Fotografía: Fernando Fernández Páez.
Un remolino de viento que golpea las farolas
mortecinas y quejosas, amarillas de deseo
lluvia negra en los cristales protectores de la noche
golpeados y sumisos ante las olas batientes
Es la tristeza infinita de un horizonte lejano
evocador de recuerdos que duelen en la distancia
noche negra en los cristales protectores de la lluvia
mientras la espuma del mar rompe el eco del silencio
entre las luces lejanas, de esperanzas olvidadas
con la neblina y el viento golpeando las miradas
de quienes lloran amargos por un amor del pasado
se abre paso el negro mar, azul como la nostalgia......
El que siempre está presente es el azul, el amor, ese mar de nostalgia y esa nostalgia del mar.
ResponderEliminarSaludos Latour
uuufffffffffffff!!!!AMO EL MAR!!!!
ResponderEliminarabrazo
Es el único amor que me queda... El mar.
ResponderEliminarUn mar inabarcable, desahogo de nuestro previsible dia a dia, fuente de evasión, sentimiento azul en mi vida........
ResponderEliminarUn abrazo Gemelas!
Fiaris,amor el mar, como tú; y amo lo que significa en su ser inabarcable!!!
ResponderEliminarUn beso.
Qué bonito Diego! el mar como último amor! Suenas a nostalgia...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
A veces la naturaleza nos golpea. entonces nos damos cuenta de en qué mundo vivimos. No es un mundo sencillo, es un mundo aventurado, pero llenos de belleza...
ResponderEliminarSaludos.
Mejor que se rompa el siencio a golpe de mar e interrumpa nuestro divagar en este caótico mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Moderato, estoy muy de acuerdo con tu reflexión....vivimos en un mundo aventurado, complejo, imprevisto.......pero lleno de belleza.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial!
El mar como punto de evasión, de huida de una realidad aplastante muchas veces, siempre compleja......
ResponderEliminarUn abrazo Dean, gracias por tu comentario!!