CONDUCTORAS SUICIDAS. Devoradas por el fuego.

¡Valencia arde!

Esta ciudad se viste de luces y se ambienta con olor a pólvora para llevar de la mano al visitante por una galería de arte urbana. Un magma amasado con personas y monumentos, cubrirá hasta el 19 de marzo, el asfalto de las calles.

Cada calle, cada cruce de caminos, se ceñirá un broche que se elevará al cielo. Sus figuras de papel, cartón, madera y corcho, son anfitriones de lujo de "las fallas", una fiesta, unida al ruido, la pólora, el ingenio y la gracia.

Del 15 al 19 de marzo, la urbe se prepara con un madrugador estallido y se despide cubriendo el cielo oscuro de colores, que forman una carpa iluminada en la línea vertical del horizonte.

Durante estos días, las zonas céntricas y los barrios más castizos de Valencia, se liberan de humos contaminantes y rumor de velocidad.

Son muchos los que abandonan el coche y deciden ir al trabajo caminando o en transporte público, que por cierto, no es ideal, pero funciona.También están los que no pueden prescindir de él y el desfile matutino hacia su destino se convierte en un "vía crucis" desquiciante. La ciudad sufre un colapso, en aceras, calzadas, cruces, barrios.

Numerosas calles quedan cerradas al tráfco, se vacían de transeúntes habituales para acoger tiras de pólvora en cuerpo de "masclet","carcasas", traca aérea" que se dispararán a las dos de la tarde, como reza el programa de festejos. Pero no solo eso, aparecerán en aceras y avenidas puestos ambulantes de chocolate y "bunyols", y algunos privilegiados "falleros" podrán refugiarse y celebrar sus cenas, meriendas y actos varios, no tan populares, en carpas montadas entre acera y acera.

Un año más, el coche, "okupa" habitual de las arterias de la gran ciudad, se ve relegado a segundo plano. Arrinconado, se refugia en aceras, solares, y rincones que no ocuparía nunca si no fuera por las descaradas figuras que lo expulsan. Figuras que denuncian, critan, se mofan y hacen guiños a la sociedad entera. Para los artistas falleros, todos estamos expuestos a convertirnos en víctimas propicias de sus viñetas cómicas o sarcásticas, en exhaltados "ninots".

Los personajes dibujados y pintados con desenfado, sarcásticos, hasta grotescos, zarandean el prestigio, la credibilidad y delatan las conductas de personajes relevantes, políticos, famosos y famosillos del panorama actual, como se suele decir, no dejan títere con cabeza. Y mientras disfrutamos de la invasión, de estos reincidentes pobladores, eventuales e insumisos, convertidos en profetas y verdugos de nuestra sociedad, el "coche", elemento privilegiado de la vida en la ciudad, queda desterrado.

Saludos, queridos calados y lectores y perdonadnos si hemos abusado de este alarde festivo-fallero.