¿Os acordáis de una "Cita inesperada"?, Marcos, el protagonista, hizo terapia intensiva para curarse la superlativa timidez que le atenazaba y aplicándose un tratamiento de choque, decidió pedir a Sara una nueva cita....
Los comienzos de las historias son como pinceladas, dando aquí y allá color para esbozar la obra. Al compás de los acontecimientos, van apareciendo, emociones, dudas, desconcierto, y así se va forjando la historia....
Comienza en la terraza de un bar, entre palabras ahogadas y saludos despedida. Marcos, desapareció de escena y del planeta, se lo tragó la tierra, hasta que......cuatro semanas después Sara recibe un mensaje:
-Quiero volver a intentarlo, dame otra oportunidad-
La sorpresa hizo que un rubor adolescente le cubriera el rostro. Se tranquilizó un momento y volvió a releer el mensaje,
........-nos encontraremos en Burgui, en el corazón del Valle de Roncal-
Situada como si fuera a degustar su menú preferido, disparó sus dedos al teclado y con total ausencia de la más mínima duda, rotunda y segura, contestó:
-Nos veremos el día 14 de diciembre, sin excusas-
La respuesta dada por Sara, estaba clara, era la última oportunidad que le concedía, pues aún le dolía el recuerdo de aquella huida sin palabras. Pese a ello, estaba eufórica, ¡había esperado tanto una llamada!, porque si antes de aquel día, se moría por conocerle, cuando le vió y a pesar de la "espantada", se quedó aún mas "pillada", verle, había completado ese conjuro de palabras escritas, sentimientos y extraña locura que Marcos le transmitía, ¿era masoquista?, ¿le iban los raritos?...
¡Qué estimulante le resultaba pensar en el día de la próxima cita!, incluso más que la primera vez, porque ahora ya lo había tenido cerca.......era el comienzo, el descubrimiento, el ir poco a poco destapando el envoltorio para encontrar el regalo.
Al día siguiente ya estaba preparando el equipaje; ropa de abrigo, ¡seguro que nevaba!, botas de montaña, coche revisado, lo tenía todo controlado. Había consultado la predicción del tiempo y hasta su mecánico le había dado un breve curso para aprender a montar las cadenas, en caso necesario... y llegó el día de partida.
Se levantó temprano, desayunó ligero y emprendió el viaje. Tenía por delante un camino y una historia con final feliz, o al menos, eso esperaba.
A pocos kilómetros de Burguí, se paró a tomar algo, no quería llegar hambrienta, dando una imagen de tragaldabas, cosa que no era. Pero cuando salió del bar, el tiempo se había cerrado, el sol no daba la cara y la brisa cálida de antes, aparecía convertida en un viento cortante.
Se subió de nuevo al coche y continuó la marcha, ya estaba llegando. La nieve anunciada se adelantó y comenzó a derramarse por la carretera. Tendría que poner las cadenas. Paró, sacó de la guantera un papel mal doblado con las instrucciones que había apuntado su mecánico y empezó a descifrarlas. Abrió el portamaletas y buscó las cadenas, buscó, removió el equipaje y no pudo encontrarlas, ¡¡no!! las había dejado en el garaje para acoplarlas al final, pero ¡no se acordó! ahora, no había otra opción, continuar sin ellas, si no, faltaría a la cita y eso no podía pasar, porque con lo "sin miedo" que era Marcos, le faltaría tiempo para autoconvencerse de que Sara se había arrepentido para salir corriendo. ¿Lo estaba juzgando mal?, al fin y al cabo era él quien le había pedido la cita.
Iba tanteando el terreno sobresaltada, pues el firme era resbaladizo y el coche se le iba en las curvas, la carretera parecía infinita. Subiendo el puerto, en una curva, el coche hizo varios trompos que ella intentó salvar, pero acabó incrustadose en un arbol centenario.
¡No se lo podía creer! ¿volvería a gafarse su encuentro? Una vez se repuso del susto, abrió el bolso, rastreó el fondo en busca del móvil, ¡tenía que avisarle! explicarle lo que estaba sucediendo, pero con la tormenta encima y entre montañas, no había cobertura. ¿Qué iba a hacer? ¿pensaría Marcos que se había arrepentido? Solo cabía esperar que un alma caritativa llegara y le hiciera el gran favor de dejarle hacer una llamada,.... ¿al 112?, no, a Marcos.
No se atrevía a moverse, miró por la ventanilla con la esperanza de ver aproximarse algún coche, pero al hacerlo, comprobó que el paisaje había cambiado. La nieve se había transformado en abundante hojarasca multicolor y el horizonte se difuminaba hasta casi desaparecer. Al fondo, solo se apreciaba una luz tenue que alumbraba una carretera hacia ninguna parte.
Sara se mantenía serena a pesar de lo desconcertante de alquel nuevo paisaje. Bajó del coche, ya no hacía tanto frío, era como si hubiera retrocedido un invierno. Se acercó al borde del camino y recogió algunas hojas rojizas y doradas, casi de purpurina. No sabía muy bien qué pensar, solo se le pasaba por la mente la imagen de Marcos mirando el reloj, en la puerta del albergue por la que ella no aparecería. Se metió de nuevo en el coche, cuyo capó y parachoque mordían sin piedad el tronco de aquel ejemplar de la Naturaleza. Cerró los ojos y volvió a pensar........¿Qué está pasando?, se había golpeado la cabeza y....¿dónde estaba?, el corazón le dió un vuelco, ¿era aquella luz de la carretera, la famosa luz de la que hablan?, ¿estaría en el trance de estar mal muer......no quiso terminar de pronunciar la "palabra" cuyo significado daría por terminado algo más que su asustadiza relación.
Se sobresaltó, estaba sonando "Fight For This Love" en su móvil, ¡casi se le corta la respiración! ¡era Marcos! Sara se explicaba atropelladamente contando lo sucedido, su cuerpo reaccionaba y una alegria nerviosa impregnaba el tono de la historia a medida que la contaba, los negros pensamientos de unos segundos antes habían desaparecido y el paisaje inquietante también, de nuevo, la nieve y el fuerte viento, le abrieron los ojos y la situaron al comiendo de su aventurada historia..........
Los comienzos de las historias son como pinceladas, dando aquí y allá color para esbozar la obra. Al compás de los acontecimientos, van apareciendo, emociones, dudas, desconcierto, y así se va forjando la historia....
Comienza en la terraza de un bar, entre palabras ahogadas y saludos despedida. Marcos, desapareció de escena y del planeta, se lo tragó la tierra, hasta que......cuatro semanas después Sara recibe un mensaje:
-Quiero volver a intentarlo, dame otra oportunidad-
La sorpresa hizo que un rubor adolescente le cubriera el rostro. Se tranquilizó un momento y volvió a releer el mensaje,
........-nos encontraremos en Burgui, en el corazón del Valle de Roncal-
Situada como si fuera a degustar su menú preferido, disparó sus dedos al teclado y con total ausencia de la más mínima duda, rotunda y segura, contestó:
-Nos veremos el día 14 de diciembre, sin excusas-
La respuesta dada por Sara, estaba clara, era la última oportunidad que le concedía, pues aún le dolía el recuerdo de aquella huida sin palabras. Pese a ello, estaba eufórica, ¡había esperado tanto una llamada!, porque si antes de aquel día, se moría por conocerle, cuando le vió y a pesar de la "espantada", se quedó aún mas "pillada", verle, había completado ese conjuro de palabras escritas, sentimientos y extraña locura que Marcos le transmitía, ¿era masoquista?, ¿le iban los raritos?...
¡Qué estimulante le resultaba pensar en el día de la próxima cita!, incluso más que la primera vez, porque ahora ya lo había tenido cerca.......era el comienzo, el descubrimiento, el ir poco a poco destapando el envoltorio para encontrar el regalo.
Al día siguiente ya estaba preparando el equipaje; ropa de abrigo, ¡seguro que nevaba!, botas de montaña, coche revisado, lo tenía todo controlado. Había consultado la predicción del tiempo y hasta su mecánico le había dado un breve curso para aprender a montar las cadenas, en caso necesario... y llegó el día de partida.
Se levantó temprano, desayunó ligero y emprendió el viaje. Tenía por delante un camino y una historia con final feliz, o al menos, eso esperaba.
A pocos kilómetros de Burguí, se paró a tomar algo, no quería llegar hambrienta, dando una imagen de tragaldabas, cosa que no era. Pero cuando salió del bar, el tiempo se había cerrado, el sol no daba la cara y la brisa cálida de antes, aparecía convertida en un viento cortante.
Se subió de nuevo al coche y continuó la marcha, ya estaba llegando. La nieve anunciada se adelantó y comenzó a derramarse por la carretera. Tendría que poner las cadenas. Paró, sacó de la guantera un papel mal doblado con las instrucciones que había apuntado su mecánico y empezó a descifrarlas. Abrió el portamaletas y buscó las cadenas, buscó, removió el equipaje y no pudo encontrarlas, ¡¡no!! las había dejado en el garaje para acoplarlas al final, pero ¡no se acordó! ahora, no había otra opción, continuar sin ellas, si no, faltaría a la cita y eso no podía pasar, porque con lo "sin miedo" que era Marcos, le faltaría tiempo para autoconvencerse de que Sara se había arrepentido para salir corriendo. ¿Lo estaba juzgando mal?, al fin y al cabo era él quien le había pedido la cita.
Iba tanteando el terreno sobresaltada, pues el firme era resbaladizo y el coche se le iba en las curvas, la carretera parecía infinita. Subiendo el puerto, en una curva, el coche hizo varios trompos que ella intentó salvar, pero acabó incrustadose en un arbol centenario.
¡No se lo podía creer! ¿volvería a gafarse su encuentro? Una vez se repuso del susto, abrió el bolso, rastreó el fondo en busca del móvil, ¡tenía que avisarle! explicarle lo que estaba sucediendo, pero con la tormenta encima y entre montañas, no había cobertura. ¿Qué iba a hacer? ¿pensaría Marcos que se había arrepentido? Solo cabía esperar que un alma caritativa llegara y le hiciera el gran favor de dejarle hacer una llamada,.... ¿al 112?, no, a Marcos.
No se atrevía a moverse, miró por la ventanilla con la esperanza de ver aproximarse algún coche, pero al hacerlo, comprobó que el paisaje había cambiado. La nieve se había transformado en abundante hojarasca multicolor y el horizonte se difuminaba hasta casi desaparecer. Al fondo, solo se apreciaba una luz tenue que alumbraba una carretera hacia ninguna parte.
Sara se mantenía serena a pesar de lo desconcertante de alquel nuevo paisaje. Bajó del coche, ya no hacía tanto frío, era como si hubiera retrocedido un invierno. Se acercó al borde del camino y recogió algunas hojas rojizas y doradas, casi de purpurina. No sabía muy bien qué pensar, solo se le pasaba por la mente la imagen de Marcos mirando el reloj, en la puerta del albergue por la que ella no aparecería. Se metió de nuevo en el coche, cuyo capó y parachoque mordían sin piedad el tronco de aquel ejemplar de la Naturaleza. Cerró los ojos y volvió a pensar........¿Qué está pasando?, se había golpeado la cabeza y....¿dónde estaba?, el corazón le dió un vuelco, ¿era aquella luz de la carretera, la famosa luz de la que hablan?, ¿estaría en el trance de estar mal muer......no quiso terminar de pronunciar la "palabra" cuyo significado daría por terminado algo más que su asustadiza relación.
Se sobresaltó, estaba sonando "Fight For This Love" en su móvil, ¡casi se le corta la respiración! ¡era Marcos! Sara se explicaba atropelladamente contando lo sucedido, su cuerpo reaccionaba y una alegria nerviosa impregnaba el tono de la historia a medida que la contaba, los negros pensamientos de unos segundos antes habían desaparecido y el paisaje inquietante también, de nuevo, la nieve y el fuerte viento, le abrieron los ojos y la situaron al comiendo de su aventurada historia..........
Y ahora a practicar cómo se ponen las cadenas, que nos vendrá bien este invierno.
Sed aplicados y practicad.
Saludos queridos Calados y Lectores
Las Gemelas del Sur
Las Gemelas del Sur
Y al final que¿?¿??¿ quedaron o no?¿?¿? ains qué intriga... ;P Yo como no tengo coche me ahorro el aprender lo de las cadenas de momento ;P Qué pereza me da la nieve¡¡
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡¡¡¡
Entonces, ¿para el 14 de diciembre se esperan nevadas...?
ResponderEliminarjeje me ha gustado mucho el texto, se mascaba la tragedia pero al final creo que será una comedia romántica teñida de blanco.
Pasad un buen jueves, chicas y chicos!
Siempre vuestro,
Estimado lector.
Buenos días fríos y no nevados Dirty
ResponderEliminarNo sabemos si al final quedaron en el albergue, creemos que sí. Marcos dió el primer paso, pero como lo que le impresiona es el cara a cara, ¿quien sabe?..
Estimado lector, el 14 de diciembre puede nevar en Navarra, pero aquí por el Levante, lo dudo mucho, seguro que cuando se encuentren si lo hacen, hablan del tiempo....
Saludos Estimado
Artsitas!!!!...¿lo he dicho?...pues eso que sois unas artistas...y por favor no nos dejéis así, ni se os ocurra...queremos más entregas de Marcos y Sara....bufff me habéis tenido en un ayyy con lo de la nieve...
ResponderEliminarY ahora entrando en el tema de las cadenas es cierto que muchos las llevamos en el coche pero que a la hora de la verdad no tenemos ni idea de como colocarlas. Gracias chicas por el vídeo y muchas por la historia... ;))
Besossssssssssssssss
Arwen
Hay que ver que carátulas mas guapas que os gastais me molan,la historia muy chula y lo de las cadenas me va de lujo que ahora cuando vaya al pueblo con estos frios que se nos avecinan me tocara ponerlas y no lo habia hecho nunca.
ResponderEliminarGracias Gemelikas.
Abrazos paaaa tosssssssssssssssss
Bueno Arwen, lo de no saber poner las cadenas es asignatura pendiente de much@s, pues te las compras, aprendes como manejarlas, pasa el tiempo y cuando vas autilizarlas, nuestra mente se ha olvidado, pero con habilidad e intuición, talentos que no nos faltan, (ejem, ejem) y Paco Costas, salimos del paso.
ResponderEliminarA los protagonistas de la historia, tendremos que prepararles una "cenita con Calados" a ver si logramos que se encuentren.
Besos, querida Arwen
Jajajaja Gemelas, eso de "la cenita de Calados" está hecho...¡me pongo a ello!!! ;))
ResponderEliminarBesossssssssssssss
Hay veces que la propia imagen nos cuenta su historia, por lo menos, es nuestra impresión cuando vemos imágenes sugerentes, como la de cabecera............. y con ella "comenzó" esta historia.
ResponderEliminarNos alegramos que la clase práctica del Sr. Costas te resulte útil.
De nada Sombrita... Besets
Quiero aprovechar este espacio, para hacer patente mi solidaridad con tantas mujeres que tienen la valentía de vaciar los rincones de su alma, donde un día hubo amor y fue desterrado violentamente por un hombre que en lugar de ser su aliado se convirtió en su verdugo.
ResponderEliminarY dar ánimo a todas aquellas que no lo han hecho aún, para que lo intenten, pues es la única forma de protegerse y arriesgarse a vivir con dignidad.
Completamente deacuerdo con vosotras Gemelas y es más yo añadiría que sobre este tema ¡no hay tregua!, que nadie se rinda y que la solución pase por educar a la sociedad en plena igualdad. Pero sobre todo que la cifra de muertes de mujeres por culpa de la violencia machista sea de cero cada año y para conseguirlo hay que denunciar y no hay que perdonar y no nos olvidemos de que... "todos somos juez y parte"...
ResponderEliminarBesos y solidaridad con las mujeres maltratadas y tolerancia cero con los maltratadores y asesinos.
Arwen
Me ha gustado mucho la historia y sobre el maltrato:tolerancia cero.Fredysaludos buscando a Sara.
ResponderEliminarHoy creo que estamos tod@s de acuerdo.
ResponderEliminarTolerancia CERO para el maltrato, para los abusos, para las discriminaciones......
Apoyo al respeto, a la igualdad, a la tolerancia..
Todos buscando a Sara: Lleva botas de montaña, abrigo a cuadros marrones y negros, gorro y bufanda a rayas blancas, rojas, azules, marrones, fuxia y beige. Si la encuentras, llama a Marcos o acompáñala al albergue.
Gracias Fredy. Saludos
Copio y pego un comentario que ha dejado Toro Salvaje y que por error se había borrado.
ResponderEliminarTORO SALVAJE ha dejado un nuevo comentario en su entrada:
Es una responsabilidad de todos.
Hemos de acabar con esa lacra.
Saludos.
Pues no sabéis qué ilusión me ha dado encontrarme de nuevo con estos dos y una segunda oportunidad, coincido en que me quedo con ganas de saber más de ellos, les he cogido cariño, no sé por qué :))
ResponderEliminarPor las tierras malagueñas no usamos mucho las cadenas, pero el vídeo sigue siendo util, para cuando vaya a Sierra Nevada o a la Sierra de las Nieves :D
Y por supuesto, que hoy es un día importante en el que todos tenemos que pedir que termine el maltrato.
Besazos, chicas!!
Jo, cuando no es la indecisión de Marcos, son la inclemencias del tiempo... ¿llegara a buen puerto esta relación? Esperaremos acontecimientos.
ResponderEliminarRespeto al tema del día: TOLERANCIA 0 CON EL/LA MALTRATADOR/A.
Bss y bss.
Bueno Málaga, había que dejar una puerta abierta todos nos merecemos una segunda oportunidad, por lo menos. Y aunque por tu tierra no seáis de cadenas, Sierra Nevada te las pedirá.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hay que ver! que estrella más desorientada tienen estos dos, a ver si sale el sol y conseguimos reunirlos.........ya veremos.
Besets, Mar
Estamos de acuerdo, rechazo absoluto a la violencia.
Hoy Toro, estamos de acuerdo. Y los que son testigos y no lo denuncian se convierten en complices pasivos, y como tú bien dices, la responsabilidd de erradicar la violencia es de tod@s.
ResponderEliminarSaludos Toro
Estos dos...¿derretirán la nieve? jejejeje...
ResponderEliminarBesos abisales
Nadie pertenece a nadie, ni nadie puede pretenderlo de ningun modo físico o psiquico...
¡Todo pudiera ser, energía contenida y reprimida nos les falta! si consiguen reunirse y juntarla, alguna chispa saltaria, sin duda.
ResponderEliminarSer o pertenecer a alguien, significa rebajarnos a la categoría de "cosa", por lo que nuestra dignidad rechaza la posesión de alguien al igual que la pertenencia a algún sujeto.
Besos Abismo