CONDUCTORAS SUICIDAS: Los Dummies de la crisis.

Saturnino quiere salir de la crisis como sea, por eso, ha pensado en un negocio poco explorado. Se ha enterado que en el Centro de Zaragoza, un Centro de investigación de accidentes de tráfico, se hacen pruebas de crash-test para comprobar las consecuencias del impacto en los cuerpos de las personas, después de un "tortazo" en vehículo a motor y se ha filtrado la noticia que la casa suministradora de estos maniquíes de choque, que sirven de modelos, ha ido a la quiebra, una víctima más de la rabiosa crisis.

A Satur, los muñecos de las pruebas le parecen personas y a veces piensa si tendrán un porcelánico corazón para hacerse añicos al primer encontronazo "de morros".

Siempre se ha preguntado si lo hacen a imagen y semejanza de alguien y..........fantaseando un poco, se le ocurre que podrían diseñarlos con las caras de sus habituales y encarnizados enemigos. Visionando mentalmente las "jetas" de sus incondicionales, se para a pensar que estos robots sufridores, están todos a dieta, pues no sobrepasan las tallas socialmente aceptables.

-Esto quiere decir algo.....quién los fabrica, no habrá viajado nunca con alguien como Celio Ruiz-

Celio es un ejemplar de 170kg.

-Ni tampoco habrán tenido el gusto de compartir asiento con una mujer parecida a mi vecina Mercedes, cuyas extremidades se confundirían con los mismísimos cinturones de seguridad. Una frenada con Mercedes a bordo, suelta en cabina y acabarían los ocupantes del utilitario atenazados por sus alámbricas piernas, recubiertas de piel y vello y abrochados a sus brazos con 7 nudos marineros, tal es la flexibilidad y extrema delgadez de sus miembros.

Como en época de crisis se agudiza el ingenio, Saturnino barrunta una idea:

-Si existen personas altruistas, que donan su cuerpo a la ciencia, ¿por qué no proponer que se donen cuerpos a otro tipo de investigación, investigación de accidentes, por ejemplo? En lugar de tener que hacer maniquíes, todos iguales, dispondríamos de cuerpos esbeltos, orondos, pequeños y grandes, desde luego, esto contribuiría a consumar el "crastes", con más rigor, ¡más real imposible!-

¡Su mente estaba disparada, paría ideas sin control!

-Es más, se podría proponer a las Unidades de donación de los Centros Hospitalarios, que convencieran a los familiares de los donantes para que, si no tenían inconveniente, donasen a la investigación, aquellos cuerpos, cuyos órganos no sirven para trasplantes porque se han ido al otro barrio "muy jodidos", incluso podrían recuperarlos una vez resueltos el test.-

-Antes de devolverlos, si fuera necesario reconstruirlos, contrataríamos a profesionales, que por otra parte y hoy por hoy, solo se limitan a maquillar un poco tanta palidez.-

Saturnino se sorprendía a si mismo de su talento y por ende ¡estaba creando empleo..!

Su mente no cesaba, medía pros y contras, simultáneamente.

-Pero..........¿y si se mete la iglesia y empieza con lo del alma y todo eso?.........mejor nos centramos en algo, cuya alma no la quiera ni el cielo ni el infierno..-

Estaba Satur absorto en sus enmarañados pensamientos, cuando en medio de su deshabitado cerebro, apareció una luz brillante acompañada de una voz que repetía una y otra vez.....ellos, ellos, ellos...........¡son la solución!

Satur captó el mensaje rápido como el viento, "ellos" y se apresuró a conseguir a "ellos".

Como era martes, el mercadillo se montaba en la c/ Convento Jerusalén, "ellos" era un grupo de pollos. Satur se apresuró a localizarlos, por si algún pirata empresarial se le adelantaba robándole su idea.

Una vez en el mercado, hizo un barrido, ubicando la parada donde conseguir su botín.

Satur hizo saber al personaje que custodiaba el puesto, que le iba a comprar todos los ejemplares, o sea, todos los pollos.

Una vez en casa, fue uno por uno tintándolos de colores. ¡Su idea tenía que funcionar!

-Cuando impacte el vehículo, allá donde aparezcan plumas, denotará el punto del impacto y así, se podrá trazar el recorrido que sigue un cuerpo humano lanzado a una velocidad determinada. En cada asiento pondremos un pollo de un color distinto, para ver cuál queda más despanzurrado, de esta forma, conoceremos qué asiento, es más peligroso.

Pero..........en medio de su disertación le asaltó una duda......

-¿Y si dice algo la sociedad protectora de animales?,¡pero si pollos hay muchos, ni están en peligro de extinción!, ¿ y si aún así, se ponen pesados y me denunican por tortura? ¡que estos son capaces!

Ya pensaría algo, era una idea "cojonuda" que le sacaría de su maltrecha economía familiar, tenía que continuar desarrollándola.

-Otra duda, y ¿si se expande demasiado el pollo por el "despanzurre" y se mezcla el color de las plumas con el color de la sangre? ¡ya lo tengo! el código de barras, eso que identifica cualquier cosa, le dará nombre a los dumies, una pegatina con un código de barras en cada uno de los pollos, será la solución.

Había visto en el "super" productos con el código de barras pegado, arrancaría las pegatinas de los produtos y se las iría pegando uno a uno, anotaría los números de todos los códigos, así los tendría verificados.

Saturnino estaba satisfecho, iba a ser un negocio redondo, solo quedaban ultimar detalles sin importancia y problemillas que iría solucionando.

Ya lo tenía todo controlado, iría a vender su idea al Centro de investigacion de Zaragoza y de ahí a la televisión, ¡¡¡seguro!!!

La idea de Saturnino es recogida por la prensa....

Queridos Calados y lectores, aunque nos parezca que está todo inventado, sigamos intentando ser locamente creativos, ya que en época de crisis son necesarias nuevas fórmulas "rompedoras" de lo establecido.

Besos alocados de Las Gemelas del Sur.