Fernando Fernández Páez.
Un hombre, un perro y el mar, un nuevo horizonte ante nuestros sentidos.
Un punto de inflexión tras mucho tiempo de pequeñas dimensiones....
promesas incumplidas, oscuridad, y el obstinado vaivén del día a día.
El tiempo se congela ante una imagen, absolutamente dinámica y llena de matices.
Atrás quedó la tierra adentro, lo previsible y seguro, lo que conocemos bien...
ante nosotros se abre todo un mundo por descubrir, inmenso, inestable, desafiante.
Y en la linea que separa el camino recorrido de lo que ansiamos y nos excita,
un hombre, que parece romper esa barrera que separa dos mundos, busca la felicidad,
atraído por la fuerza azul del mar, por su infinito misterio y su propia impotencia....
Mientras su compañero, alarga su sombra de espaldas al sol, indiferente, asustado,
o simplemente desconcertado ante una decisión que no comprende su instinto....
El mundo va creando estas escenas a cada momento y nos las ofrece si sabemos mirar.
El eterno movimiento entre luces y sombras , entre deseos y realidad, entre valor y miedo,
nos ayuda a comprender lo fugaz de nuestra vida, la necesidad del mirar hacia delante.
Y nos empuja a nuevas experiencias, a compartir la aventura, a alcanzar nuevas metas...
Os deseo a todos, calados y por calar, unas felices vacaciones cargadas de nuevos proyectos para la vuelta.
Un abrazo inmenso ( como el mar.....)
Precioso poema lleno de esperanza y desfios, propio de una persona tangiblemente vital, que recorre la línea de la vida con sus altibajos, y la mirada repartida entre cálidos recuerdos y el incierto y siempre azul destino.
ResponderEliminarBravo Latour
Un abrazo inmenso,( tanto como el cielo)
Gracias Gemelas, efectivamente se mezclan vitalidad y altibajos en el poema........
ResponderEliminarPor los cálidos recuerdos, por el mar y el verano.
Un gran abrazo.
Un poema que antecede un verano de promesas, deseos y proyectos, (como mencionas en tu dedicatoria) acunandolo todo el vaivén de la mar, siempre buena amante.
ResponderEliminarLos nejores deseos de que el verano te sea propicio y generoso.
Un abrazo Latour, inmenso como..., como..., como..., como un buen café!
¿O eso es intenso...?
Bueno Emilio, si el café tiene un aroma intenso, estará inmenso, a que si?
ResponderEliminarTe deseo también un verano estupendo, juguetón, amistoso y como bien dices, generoso.
"Hay algunos que dicen
ResponderEliminarque todos los caminos conducen..." en este caso, al mar.
Un hombre que busca la felicidad y un poeta que palabra a palabra nos asoma a cada alto en el camino, a cada fractura, a cada regreso..
Gracias por tus versos.
Deseo que el descanso te traiga todo aquello que necesites..
Cuídat.
Me hipnotizan tus versos, me seducen sus mensajes, siento tu verdad en cada estrofa, asi que no lo dudo, me sumerjo en tu mar y me tiro de cabeza a ese azul como el hombre que encabeza tu poema. Ahora bien, como creo observarle, iré bien pertrechada con mis gafas de bucear y las aletas que me impulsen bien lejos.
ResponderEliminarDeseo tu regreso y verte habiendo disfrutado de unas buenas vacaciones.
Besos en el azul.
Gracias por seguirlos..
ResponderEliminarUn hombre y un poeta algo cansados.
Cuida't Nepalí. Un abrazo inmenso.
Mar, siempre te echo de menos, tus comentarios, tu pasión...
ResponderEliminarMe das ánimo para seguir escribiendo, de verdad.
Pasa un verano estupendo.
Abrazo caladísimo!!!!