cada nudo de sus manos
tendidas hacia el ocaso
nos enseña mil instantes
de dolor y de nostalgia
cada arruga y cada pliegue
enumera desengaños
amores desvanecidos
perdidos ya en el olvido
son ellas las que nos miran
evocando su pasado
tiñendo nuestro presente
de añoranzas percibidas
son una cepa de vida
que dio su fruto de otoño
preñadas de sacrificio
a ritmo de amor y lucha
teñidas de sol a sol
esculpidas con el paso
de los tiempos que vivieron
testimonios de lo eterno
en su recuerdo de luces
reconozco mi pasado
y lloro sobre sus brazos
por los momentos que quise
Impresionante imagen, entrañable lo que te han contado esas manos.
ResponderEliminarYo también recuerdo unas manos así, fueron las raíces de parte de mi historia.
Besos Latour
Tremenda carga emotiva en tus palabras que dibujan esa allegada vejez que te vio crecer.
ResponderEliminarMe he maravillado con esa metáfora, "son una cepa de vida que dio su fruto en otoño"...
Precioso Latour.
Un abrazo.
amor y lucha dibujaron esos surcos......cepas de vida. Gracias Mar!
ResponderEliminarMi historia es una historia común a muchos de nosotros. Alguien sembró en un pasado para cada uno de nosotros.... Un besazo Gemelas!
ResponderEliminarPrecioso Latoru, precioso... con tu permiso, me quedo recreándome en esas arrugas, en esas manos.
ResponderEliminarUn beso.
Arwen
Gracias Arwen, sienpre valoro sobremanera tu calidez.
ResponderEliminarEstas manos rugosas ya no están fisicamente conmigo pero, siguen ocupando un lugar importante en mi presente y lo harán siempre.
Gracias Paco. Era mi madre, pero podía haber sido la tuya. No nos hace falta una sola madre para ser hermanos.
ResponderEliminarFernando
!!
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