Ocurrió algo imprevisible. Un hecho anodino que iba adquiriendo la naturaleza de algo importantísimo.
Mar se había habituado a las citas organizadas por "e-Darling" Manejaba los encuentros y con visible seguridad, guiaba las relaciones según le interesaran o no, hacia un desenlace certero.
Hoy quedaba de nuevo con Fernando, su último fichaje, era al 90% compatible en 6 campos de 7, estaba convencida que saldría bien. Con los años, se ha vuelto más exigente, los pequeños defectillos y rarezas ya no se obvian con tanta ligereza como cuando eres joven, ahora, rara vez se contempla la posibilidad de un cambio a mejor.
La 1ª cita fue una cena romántica en la que presentaron, ambos, sus mejores armas de seducción. En la 2ª Mar intentaría sacarle partido a las horas invertidas en "spinning y pilates" de las que había alardeado, Fernando era más de escalada y Camino de Santiago, eso dijo.
Habían quedado en Cánovas para picar algo y luego dirigirse a una sala de baile. Aunque ninguno de los dos se declaraba aficionado, surgió la propuesta y ambos la aceptaron de buen grado.
Fernando no había acudido a la cita en coche, Mar sí y como en ambos existía cierto poso de rancias reminiscencias machistas, ella acabó cediéndole el coche para que condujera y los llevara al destino elegido. Accedió porque no quería manifestarse absolutamente feminista, eso pensó, pues sabía que a la mayoría de los hombres, dicha actitud les asusta bastante, pero estaba dispuesta a plantear una alternancia justa en futuros desplazamientos.
Fernando accionó el mando del Ford y se posicionó en su asiento, a la espera de su copiloto. Mar, contorsionándose, se esforzaba en introducir alguna parte de su cuerpo en el habitáculo del coche, pues el vehículo de al lado se había pegado literalmente, impidiéndole abrir la puerta más de dos palmos. Alargando una pierna logra alcanzar la alfombrilla, ahora, había que colar el cuerpo, que de costado y "metiendo tripa" iba poco a poco cediendo a la presión, por último la cabeza, lo más importante, la coloca de perfil, con mucho cuidado de no dejarse los pómulos en la bajada, y ....¡por fin!, está dentro. Fernando ni se ha inmutado, pacientemente ha seguido sus movimientos hasta verla abrocharse el cinturón. Mar está un poco perpleja, ¿no había faltado un comentario de Fernando durante este simulacro de pista americana? como......-"espera, ahora lo muevo hacia delante y entrarás mejor"- A Mar no le ha gustado nada este tropiezo, pero intenta olvidarlo. Fernando empieza a gestionar la posición de arranque, se ajusta el asiento hasta poner en contacto su abdomen y el volante, prácticamente lo acuna entre sus brazos, ajusta los espejos, saca una gamuza del bolsillo del pantalón, se la pone entre la cinta y la clavícula y por último, se coloca unas potentísimas gafas lupa. Ahora se explica su forma de mirar, fija y penetrante, como si quisiera contar, una a una, las células muertas de su piel ¡si es que no la veía! Mar está procesando la información, -alguien se ha olvidado anotar estos detalles en su ficha-
Pone el coche en marcha y un rugido de motor, a modo de quejido indescriptible, sale de su flamante Ford que empieza a circular a golpes de acelerador.-¿Se habrá percatado de las 5 marchas? ¿por qué continúa en segunda y acelerando?
Mar no sabe como indicarle, sin ofenderle, que el motor está pidiendo auxilio, ve que a este paso le funde el motor....y piensa...-¿Donde puñetas le habrán dado el carné a este?-
La escena se ha transformado en una incómoda situación de lo más reveladora. -¿Qué está pasando, será una broma, cómo he podido equivocarme tanto?- La idílica y delicada cita del día anterior, se ha transformado en vulgaridad y delirante aburrimiento, por tener que soportar la gigante ineptitud y manifiesta torpeza al volante de su acompañante.
¡Mar no aguanta más! Fernando acaba de subirse al bordillo en su sexto intento de aparcamiento, ¡con un espacio de 10 metros para maniobrar! Mar se tensa, -¿cómo puede tener carné de conducir semejante tarugo?-
Y cuando el intrépido conductor acaba la faena, reinicia el ritual; baja el parasol, se mira al espejo, se peina, se quita las gafas, las guarda, vuelve a subirlo y desciende, momento en el que Mar se apresura a bajar del coche, se dirige a él y con voz rotunda y clara le dedica estas palabras:
-Hemos terminado-
Imprescindible saber con quien se sube una al coche. "Dime como conduces y........"..de ahora en adelante, requisito para el aspirante; Acudir a la cita con certificado de aprovechamiento de una acreditada autoescuela.
¡Hay quien necesita muchas pistas para acertar con su destino!
Saludos queridos Calados y lectores
Las Gemelas del Sur
Me parece que Mar tampoco andaba muy bien de la vista...
ResponderEliminarBesos.
Digo como Toro, que Mar no tuvo muy buen ojo al elegir :) Lo cierto, es que las apariencias engañan con mucha frecuencia. Ya nada es lo que parece.
ResponderEliminarBss y bss.
Experiencias sensoriales tan intensas como las de pagar en un peaje o echar gasolina en mitad de la noche, jaja... El video por cierto esta delicioso y en su punto!!
ResponderEliminarJajajaja...eso le pasa por dejarlo conducir a él...te aseguro que si lo hago yo el que se queda flipado es él!! xD (reconozco que tengo un punto de peligro... :S)
ResponderEliminarY bueno, un besazo al cuadrado para vosotras Gemelas y para todos los comentaristas, incluyendo a los rostros conocidos que hoy han vuelto por aquí ;P
Bssssssss
Me he quedado con ganas de saber que iba a hacer para demostrarle que iba a spining y a pilates jaja por favor hacerlo saber en un próximo capítulo.Buenísimo.El post y el video se salen...jaja.Saludos.
ResponderEliminarAbrazos pa toosssss y Gemelas no sería que el muchacho quería impresionarla jaja no se puede pasar de la fórmula a las calles y si no que se lo digan a Rita jeje...esto es pa velooooo...jajaja
ResponderEliminarA veces una primera impresión no es suficiente y nos damos contra la pared cuando vamos un poco más lejos, a mi me suele suceder que acierto a la primera. Muy buena historia.
ResponderEliminarUn saludo.
Entonces no terminó bien la cita, ains si es que no hay que ser tan antiguo en estos tiempos... y menos si se va a quedar luego en ridículo... ;P
ResponderEliminardirty saludos gemelas¡¡¡¡¡
¡Aysss Toro, si es que no hay más ciego que el que no quiere ver!
ResponderEliminarSaludos
Nada, nada, es lo que creemos que es, nos engaña la vista, las palabras, el subconsciente, la televisión, menos la báscula........todo.
Mar , se lo pensará mejorla próxima vez , aunque se delate como feminista.
Besos Mar
¡Dichosos los ojos xTo! experiencias sensoriales, contorsionismo, y peligro de incendio, es lo que iba dentro de ese coche, compitiendo en calentura el motor del pobre Ford y el ánimo más que caldeado de Mar.
ResponderEliminarUnas cuantas prácticas más, no le hubieran venido nada mal a Fernando.
Saludos de nuevo xTo
Arwen, hay que ser conscientes de nuestras limitaciones, pero también liberales en nuestras decisiones, ¡que por ser varón uno no se convierte en Vettel!, si hay que ir más a la autoescuela, se va.
Besosxdos
Pues supongo Fredy que Mar tendrá algo planeado, pero que a la vista de los acontecimientos, la motivación fue desapareciendo y seguramente esa energía que fue impregnando el ambiente, se concentraría en la despedida.
ResponderEliminarAbrazos a pares
Cierto Sombra, seguro que quería impresionarla ¡y la impresionó! como nos impresionan y asustan esos de los que tú hablas.
Saludos Soooooooombra!!!
Dean, modestamente, yo también suelo acertar a la primera, aunque soy cauta y doy varios rodeos bien aprovechados, antes de bajar al ruedo.
ResponderEliminarA mi me funciona.
Saludos
Si es que los hay que no han cambiado de siglo, siguen anclados en los roles de siempre, y es que no quieren admitir que las habilidades no se adscriben a un sexo u a otro, se tienen o no y punto.
Abrazosxdos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi es que los hay que no han cambiado de siglo, siguen anclados en los roles de siempre, y es que no quieren admitir que las habilidades no se adscriben a un sexo u a otro, se tienen o no y punto.
ResponderEliminarAbrazosxdos Dirty
¡Ay, madre! Si es que no hay nada peor que una cita con un 90% de compatibilidad (antes se llamaban a ciegas y creo que ahora es igualito por las mentiras tan gordas de los formularios). Yo nunca he tenido una, pero sí que me han “obligado” a salir alguna vez con el amigo del novio de unas cuantas buenas amigas. Aquello de “oye, Pepito tiene un amigo… Hazlo por mí, mujer” Y mira, era como en tú relato, pero sin posible escapatoria. Vamos, que te persignabas sin ser beata y esperando que diera la hora para regresar a casita, pero sola, claro.
ResponderEliminarUn par de besos muy fuertes.
Es verdad, siempre nos ronda alguna amiga o amigo, que en determinada época de nuestra vida se empeña en ejercer de celestin@, provocando a Cupido sin éxito. Pero se pasa el trance y en paz. ¡Cualquier cosa por los amig@s!
ResponderEliminarBesos a pares Luisa