Conductoras suicidas: ¿Te gusta conducir?, No, prefiero teletransportarme.

Mimamos especialmente a Giovanni, por su marcada personalidad que nos sorprende siempre: creativa, original y sensible, aunque de fuerte carácter. Gracias a él, nuestra escudería tiene un encanto especial que la distingue de las demás, él marca la diferencia e imprime nuestra seña de identidad.

Las reuniones con Giovanni son únicas, nadie como él sabe tratar las cuestiones técnicas haciéndolas comprensibles y divertidas y nadie como él sabe cerrarlas como si fueran una reunión de amigos. Entre Giovanni y nosotras, existe una entrañable complicidad que en cierta ocasión le llevó a confesarnos, en un italiano intencionado y provocador, un íntimo secreto:

- ¡Gemelas, non mi piace conducir, por eso será que no tengo un Audi, -nos dijo socarronamente. Mi píccolo Mercedes y yo salimos todas las mañanas al trabajo y nuestro viaje se hace largo en el camino, "hora y media". Odio esa pérdida de tiempo, se me escapa parte la mia vita. Quiero que el tiempo sea mío.

La verdad es que nos sorprendió la confidencia ya que Giovanni disfrutaba y vivía con intensidad las carreras. Ahora bien, es cierto, hay una enorme diferencia entre el circuito diseñado y las calles concurridas y abarrotadas; vida real y ciencia ficción. Intentamos minimizar ese sentimiento de pérdida....

-Verás Gianni, esa sensación de huida del tiempo hacia delante la tiene todo el que sufre el día a día en esta enorme ciudad. Atrapa el tiempo y dale una ocupación. Pon la radio o tu música favorita, aprovecha para ordenar tus ideas, planifica tu trabajo.... pero sobre todo, intenta disfrutar recorriendo tu camino con las manos al volante.

-Amore mío, eso es imposible. He intentado adelantar trabajo dibujando alguna idea que me asalta, cuando el semáforo perezoso se retrasa y sólo he conseguido sobresaltarme con una pitada intensa, pues en mi ensimismamiento olvidé pisar el acelerador.... se ha perdido hasta la amabilidad, no podían hacer una pitadita cortita de aviso por mi despiste, no, tenía que ser una sonora pitada. ¡Aspeta un attimo, prego! le grito y entonces, amiga, tardo más en salir, "¡va vía!....

-El coche no es una ventajosa inversión. Tampoco os diré lo que me gasto en gasolina. Ni en mantenimiento del coche. ¡Una ruina!

-¡Ay nuestro yogurín! ten paciencia, en un futuro próximo, experimentarás el teletransporte. Ahora estoy aquí.....al segundo siguiente estoy allí.....como la tripulación del Enterprice. Ya no existirá el tiempo ni el espacio, solo el aquí y el ahora.

-¡No me lo puedo creer! Dura competencia con las compañías gasolineras y en general todo el transporte, horror para la industria de la automoción - comentaba con cierto tono de preocupación.

-Tremendo, si. Entonces hablaremos de cifras de mortalidad en cuanto a algún fallo del mecanismo del teletransporte. ¿Qué garantías nos darán de recomponer los átomos de nuestros cuerpos en perfecto orden? Si todo va bien, ¿seremos nosotros mismos al acabar el proceso?

-Gianni, creo que preferimos controlar nuestro Ferrari nosotras mismas, en la medida de lo posible y aún imposible y disfrutar de ello.

-Va bene, va bene, ma mi piacce. ¿Igual me recompongo cada vez en una persona distinta?¿Será como volver a empezar?....¿como una segunda oportunidad?, ¿una recreación contínua?- dejando pasar un pequeño silencio dubitativo, afirmó:

-Habrá que confiar en la tecnología- seguidamente y cambiando de tono nos alertó.

-Chicas..... avisadme cuando las acciones del teletransporte, salgan a Bolsa.......

Vivo - Teletransporte from Guga on Vimeo.

Queridos Calados y lectores os teletransportamos nuestros besos.