Gran Torino (2009)

Clint Eastwood ... este hombre cada vez me da mejores vibraciones, a pesar de los comentarios del público sobre si ésta va ser la última obra que nos va a regalar, personalmente creo que está en muy buen momento, tiene ideas muy buenas y caché suficiente para cortar el bacalao a su estilo haciendo las películas que cree importantes, no me extrañaría que una última obra más elaborada sucediera a esta antes de su retirada por la puerta grande.
Se acabaron las épocas de tipos duros de la pantalla, y Clint ha sabido evolucionar con ello a pesar de su edad (o quizá acorde a su edad, según se mire).
Es un hombre serio y dedicado a hacer buen cine, es completamente consciente del tipo de películas que quiere hacer, y cómo adaptarlas al público al que siempre ha servido fiel.
Esta película está dirigida y protagonizada por él mismo.

Sinópsis: un hombre retirado (Walt Kowalski) que luchó en la guerra de Vietnam, vive en norteamérica en un vecindario donde, entre otras razas étnicas, viven muchos "miao" (también llamados "hmong", extranjeros asiáticos aliados en la guerra de Coréa que obtuvieron refugio en Estados Unidos gracias a su colaboración), él es racista pero debido a una casualidad ayuda a unos vecinos "miao" y ellos impulsados por sus tradiciones se ven en la obligación de prestarle ayuda y entablar amistad.
Con el tiempo el protagonista hace las veces de tutor del joven de la familia vecina (Thao), instruyéndole sobre cómo madurar y hacerse un hueco en la sociedad, pero las guerras de bandas del entorno dificultan el proceso.
El nombre del título, Gran Torino, es el coche del protagonista al cual le tiene mucho cariño, es una joya de Ford de la década de los setenta, lo guarda en su garaje.

El guión es normal pero está plagado de detalles muy buenos y momentos de humor que llenan los minutos (no de carcajadas, pero sí de sonrisas).
Lo siento para los amantes de los tiros y los golpes, aquí hay Eastwood pero del nuevo, el mismo que visteis en “Los puentes de Madison” o “Million dollar baby”.

Walt no está contento con su pasado lo cuál le afecta en el presente, tiene contacto con la iglesia pero no acaba de conseguir el perdón divino que cree que merece. Eastwood utiliza la lucha emotiva interna metaforizada en la figura de la iglesia y su representante (un cura) exactamente como hizo en Million dollar baby, no me ha gustado tanto que repita tal detalle en las dos últimas películas, parece casi calcado.

Vamos a potenciar una de las virtudes de Clint Eastwood que pasarán a la historia por méritos propios, en sus películas le gusta decir con cara de malote frases memorables al estilo americano, como en ésta película cito una que personalmente me ha gustado: "lo que más atormenta a un hombre es lo que no le ordenan hacer".

Las interpretaciones no son destacables, sólo obviamente la del protagonista, porque según su director, ha seleccionado auténticos "miao" para la cinta sin el requisito de que sean actores.

No es la mejor película de Eastwood, pero es una obra también genial.
Me alegro que el director haga estas películas modestas pero con tanto sentimiento, así que estaré al otro lado de la pantalla siempre que tenga algo que ofrecerme.

Saludos, … si hay alguien al otro lado.