jueves, 20 de octubre de 2011

CONDUCTORAS SUICIDAS: EL LÍDER DEL PARAGUAS ROJO

En el otoño, esa estación en la que el sol se va alejando de nuestras vidas, el ambiente se tiñe de colores cálidos y nos produce una sensación de "canto triste de melancolía", algunas, nos concedemos un paréntesis, y coincidiendo con la puesta en marcha de la maquinaria educativa, nos paramos a reflexionar sobre lo que estamos haciendo o vamos a emprender.

Un nuevo proyecto nos tiene entretenidas y es el momento, porque todo nos induce a ello, de salir de nuestro autismo funcional, que por cierto, todos sufrimos en algún momento, hasta los más inteligentes lo hacen.
Nuestro objetivo es ser eficaces y disfrutar de lo que hacemos, por ello, buscando la satisfacción, nos exigimos nuevas expectativas, más y mejores. ¿De qué fuente bebemos para alcanzarlas? Ante todo, de nosotras mismas, de nuestro líder interior, que nos sube el listón y nos empuja y de las críticas y sugerencias del resto del mundo.

Escuchando al líder y al resto del mundo, pasa por nuestras manos un artículo de José A. Marina, (filósofo y escritor) que nos da otra pista para seguir abundando en nuestra reflexión. Marina aporta una visión poco usual de la "nobleza y la vulgaridad", sin pretender ninguna apelación clasista, nos muestra donde podemos situar el listón de nuestras metas.

Y volviendo a los alumnos que van a nutrirse de esa maquinaria educativa de la que hablábamos, apunta Marina:
- Los educadores no podemos olvidar que hay un modo de vida noble y uno vulgar.
Dicho así, tal vez nos pase por la cabeza una imagen elitista o prepotente, pero si nos vamos al fondo de la cuestión y no nos dejamos llevar por ciertas connotaciones de palabras como grandeza, nobleza.... sino que las aplicamos sobre nuestras conductas, podemos hablar de ellas con toda sencillez y cotidianidad. Ser grande y noble no significa otra cosa que ser bueno, considerar a los demás con sinceridad y querer ser mejores.

Estamos anegados por un epidemia de vulgaridad, solo tenemos que ver la gran cantidad de programas televisivos que nos muestran lo fácil que es conseguir fama y dinero, con muy poco esfuerzo y ningún valor.
-Giner de los Rios, (profesor), decía de la vulgaridad, que es la dictadura del egoísmo, la servidumbre de la rutina, la indiferencia por las grandes cosas, no es la cortedad de vista intelectual, sino la del horizonte.
El vulgar no admira a nada ni a nadie, piensa que todos somos iguales en todo y está muy contento de ser como es. "-No me arrepiento de nada-" con frecuencia se alardea de ésto como si fuera un ideal democrático.

Una sociedad que no admira, o que admira mal, es decir, a personas que no lo merecen, sufre un encallamiento que empequeñece su vida. Es verdad que una democracia se basa en la igualdad de las personas, pero solo respecto a sus derechos fundamentales. En todo lo demás, una democracia rigurosa debe ensalzar la calidad, el esfuerzo, la generosidad y la bondad.
¿No es la mejor democracia la que se basa en respetar la dignidad de todos los hombres? El gran paso hacia una democracia real se dará, cuando la "Dignidad" sea reconocida en todos los seres humanos, con el respeto por uno mismo, por todos y la admiración por los mejores.

-La educación debe ser el dique contra la vulgaridad, pero para conseguirlo, los docentes y toda la sociedad, pasando por políticos y dirigentes, que en tantas ocasiones se empeñan en vendernos vulgaridad y sobre todo, cada uno de nosotros, tendremos que esforzarnos para que nuestra vida sea noble y digna.
¿De qué estamos hablando? De esforzarnos para que no valga todo, de forzar a la parafernalia mediática para dar un corte al aluvión de mediocridad diaria que nos ofrece, de pedirle a la maquinaria educativa que cultive la motivación para conseguir que una expectativa de los que ahora están formándose, sea desear una forma de vida más satisfactoria, una satisfacción proporcional al esfuerzo invertido. Hablamos de buscar claves para que el esfuerzo sea el camino y no el castigo. Hablamos de creer en nosotros y de querer ser mejores.

Estas conductoras que suscriben van a enfocar una nueva etapa con esfuerzo, que es como se llega a la meta, con "Dignidad" y escuchando y valorando las posibilidades de nuestro líder interior. Nuestro líder exhibe un paraguas rojo, para que no le perdamos de vista....

Aunque como dijo Machado, ¿Qué difícil es no caer cuando todo cae!

¡Hay que salir, crecer, avanzar!



Saludos amigos calados y lectores
Las Gemelas del Sur.

17 comentarios:

  1. Lo vulgar goza de excelente salud.
    Alentado por televisiones basura y por un espejismo de vida cutre.

    Besos.

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  2. Juer ya lo he dicho antes pero este nuevo traje que os gastais es ES-PEC-TA-CU-LAR...alucino porque entrar en Calados es dejarse sorprender y no saber nunca lo que te vas a encontrar pero siempre disfruto con entradas como éstas.Con vuestro permiso voy a sacar mi paragüas rojo que parece que chispea...

    Saludos.

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  3. Hola, Gemelas.

    Qué difícil es para algunos que otros algunos crezcan y encuentren ese líder interior. La ignorancia siempre fue la mejor de las armas para tenernos en un puño. Quien no sabe no conoce y no protesta, pero para el sistema “la ignorancia no exime del delito”. Paradoja o sin sentido, no es de extrañar que algunos no quieran salir del huevo…

    Abramos ese paraguas rojo.

    Un par de besos muy fuertes.

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  4. Gemelas, he disfrutado de vuestra reflexión tanto como este tiempo de otoño que ya empieza a cincelar la ciudad... me quedo como los demás con el paragüas rojo... no todo van a ser grises... ;) el vídeo, chulísimo.

    Un beso de nuevos aires, nuevos tiempos y por supuesto, de nuevos cambios!! :)

    Besos x 2!!

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  5. Ah, sobre la educación... comentar que es el arma más poderosa que tenemos para modificar todos los aspectos no deseables (y son muchos) que existen en nuestra sociedad.

    Bsss

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  6. Toda una reflexión. Hace pensar en lo verdadero de aquella frase: "dos cabezas piensan mejor que una"...

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  7. Cierto, Toro, de buena salud económica, se hace negocio, se vende lo que sea aprovechando la catapulta de los medios de comunicación y de masas. El valor del dinero fácil es el líder que nos venden, pero también hay otro líder, el del esfuerzo y el buen hacer, valor más duradero y de mejor recompensa.

    Besos a pares.

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  8. Acertado gesto, Fredy, parapetarse tras el paraguas de la educación por la dignidad, que nos protege del aluvión de vulgaridad que esos nubarrones nos descargan. No habrá mejor guía, paraguas en mano, que el de nuestra capacidad crítica.

    Besos dignos.

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  9. Después de perderme en un cruce, entrar en un callejón sin salida y por fin dar con la entrada del día, jeje, es lo que tienen los diseños nuevos. Ahora ya puedo comentar.

    Algo no ha cambiado, la mordacidad de las Gemelas.

    Hoy andais por la cuerda floja, entre la vulgaridad y la nobleza, o simplente como decís vosotras hacia la bondad. Es un objetivo que me gusta, ser bueno.

    Como dice una profesora mia (profesional, como deberían ser todos), apunta alto y llegarás al medio, pero no dispares al medio que seguramente no llegarás.

    Nos leemos!!

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  10. Luisa, al hilo de tu argumento cargado de verdad, puedo añadir alguna paradoja más. Vivimos en una sociedad de la información, sin embargo en la vulgaridad nos conformamos solo con una parte de ella, no confrontamos, ni valoramos, ¿nos esforzamos en ser críticos y buscar la verdad?, al vulgar parece que no le asalte la duda, está cómodo en su propio cascarón.

    Besos al vuelo.

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  11. Arwen, esa educación será efectiva si le pedimos que ensalce la calidad, el mérito, el esfuerzo, que esos valores sean el líder del alumnado y se les motive lo suficiente para que quieran seguirle. En ese camino no habrá miedo a los cambios.

    Besos en metamorfosis.

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  12. :) Verdad, verdadera. Se puede funcionar como un cerebro colectivo y en ese salto evolutivo , se comparten responsabilidades, tareas, decidiendo juntos, admirando a los mejores y rodeándose de ellos en perfecta colaboración y respetando a todos y cada uno de sus miembros. Todos cuentan.

    Bienvenido a esta colectividad.

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  13. Bien hallado, Estimado Lector, un placer volver a compartir ideas e ideales. El que apuntas es un noble objetivo, porque además unido a la bondad siempre se encuentra la sinceridad.
    Digna y noble profesora, la tuya, creo que ha sido capaz de motivar la excelencia, quizás también de que sus altas expectativas esperadas en sus alumnos hayan influido en elevar su nivel de esfuerzo. Una suerte.

    Besos.

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  14. ¡Pues salgamos, crezcamos y avancemos!
    ¡Bienvenido sea el cambio!
    Abrazos crepusculares.

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  15. Pedirle a la maquinaria educativa que cultive la motivación y buscar claves para que el esfuerzo sea el camino: dos verdades como un templo.

    Os voy a hacer una apreciación: el día se "inventó" la promoción automática de curso murió la cultura del esfuerzo y con ella la motivación. ¿Por qué? Porque muchos no se molestan en aprender y aprobar unas materias que luego "por promoción automática" pueden aprobar por decreto ¿que os parece?

    Por supuesto que el esfuerzo forma a la persona, la educa en valores y sabe lo que cuesta conseguir lo que se tiene. Es el camino, que no se nos olvide; aunque algunos legisladores, parece que sí se olvidan. No se si tendrán la intención oculta (al desarrollar las leyes que desarrollan) de crear mentes huecas, fáciles de manejar y despues echarle la culpa al profesorado de que no saben motivar a los nenes.

    Bss y bss.

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  16. Hola, Jinete. Te seguimos con el farolillo rojo, pidiendo a nuestro motor la máxima fuerza para llegar a las revoluciones suficientes y sobradas para avanzar, porque si no es así se volverá perezoso, sin tirón.

    Besos revolucionados.

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  17. Mar, ajustado retrato de nuestro sistema educativo. No ha sido acertado pretender una educación homogenea para todos. Hay que atender a la diversidad, tanto en el extremo de la excelencia como en el de la discapacidad y pedir el máximo esfuerzo para todos en la medida de sus capacidades (para ello se necesitan mayores recursos de los que se invierten).No obstante también vemos que la maquinaria educativa tiene que retomar el aprendizaje desde otros puntos de vista. Ya lo dijo Plutarco " el cerebro no es un vaso para llenar, sino una lámpara por encender" que llevado a la realidad de los chavales es hacerles salir del aburrimiento que nos dicen sufren, apostando por el estimulo del talento con la creatividad, con la innovación, incitando a la curiosidad, despertando a ese líder interior, sin olvidar compartirlo con todo el equipo.

    Besos renovados.

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