lunes, 2 de marzo de 2015

LA GATA SOBRE EL TECLADO.Palabras mareadas.



Salió de casa con tantos sueños que se quedó dormida en el autobús de línea. Cuando se dio cuenta de que se había pasado de parada se quedó parada, mirando un miró que un grafitero había pintado sobre un muro. Al llegar al banco se sentó y dejó que sus pies juguetearan con la yerba reseca. En los balcones la ropa seca se mecía al sol. Un niño hacía pompas de jabón mientras un coche de pompas fúnebres llegaba hasta la iglesia. A su lado, otro niño -tan pequeño como un garbanzo-, hacía un castillo de arena. A ella le decían que construía castillos en el aire, castillos etéreos, endebles, esfumados, como sus sueños. Castillos construidos sobre mesetas, sobre nubes, sobre sierras.  No sabía qué hacer con la sierra que le había enviado Amazon. Tenía de todo, árboles, flores y hasta un pequeño riachuelo que atravesaba todo el salón.  Ella sacó sus sueños del bolso y los esparció por el suelo, como migas de pan en busca de palomas picoteadoras. Le picó algo en el brazo, y se rascó hasta que la sangre traspasó la piel. El kiosco se traspasaba y también la zapatería y la lavandería. Dejando los sueños a los pies del banco, se fue hasta la fuente y se lavó la herida. El agua estaba helada, tan helada que, de pronto, le apeteció un helado, un helado en forma de cono, de triángulo, de trapecio. No había ido al circo esa navidad. Odiaba los circos porque tenían a los animales hambrientos y enjaulados. Sólo una vez había ido esperando que algún trapecista se cayera del trapecio, pero eso no ocurrió. Repasó la lista de libros que la lista de la bibliotecaria le había dado y decidió comprar La lista de los nombres olvidados. pero se olvidó del nombre y acabó comprando La lista de Schindler.
Volvió caminando por el camino más corto. El camarero chino estaba a la puerta del bar. Se hizo a un lado y la dejo pasar. En la terraza la gente no hacía sino hablar y hablar.
-¿Vino? - dijo-.
Y el camarero le ofreció una copa de vino rosado fresco y dulce.
Pero el que debía haber venido no había venido. Ella pensó que si hubiera o hubiese venido, todo hubiera sido diferente. Así que volvió a casa con los sueños dormidos en el bolso, la picadura en el brazo, el vino en las venas y una mancha de cono de helado en su blusa azul.
Aquella noche tenía tanto sueño que no pudo dormir.



22 comentarios:

  1. Sólo se sentía perdida. Basta con estar cinco minutos solo y pensando para barruntar ideas poco halagüeñas.

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    1. Sí Alex. Mejor tengamos la cabeza ocupada, de lo contrario no sé que se puede llegar a cocer en nuestro cerebro. Gracias por tu comentario.

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  2. Jajajaja, buena cadeneta.
    Salu2 encadena2, Amparo.

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    1. Gracias Dyhego. Simplemente, un juego de palabras y algo que se esconde tras él.

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  3. Me ha parecido leer una carrera de relevos. Una lectura muy amena, una escritura muy ingeniosa. Un día bien aprovechado a pesar de no haber estado con el que tenía que haber venido. Y en las noches de vigilia en lugar de arreglar armarios, se pueden poner en orden los sueños...

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    1. Gracias Marinela. A veces en nuestra cabeza van y vienen las palabras y las frases. Y a veces se escriben ellas mismas. O eso parece.

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  4. En nuestro cerebro se suceden una tras otra conexiónes neuronales que no sabemos donde nos va a llevar, aunque creo que tu le has dado el pistoletazo de salida y sabías muy bien donde estaba la meta. Genial improvisación en cascada. Que no sea nada lo del brazo, una pastilla para el insomnio y arreglado.

    Besos en cadeneta.

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    1. Realmente, las palabras me han llevado por donde han querido. La meta ha aparecido de repente, en medio del caos de frases y palabras, te lo aseguro.

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  5. Un poco como llevaban las musas los pinceles de los surrealistas, te has dejado tú llevar por el piloto automático, y el aterrizaje, no se si forzoso, ha sido sin duda tras un vuelo muy ajetreado... Vibrante y agitada lectura, de asentado y sorprendente final. Mis respetos a tu ágil pluma y desbocado verbo.

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    1. Surrealista si que ha salido. La verdad es que ha sido como jugar con las palabras, dejarlas correr sin dominarlas, ver hacia dónde iban. Gracias Emilio.

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  6. Creo recordar que en un comentario que hice a una entrada que traía una pieza de música romántica decía que sería maravilloso escuchar la interpretación al piano del propio autor, Chopin, Schnuman.. no recuerdo la pieza concreta.
    Porque crear e interpretar son dos privilegios diferentes. Pero interpretar lo creado es lo más porque garantiza un mínimo margen de error en la intención, en los matices.
    Todo para decirte que lo que traes hoy es chulísimo. No sólo la secuencia, lo que cuentas, sino también la forma, esa especie de historia bucle que crece enredando las palabras sobre sí mismas. Y que, aunque no conozco tu voz, la he leído la segunda vez pensando que la leías tú en voz alta.
    Y así me he llegado a imaginar a la niña que odiaba un circo en el que amarraban animales; también he tarareado "soy un corazón tendido al sol" al escucharte que esparció sus sueños por el suelo y he visto a una nueva Penélope que volvía con su bolso, no sé si de piel marrón, llenito de sueños rotos.
    Y todo ésto porque lo he escuchado más que leído.
    Perdona tantas palabras pero me ha provocado, me ha estimulado esta historia de palabras encadenadas.
    Me ha gustado mucho mucho.
    Un abrazo.

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    1. Me has dejado sin palabras Nepalí. Empiezo a pensar que tu comentario es mejor que mi entrada. Me alegra tanto leer comentarios como el tuyo porque me devuelven la fe en mí misma, en lo que escribo, en lo que sueño, en lo que percibo. Así que te invito a que me sigas leyendo y a que sigas viniendo por aquí. Te aseguro que el bolso no era de pìel, pero estaba roto. Los sueños están volviendo a coger forma. Abrazos.

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    2. Uff Amparo... muchas gracias, de verdad. Siempre te leo.
      Os sigo. Me gusta este rincón..

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  8. Nada como un día agradable para conciliar el sueño.

    Nada como un día de sueños para ahuyentarlo.

    Besos.

    Ignacio

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    1. Hola Ignacio. Por lo que leo en tu comentario, creo que podríamos hacer una entrada juntos. Nada se pierde. Gracias por tu lectura.

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  9. Pues ahora paso a hacerte una visita. Vuelve por aquí.

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  10. Caray Amparo, esta historia tiene mucho gancho, está muy bien escrita y esas palabras encadenadas le dan un toque absurdo delicioso.
    Bueno tú ya sabes que soy un admirador de tus historias y he quedado admirado,obviamente ,en ésta.
    Un abrazo absolutamente calado.

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    1. Esta historia me está sorprendiendo, y mucho. Creía que iba a pasar sin pena ni gloria y ya ves, tanto en mi propio blog como en éste que compartimos, está teniendo éxito. Y es que nuestro idioma da para mucho. Me complace tu admiración pero no sé si llego a merecerla. Un abrazo.

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  11. Me gustan mucho los relatos surrealistas.
    Y tú los bordas.
    Me ha encantado.

    Besos.

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    1. Gracias Toro. pero creo que tú eres el rey del surrealismo. Me ganas y te sobra, pero agradezco tu comentario. También sé bordar, ja, ja. Ya que hablamos de juego de palabras...

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