los primeros, aunque no sepamos por donde vamos, ni si nos hemos equivocado.
ResponderEliminarTu poema es bastante claro, nuestra llegada está escrita cuando nos hacemos con la ruta.
"Disfrutemos de la ruta, pues, desaceleremos el paso"
Gracias por tu poema, es un honor recibirlo en este espacio, hoy, lleno de calma.....
Saludos Toro
Que necesario es hacer un alto en el camino, dar un vistazo a nuestro alrededor y preguntarnos que está pasando. Como tú dices Ramón, sorbo a sorbo.
ResponderEliminarDeberíamos estar más atentos a nuestro reloj interior, ese que nos dice como un "pepito grillo" que no nos dejemos matar por las prisas, que emprendamos acciones con energía, que estemos al tanto de las consecuencias, que no obviemos las alertas y que .......el tiempo pasa, pero podemos ir con él.
Abrazosxdos Ramón
Estamos sorprendidas y agradecidas por vuestras aportaciones, tanto Toro como tú Jinete, habéis contribuido a "sembrar margaritas en la cuneta", una visión estímulo que nos fija la atención en la carretera y nos hace disminuir la marcha, captar el entorno y no dormirnos al volante.
ResponderEliminarSeguramente en nuestro camino, pasaron desapercibidas maravillas y sería una pena mirar por el retrovisor central y ver como siguen quedando atrás.
Abrazos Jinete
Pedonad chicas, pero la fatiga, la falta de tiempo y un suma y sigue me alejan de las teclas mucho más de lo que yo quisiera... aún así ha merecido la pena pasar y leeros un día más, me quedo por aquí mirando por ese retrovisor que nos prestáis y si me lo permitís, viajando un día más con todos vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo gigante para todos, besos y Toro una maravilla tu poema.
Esclavos del reloj, constantemente decimos que "no tenemos tiempo", y es verdad, nunca tenemos tiempo para lo que verdaderamente vale la pena.
ResponderEliminarUn saludo.
Hoy en el territorio "Calados", reina la calma...
ResponderEliminarQuerida Arwen, si no te importa, mejor te sientas delante, y por la luna delantera te invitamos a ver el paisaje, con la ventanilla bajada, que permita la entrada de aire fresco y sonido ambiente. De vez en cuando, un cruce de palabras, una parada y un descanso, te lo mereces....
Besos a pares
¿Nunca tenemos tiempo, o no dedicamos tiempo?, el tiempo no nos lo dan ni nos lo quitan, lo administramos nosotros, ¿por qué entonces no podemos dedicarlo a lo que verdaderamente nos merece la pena?
ResponderEliminarSaludos Dean
Cierto que somos unos esclavos del reloj, siempre con prisas y cuando éstas hacen que estemos extresados, la agrevisidad sale a flor de piel... No se adonde vamos a llegar, la verdad.
ResponderEliminarMe da envidia sana, cuando alguna vez viajas por esos pueblecitos perdidos y ves a los vecinos charlar entre ellos, sin prisas. Parece que el tiempo se hubiera detenido y que viven a otro ritmo mucho más saludable que el nuestro.
Bss y bss
Cuanta razón. Dos citas:
ResponderEliminar'Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo.'
(Gilbert Keith Chesterton
'Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.'
(Robert Louis Stevenson)
Abrazos
Dónde está la pócima que nos lleva a ralentizar el tiempo, habrá que preguntarles a los que parecen que si que son capaces de disfrutar del tiempo, cuál es su filosofía para poder llevar su vida y no pagar un precio tan alto como el que tenemos que pagar algunos por sobrevivir.
ResponderEliminarQuizá nos dirían que nos desprendiéramos de la prisa, que nos tomemos más tiempo para vivir, y que intentáramos ver lo que realmente es gratificante para el aquí y el ahora. A lo mejor "el dejar para mañana lo que puedas hacer hoy" no es tan malo.
Será cuestión de preguntar.....
Besos Mar
Logan y Lory, que citas más claras. Somos tan "egos", que nos importa más que conozcan nuestros logros, que lo que cada uno sabe de sí mismo.
ResponderEliminarA veces, el querer mostrarse y ganar reconocimiento, se convierte en un viaje, cuyo recorrido nos lo pasamos haciendo fotos que dan testimonio de donde hemos estado, y sin embargo, hemos sido incapaces de apreciarlo y disfrutarlo con nuestros propios ojos.
Saludos x dos
nuestra percepción del tiempo es errónea, demasiada magnitud, nos movemos en la cantidad por "no perder el tiempo"...... la sociedad nos culpabiliza y nosotros lo asumimos....... gran reflexión Gemelas. Impacta tu poesía Toro!
ResponderEliminarEl tiempo mejor aprovechado es el que no echamos de menos, el tiempo no es nuestro enemigo, nos da la oportunidad de vivir y recordar. "Hay que darse cuenta" en todo momento de donde estamos, fijarnos en cualquier estímulo, preparados para lo que podemos encontrarnos. nuestra atención centrada, no hay sueño que nos venza si estamos atentos al paisaje.
ResponderEliminarSaludos latour