jueves, 13 de octubre de 2011

CONDUCTORAS SUICIDAS. COCHE CHOCO BOMBÓN.



Después de cenar, Carlos hizo el café, pero lo sirvió en la mesa, junto a todos los catálogos de coches y del portátil, listos para consultar. Para endulzar la discusión que preveía íbamos a enzarzarnos, descubrió en una bandeja unos trocitos de chocolate belga rellenos de menta que guardamos como un tesoro bajo llave fuera del alcance de "otros".

A la mañana siguiente, teníamos programada la visita al concesionario elegido y sospecho que todo este preludio me indujo este goloso sueño, sin duda alguna.

Iba acercándome a él despacio, como si levitara. En el ambiente había una especie de olor a vainilla, menta y jengibre. Si mi nariz estaba ya borracha de aromas, mi boca comenzaba a reaccionar ante su imponente vista, sabía que de un momento a otro podría babear y no pude controlarme, así que le dí un lametón a ese espejo retrovisor de chocolate puro, siguiendo por todo el capó de suculento praliné. De un mordisco arranqué un trozo del limpiaparabrisas de regaliz y con él comencé a rallar delicadas virutas de chocolate blanco del resto de la estructura. Los cristales de las ventanillas tintados de un indefinido color transparente estaban medio bajados y rompí un trozo para comprobar su punto de caramelo, entonces caí en la tentación, metí la mano por la ventanilla y abrí la puerta. Me colé dentro, corrompiendo su intacto interior. Me acomodé en su asiento, una enorme y esponjosa nube de fresa y nata. Arranqué de su cuadro de mandos sus coloridos Lacasitos y brillantes gominolas. Me sorprendió y mucho el gran chupachups de la palanca de cambios. Demoledor. ¿Cómo hacer para llevármelo a casa? Lo que nos perdemos con el automático. Nerviosa por tocarlo, dí un respingo y activé el surtidor del limpia y un líquido afrutado comenzó a resbalar por el parabrisas. Refrescante.

Consecuentemente desperté.

Llegó el momento y allí estábamos, pegando la nariz al escaparate de nuestro futuro coche, como niños frente al kiosko de golosinas, como Hansel y Gretel frente a la casa de chocolate.
La bruja de la vendedora convenciéndonos de sus bondades, nos invita a probarlo incluso con un pequeño paseo.
Yo no hago más que preguntas y más preguntas, aunque ya me tiene convencida y ella lo sabe.
Tras la mesa y el posible contrato de venta, le tienta a Carlos y este astútamente, le da el hueso, aún no estoy a punto. Qué tal una rebaja más al precio o me regalas la instalación del enganche y me incluyes de serie el aparcamiento automático....

Dados los tiempos que corren, la bruja cayó en el caldero.



Dulces sueños, queridos Calados y lectores.

Las Gemelas del Sur.

17 comentarios:

  1. Tal como el cuento.
    O incluso peor.

    Besos.

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  2. Hay que dar una vuelta mas a la tuerca cuando de una inverison se trata; sacar lo maximo con el mismo coste :)

    Creo que a ella le gusto mas el coche de golosinas que el de verdad :D

    Yo me quedaria con el de verdad, porque golosa, lo que se dice golosa... poco o casi nada soy. Ahora, por unos frutos secos, me pirro :P

    Bss y bss

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  3. Un dulce relato que más que para leer parece que sirve para degustar. Tiene mensaje subliminal, voy a mirar por ahí a ver si encuentro algo dulce para comer.
    Un saludo.

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  4. Toro, me temo que lo peor es cuando aparece en la mesa el tema de la financiación. Nos puede quitar el sueño como un caramelo de puro café.

    Besos a pares.

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  5. Estoy de acuerdo, Mar, ella es una romántica empalagosa, el coche lo tiene idealizado, la parte práctica le toca a Carlos. Por cierto, no sabemos la opinión de Carlos después de esa noche golosa.
    Mar, por la pista que nos das, seguro que eres una conductora la mar de resalada.

    Besotes crujientes.

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  6. uhmmm...Te aseguro que no apareció en la primera escritura, no sé como se coló, creo que has descubierto la doble lectura: Yo también me voy a por una tableta de chocolate...

    Besos subliminales.

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  7. Yo me como lo que me echeis gemelas del sur y tambien me gusta el chocolate asi que aunque voy a degustar otra vez el relato.Fredysaludos.

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  8. jeje Gemelas eludiendo a Diablillo...”mordiskitos golsosos” jajajaja...me ha gustado mucho la historia.Abrazos pa tossssssss y gracias por estar ahí.

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  9. Mmmmmmmmm.....para golosa yo...habéis mentado el chocolate (mi tentación)...xD de las chuches puedo pasar pero un buen bocado de xocolat!!!...ummmm...

    Besitos dulces x 2!!!

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  10. Fredy, siempre estarás en nuestra lista VIPS de invitados, tu eliges el dulce que prefieras, pero abre la guantera que hay unas delicatesen de chocolate reservadas para tí. Eso sí,te recomendamos te detengas en el arcén.

    Besos de fresa.

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  11. Sombra, como echamos de menos a Diablillo, como él en estas lides no hay nadie. Le mandamos desde aquí esos mordiskillos y otro especial para tí de vampiras golosas, porque estamos seguras que tienes la sangre dulce, vigila bien esta noche.

    Arwen, te dejamos el otro retrovisor de puro chocolate para que des buena cuenta de él. Iremos tirando con el retrovisor interior, para no errar en las maniobras.

    Besos a la taza.

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  12. Jajajaja! Pues sí, soy conductora y como gusto de frutos secos (salados) soy salá, "conductora salá". Esto si que es bueno :D

    Bss, bss

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  13. Ole, la gracia al volante,Mar. ¿Una entrada con sabor resalao y varias especies más? Hala a la cocina nos vamos, si es comestible la serviremos jejejeje.

    Besos de sal marina.

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  14. Hola, Gemelas.
    Dulce, dulce este sueño. Pero me temo que después de tanto dulce de preciosa apariencia vendrá el “relleno” ácido del caramelito. Para cuando acabas de pagar el coche ya está pidiendo el pobrecillo la jubilación anticipada. Vamos, que no gana una para averías.

    Me ha gustado mucho el relato y el cuento. Me han entrado unas ganas de comerme al sito de chocolate con esponja dentro… Es que las golosinas son mi perdición…

    Un par de besos muy fuertes.

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  15. Yo quiero un coche choco bombón tb¡¡¡¡ ;)

    abrazo gemelas¡¡¡¡

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  16. Real como la vida misma, Luisa, tienes una buena visión a largo plazo, me imagino tu conducción dulce y suave, sin sobresaltos porque ves venir la sorpresa de dentro del caramelo. Muy previsora y golosa.

    En el compartimento nevera del coche te hemos dejado unos bombones rellenos de licor y unos Besos chispeantes en una bolsita de Petas-zetas.

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  17. Dirty, lo puedes tunear como gustes, según lo goloso que seas. Verdaderamente necesitamos y es la mar de saludable, sentir la dulzura de las pequeñas cosas y chocolatear las amargas que aunque el chocolate en sí es amargo, hemos conseguido que sea un placer comerlo.

    Besos de azúcar.

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