...quiero decir, tus propios monstruos, los tuyos. Todos tenemos nuestros propios "monstruos de la guarda"... o...¿Cómo llamarlos?
Hoy me encontré tres. A este lo pillé pegado a una puerta.
Este otro me miraba entrecerrando sus ojos, como agazapado, mientras su boca insinuaba su terrible rugido...
Y qué decir de este y su mirada amenazante, dispuestos sus feroces dientes a morderme en cuanto me pusiera a tiro.
Monstruos. Sólo hay que buscarlos. Ellos siempre están. Acechando. Vigilando. Disfrazados. Camuflados. Escondidos en paredes y puertas, en los rincones y las aceras, en fachadas, en ventanas o entre las grietas de la corteza de los árboles.
Nunca se sabe dónde va uno a tropezar con ellos. Nunca sabe uno dónde van a esperarle.
¡Permaneced atentos amigos Calados!
Y a pesar de los monstruos que cada uno se encuentre... ¡buen fín de semana!
Emilio
¡Que bonitos monstruos!. Originales, ocurrentes, escondidos. Que pueden aparecer en cualquier parte, Pero como siempre, hay que verlos, hay que descubrirlos y eso solo lo puede hacer un objetivo observador y dispuesto al disparo. Pero, atencion, hay "otros monstruos" que nos acechan desde dentro, en las profundidades de la vida misma y particular de cada uno y esos no se captan con un objetivo oportuno. Esos hay que matarlos con frialdad y mantenrlos cerrados con cerrojos, aunque esten oxidados, como la boca de tu primer monstruo. Unas fotos preciosas y muy originales. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminar¡Que bonitos monstruos!. Originales, ocurrentes, escondidos. Que pueden aparecer en cualquier parte, Pero como siempre, hay que verlos, hay que descubrirlos y eso solo lo puede hacer un objetivo observador y dispuesto al disparo. Pero, atencion, hay "otros monstruos" que nos acechan desde dentro, en las profundidades de la vida misma y particular de cada uno y esos no se captan con un objetivo oportuno. Esos hay que matarlos con frialdad y mantenrlos cerrados con cerrojos, aunque esten oxidados, como la boca de tu primer monstruo. Unas fotos preciosas y muy originales. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo...los que yo ví y fotografié ese día son casi de broma, casi hasta amiguetes..., los malos de verdad son los que no puedo fotografiar y viven en los adentros de cada cual... Gracias por los piropos! Un abrazo Chelo!
EliminarSi es que hay más monstruos que ángeles, por desgracia, jajaja.
ResponderEliminarSalu2 monstruosos.
Eso es cierto. Además son, como todo lo malo, más fáciles de ver. Curioso...
EliminarSaludos de vuelta!
Eso si que es mirar con lupa, y con otros ojos, la ciudad. Y yo que me he pasado la vida pensando que los monstruos que creíamos ver en la infancia no existían y ahora resulta que sí existen. Aunque como dice Chelo, los peores, los más perversos y malvados, los más oportunistas y desaprensivos, están dentro de nosotros, chupándonos el alma cual vampiros y tentándonos a tirarlo todo por la borda. Contra esos, un buen insecticida de vida.
ResponderEliminarJejejej..., puede ser Amparo..., o ganas de encontrar, que también hace. "Insecticida de vida", interesante..., mmmm..., ¿dónde se compra eso...?
EliminarEres el ojo que todo lo ve Emilio, Pues si las miro bien, si que tienen algo de monstruosas, monstruosamente bonitas, ingeniosas, originales...
ResponderEliminarSaludos y buen finde!
Por lo menos me lo paso monstruosamente bien descubriéndolos, eso no te lo niego! Gracias Marinela, aunque si fuera eso que tú dices sería... Dios!!!
EliminarQué buenas fotos, madre mía.
ResponderEliminarSiempre he pensado que los peores monstruos no están debajo de las camas como pensamos de pequeños, sino dentro de las personas
Besos
Gracias Mientras Leo!! Igual en eso, ya que tantos coincidimos, algún día me planteo como fotografiarlos... ¿se podrá?
EliminarBesos de vuelta!
Tres fotografías, tres monstruos: El dolor, el vacío y el miedo.
ResponderEliminarEl dolor que sangra, que hiere con las palabras, que se vuelve ciego. La imagen más impactante (el candado, los dientes..)
El vacío como oscuridad, la nada que todo lo devora, la incertidumbre. Una imagen bien simple que representa mi monstruo más temido.
El miedo, la intimidación, el sometimiento. El más irracional, el más incontrolable. Un trazo casi infantil para ese monstruo que nos paraliza si lo dejamos mirarnos.
Me encanta lo de monstruos de la guarda..
Imágenes chulisimas viviendo en las paredes de la ciudad....
Genial.
Un abrazo Emilio.
Qué bonita tu reflexión y los nombres que pones a mis monstruos..., los comparto y aplaudo. La verdad es que así, escritos, dan aún más miedo. Los de mis fotos, sin más, eran casi como de cuento de niños. Así definidos por tí, ya dan miedito de veras: dolor, vacío, miedo... Sí, definitivamente así asustan más.
EliminarGracias Nepalí, me alegra te gusten!
Un abrazo para tí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRecontra!!!! Tal cual fueras un Goya fotográfico en su etapa de pinturas negras. Muy buenas instantáneas que nos hacen agitar nuestra imaginación, cual test psicológico. ¿habrás pintado tú alguno para completar tu monstruo?
ResponderEliminarBesos.
Jejeje...nooo... Todos los encontré en las paredes... Bueno o ellos a mi... Gracias Gemelas!
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