Hoy no me puedo levantaaaaaar!!! El fín de semana lo pasé fataaaaal!!
Tumbada en la cama, resuena en mi mente con fuerza estereofónica.
Ainsss!! Todavía estaba en el mejor del sueño, pero mi reloj interno siempre me juega una mala pasada, se ha anticipado al sonido del despertador de la mesilla.
Como había previsto, el móvil hace temblar la mesilla de noche con su nervioso baile y zapatea el tema musical totalmente descompasado con el ritmo de la canción. Espero que sea el preludio de una animada mañana y con este swing me meto en la ducha, en una cabina hidromasaje con radio incorporada, acompañamiento ideal, para ahogar mis gallos, mis vecinos lo prefieren, mejor que cantar a capela.
Luego mi momento Nescafé, con mis tostadas frente al televisor y no sé si se me indigestan las malas noticias, o son ellas las que me indigestan las tostadas, apuesto por las dos cosas.
Para compensar este chute de pesimismo, antes de salir de casa, conecto los auriculares a mi móvil y me acoplo los chufitos a mis orejas para recibir esas energizantes ondas sonoras. La vida cotidiana se reviste de una perfecta banda sonora de película que me eleva y sumerge en una cuarta dimensión. Efectivamente, allí estoy compartiendo estudio de radio en el programa “Anda ya” de los 40 principales, buena música y sobre todo buen humor. Ahora llega la hora del concurso, mando ahora mismo el SMS que solicitan, a ver si me toca ese cheque, pellizquito de dinero que me aliviaría el escozor de bolsillo.
Mis piernas van solas recorriendo la larga acera a buen ritmo y mis dedos teclean el mensaje, es corto, enseguida lo envío.¡ Voy, voy!, pero espera que tengo que cruzar y de pronto me vuelvo a acordar de la Señora Alcaldesa. Vaya idea de adoquinar la acera en los puntos de cruce de los semáforos con baldosas llenas de bultitos pequeños que te transmiten un punzante masaje a las plantas de tus pies a través de las finas suelas. Soy comprensiva y entiendo la medida para que los invidentes detecten la presencia de los pasos de peatones y a pesar de todo, acepto el sacrificio de soportar el martirio que mi callo me inflinge, pero sigo preguntándome ¿no había otro invento más cómodo?
- ¡Dios, que pinchazo!, esta vez me ha llegado al alma.
Me detengo en seco y gracias, gracias y gracias, vamos que casi beso las baldosas como el Papa, porque me he librado de buena. El semáforo estaba en rojo y la única luz que estaba viendo era la de la pantalla de mi móvil, hasta que mi callo me hizo ver las estrellas. El aire del rebufo del coche que pasaba con todo su derecho, juraría que me ha llegado a depilar el bigote….Creo que he vuelto a nacer…
Aprovecharé esta nueva oportunidad, guardo el móvil en el bolso y por convencimiento responsable aceptaré el consejo que toda la vida me ha recordado mi madre:
“Si es que hay que estar a lo que hay que estar”.
Las Gemelas del Sur os envían besos atentos a la vida.
...sin lugar a dudas, "hay que estar a lo que hay que estar"!
ResponderEliminarBuena entrada, buen día.
Saludos.
Ramón
Hay días que comienzan así de tímidos, pero suelen terminar bastante mejor.
ResponderEliminarUn saludo.
Anrafera parece que creemos que somos multitarea como los ordenadores y en muchas ocasiones no puede ser así para ser verdaderamente efectivos. Con el tráfico la atención al máximo y también contar con el sexto sentido.
ResponderEliminarBesos.
Vaya que sí, Dean, este peatón tiene motivos para festejar a lo grande su "suerte". Podía haber terminado con una tímida reseña en el periodico...peatón atropellado en ....
ResponderEliminarAtentamente besos.
Salimos zombies... por un motivo u otro
ResponderEliminara mi siempre me decían. "estamos o no estamos"
que siiiiii -decia yo- que estamos :)
Besos abisales
Cada vez más nos queremos aislar del entorno y no siempre estará a nuestro lado la persona que nos pincha para devolvernos a la realidad.
ResponderEliminarCierto Abismo, estamos, pero estamos prevenidos?
Besos a tu atención.
Ya no a tiempo para el cafe del amanecer. Digo, el cafecito con los amigos del bar.
ResponderEliminarSaludos
Cómo no, Gilberto, por nada del mundo nos perderíamos ese cafecito.
ResponderEliminarSaludos.
Como tantas cosas de la tecnología y el progreso, los móviles, mp3 ..., tienen las dos caras de la moneda, muy prácticas para muchas cosas y bastante peligrosas por la dependencia (y no digamos si se mezclan con la seguridad vial) que llegan a producir ciertos cambios en el modo de actuar y que no está demostrado que proporcionen una mejora en nuestra calidad de vida, al menos a nivel psicólogico.
ResponderEliminarAbrazos crepusculares.
Demasiado stress, demasiado coche, demasiada concentración de personas, demasiado cemento ( con bultitos y sin ellos), demasiada alcaldesa...!!
ResponderEliminarCuidado al cruzar hermanas caladas!!!!!!
Al cerebro lo estamos maltratando con bombardeos masivos y exigencias descomunales.
ResponderEliminarEn dos generaciones los niños parecerán setas debido al enorme cabezón que tendrán.
Besos.
Jinete, el progreso cabalga tan deprisa que podemos vernos pisoteados por sus cascos. No hay nada perfecto y maravilloso, todo tiene sus pros y sus contras, necesitamos estar preparados para realizar esa evaluación y encontrar el término justo para utilizarlos.
ResponderEliminarEn una tarea que demanda tanta atención como conducir o caminar, le añadimos más riesgo si aparecen estos aparatitos que nos la roban.
El otro problema que dejas adivinar es preocupante porque psicológicamente nos puede atrapar y crearnos dependencia. Atrapados en un mundo virtual.
Besos naturales.
Sigo tu via crucis, Latour, falta aire limpio, falta la claridad de la luz, faltan amables sonidos, faltan colores naturales, falta espacio libre....
ResponderEliminarEs curioso que la medida protectora de las baldosas con bultitos para ciegos, llegue a ser un obstáculo y se evite pasar por ellos, de modo que nos pongamos en peligro esquivándolos y caminando por la zona "lisa" fuera del paso de peatones. Hay determinadas partidas de baldosas que son insufribles, por no hablar de algunas que son incluso resbaladizas.
A quien corresponda: hay que testar bien los inventos, más allá de las pruebas físicas.
Besos y besos.
Al hilo de tu comentario, Toro, me hago esta pregunta: ¿Hacia donde vamos y en qué nos vamos a convertir?
ResponderEliminarProbablemente vayamos a renegar de esa realidad física y tangible y nos vayamos a elevar a esa "nube" virtual sin billete de vuelta.
Los niños ya no luchan con sus espadas de madera por los campos y arboledas, acuden al mundo virtual de la playstation. Cruzar la calle es un juego, si sale el game over, inicio la partida, el hierro no corta, el golpe no duele.
Besos sentidos.