Hoy, día de la mujer trabajadora,
(o eso dicen) viene a mi memoria el
recuerdo de un ejército de mujeres republicanas cuyas armas fueron la palabra y
los libros, armas singulares, que se enarbolaban, no hace mucho, en esta primavera
valenciana, superponiéndose a la perfección, en
otra imagen cercana.
En
las primeras décadas del siglo XX, siglo de revoluciones, muchas maestras se
sintieron atraídas por las corrientes de renovación pedagógica y participaron en organizaciones femeninas y
feministas que luchaban por conseguir un modelo educativo universal, la mejora
de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y la igualdad de la mujer. Eran activistas que pretendían construir una
democracia donde se formaran ciudadanos libres y solidarios.
Las
maestras de la República desempeñaron una labor encomiable. Con su trabajo en
las escuelas, no solo instruyeron a otros, sino que el ser un ejemplo de mujeres
independientes y libres, sirvió para dejar en la memoria de alumnos y alumnas
el espíritu de lucha, de superación de renovación y progreso.
Tras
la invasión franquista, las que tuvieron mejor suerte, continuaron ejerciendo
su profesión y trasmitiendo sus conocimientos en las cárceles, en el exilio,
con los niños de la guerra, o en su casa, apartadas para siempre de uno de los
pocos trabajos que la mujer había conquistado. Lo que consiguieron, fue una
educación sin discriminación de sexo o clase social. Hablar en aquella época de coeducación, y hacerlo con sus vivencias personales, fue una
conquista mirando al futuro, en una sociedad que se paralizaba e
incluso daba marcha atrás.
Actualmente, con los tiempos que corren y
el tema candente de los recortes en
aquellos espacios donde deberíamos sumar siempre, nunca restar, como es el
terreno de la Educación, base de una sociedad informada y responsable, empezamos
a dudar de la consolidación de esos derechos adquiridos laboriosamente, vislumbrando
cierto coqueteo entre nuestro sistema público y la enseñanza privada, algo que podría sugerir una nueva escisión
entre clases sociales y quien sabe, si también entre sexos.
Hoy
tenemos un modelo de educación basado
en el desarrollo de competencias y en la formación en valores para la
adquisición de ciertas competencias morales y ya se habla de nuevos cambios como fuente de solución de todos los problemas
educativos. Entre las idas y venidas de sistemas educativos varios, se olvida
el verdadero sentido de la educación integral, éste, llega a dispersarse tanto, como las promesas y
los compromisos de los gobiernos a merced de los poderes fácticos.
La escuela de antaño quedó en la oscuridad, esperemos que no se avecinen días plomizos, en los que veamos sacrificarse la calidad de enseñanza. Ocupémonos en defender y mantener lo que aquellas maestras entusiastas consiguieron y que tardó décadas en volver, una enseñanza pública, obligatoria, gratuita, activa, laica, bilingüe y solidaria y empeñémonos en conseguir que las nuevas generaciones de docentes, alcancen una formación esmerada como la que hubo entonces.
Y
ahora, emprendamos con Giner de los Ríos, un viaje hacia la cordura....
¡Feliz día a todas las mujeres trabajadoras, (que somos todas) y a todos los hombres inteligentes que nos acompañan!
Las Gemelas del Sur
Los derechos, los avances sociales y todo por lo que mucha gente dio la vida está saltando por los aires.
ResponderEliminarVolvemos a las cadenas.
Besos.
Aspiro a que pronto desaparezca este día, y no sea necesaria una fecha del calendario para entender que hemos hecho mal las cosas durante generaciones, relegando a la mujer a un segundo plano y sin reconocer su verdadero papel en el desarrollo de la humanidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso homenaje nos dejáis gemelas... un lujo y un placer compartir este día con vosotras y me sumo a lo que ya han añadido Toro y Dean.
ResponderEliminarUn gran beso siempre hacia adelante.
Arwen
No entiendo muchas cosas, pero lo que todavía no entiendo es como aún hoy en día hay tantas desigualdades entre sexos.
ResponderEliminarUn abrazo sin cadenas.
La sociedad a la fuerza se está transformando en elitista,pronto sólo habrán dos clases una pudiente y otra que no podrá permitirse nada,ni siquiera estudiar.Tal vez esto sea lo que busca la otra parte.
ResponderEliminarFredysaludos.
Habeis hecho una maravillosa exposición y elección de documental ( en vuestra linea ) hay una sensación ambivalente: tristeza por lo que `podía haber sido y esperanza por lo que, pasado un tiempo........podamos volver a recuperar para otras generaciones. Un abrazo con mi admiración Gemelas!!!
ResponderEliminarSon muchas las dudas, la incertidumbre de no saber, de qué seremos capaces, para no volver atrás.
ResponderEliminarSaludos Toro
Como digo, hoy es un día señalado, eso dicen, tampoco yo creo que deberíamos tener un día, ¿Acaso los 364 restantes no existimos?. Si algo se tiene que recordar, es que no está en la mente de todos. Por suerte nos vamos dando cuenta de los errores....
ResponderEliminarSaludos Dean
Siempre Arwen, esa actitud va impresa en nuestro código genético. Hay que mirar al futuro y recordar quien lo conquistó para nosotras.
ResponderEliminarBesos
Sombra, tú eres uno de los que nos acompañan, es decir de los inteligentes. Las desigualdades se acabarán cuando se den cuenta, los otros, que no somos una amenaza ni pretendemos dominarlos, sino caminar juntos.
ResponderEliminarUn abrazo
Fredy confiemos en que los movimientos que han surgido por pura necesidad, aguanten lo suficiente para no consentirlo.
ResponderEliminarComo dijo Edward Benjamin Britten
"Aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede".
No podemos consentir que nos priven del derecho de aprender, no podemos retroceder-
Saludos Fredy
Nunca hay que dar nada por perdido, siempre se puede volver a empezar, a mayor esfuerzo, también mayor satisfacción.
ResponderEliminarPero es evidente que tirar por la borda derechos, avances, progreso, en definitiva futuro, produce mucha tristeza.
Besos Latour
Felicidades por el texto...
ResponderEliminarmás aún porque me toca
Fdo: aquí una docente
Besos abisales
Entre docentes anda el juego. Hoy y y mañana y al otro....como dijeron ellas, "Porque cuando no pudieron gritar siguieron caminando, aunque fuera en silencio, pero siempre caminando"
ResponderEliminarBesos Abismo
Hola, Gemelas.
ResponderEliminarLa verdad es que la enseñanza siempre es la peor parada en cualquier conflicto (guerras, transiciones, crisis…). Y es una pena porque es una de las cuestiones más necesarias para “ensanchar” el mundo. Tal vez sea que “ellos” necesitan de generaciones corderas y mansas para “estrecharlo” y seguir señoreando.
Recomiendo esta lectura para todos aquellos que quieran ahondar un poco más en las vicisitudes con las que se encontraban algunas maestras en el periodo más mísero de nuestro país. “Historia de una maestra” de Josefina Aldecoa.
Un par de besos muy fuertes.
Hola Luisa, recogemos tu recomendación. seguramente tengas razón en lo que dices, las generaciones mansas son agradecidas y no plantan cara. La peor y la mejor de las armas; un libro.
ResponderEliminarBesos a pares.