Vamos con un microrelato muy interesante, acerca del vacío mental, del pensamiento y del control. En esta ocasión de la mano de Luciano Lema. Su título: El anterior.
¡Que lo disfrutéis Calados y lectores!.
¡Que lo disfrutéis Calados y lectores!.
EL ANTERIOR
Internado en el vacío del cubo, imagino. Aunque las rectas perfumadas se hacen de puntos claramente visibles -impulsan la gracia de los elementos, fríos, infinitos que flotan en el ambiente-, imagino. Prescindible de un corazón ardiente -aún más que un rayo de sol arábigo en la frente del peregrino- siento el enojo de las esquirlas invernales mientras desgarran mi piel; se clavan en mi brazo en tanto quiero defenderme de luces de enfrente, la cual resalta los signos estampados en el torpedo del cubo. Alcanzo entonces a dilucidar que los controles del cubo están al frente y no al redor de mis costas como había gritado el guardia en la presala; arriba, abajo y mis lados, solo brilla plano el aluminio.
Internado en el vacío del cubo. Palpando los comandos centrales del cubo -partida de Laab y Alkuwarrismi-, los veo inalcanzables desde una especie de angustia teatrera que sucumbe mis saberes y me entorpece, bloquea mis pensamientos.
Comprendo que he pasado más de veinte minutos sin ideas sobre el uso del cubo; y no hecho culpas a mi tibia fotosensibilidad frente al resaltar constante de los colores del comando central, sino que mi desazón recae sobre la nefasta y obligada tarea de elegir para hacer, o bien para no hacer.
Internado en el vacío del cubo, imagino la huida del anterior y cierro los ojos ya vencidos por la fluorescencia. Imagino mi turno.
Autor: Luciano Lema
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