Indecisión, dudas e incertidumbre, a la hora de hacer la maleta para emprender las vacaciones a saber donde, hacia ese lugar que me pueda permitir, viajando por el camino que ya conozco, tantas veces recorrido.
Aunque no tengo decidido qué voy a echar en ese contenedor, si quiero dejar un espacio para llenarlo de todas las impresiones, experiencias y recuerdos que recoja de cada rincón de aquel paisaje, de esa puesta de sol, de esa excursión en buena compañía, de las risas a la orilla del mar. Llenarla de la satisfacción de disfrutar otro año más manteniendo la cotidianidad del verano y sintiendo que más pronto que más tarde cambiará o al menos serán distintas nuestras vacaciones.
Quiero una vez más pelear y discutir entre todos, cómo resolver este tetris para encajar cada una de nuestras maletas en el coche, escuchar la ritual frase: ¿has dejado algo en el armario?, Imposible, no cabe, hay que sacrificar algo.
Preveer que volveremos más cargados y hay que dejar hueco, porque no queremos acomodar algún bulto fuera del portamaletas, en algún rincón de los asientos y que por algún frenazo o susto en el camino nos venga encima los recuerdos del acueducto de Segovia como si nos cayera literalmente una de sus piedras encima y saben que no exagero nada, el peso se multiplica por 55 yendo a 60 kilómetros a la hora por lo que un teléfono de 150 gr nos golpearía con una fuerza de 8 kgr. Increíble, pero cierto. No quiero imaginar cualquier objeto que acabara en punta.
Todo es cuestión de organización, si es necesario se ata al asiento libre el bulto con el propio cinturón para asegurarlo y además ponemos una red en la bandeja de atrás para que no salgan disparados contra nosotros. Por no mencionar a la sufrida baca que afortunadamente no usamos porque nuestra estancia es corta y que nos asusta ver la carabana de coches en plena travesía del paso del estrecho con sus enormes cargas, con la casa a cuestas. Y la bola, la dichosa bola que da miedo al aparcar junto al coche que la lleva, pero que es muy útil para enganchar el remolque que alivie la carga del portamaletas.
Afortunadamente los recuerdos impresionados en imágenes en nuestra retina, las sensaciones en nuestra piel, los sonidos propios y especiales del lugar, los aromas típicos y únicos de cada rincón visitado, no pesan en absoluto, son etéreos, guardados en la maleta de nuestra memoria hasta resistir lo que nosotros podamos resistir.
Pero me pesan las tareas pendientes y la maleta es una de ellas, asi que os dejo para organizar cada uno de sus rincones con la certeza que olvidaré alguna cosa como dicta la susodicha ley de Murphi.
Queridos Calados y Lectores, cargad vuestras maletas de sueños, deseos, anhelos y que pesen como tesoros de vuelta a casa.
Felices Vacaciones y hasta septiembre para seguir contando aventuras y compartiéndolas con todos vosotros.
Las Gemelas del Sur.
Hacer las maletas de vuelta es peor aún.
ResponderEliminarFelices vacaciones.
Besos.
Qué difícil es hacer las maletas, a la ida porque siempre piensas que olvidas algo. A la vuelta porque no te hace ninguna ilusión el irte de allí...
ResponderEliminar¡Felices vacaciones!
La maleta de ida va cargada de ilusión, la de vuelta de resignación y siempre con la duda de que algo importante se ha quedado fuera. Entre una y otra a ¡disfrutar! que es lo realmente importante.
ResponderEliminar¡¡Felices vacaciones!!
Toro, solo compensado por un feliz regreso.
ResponderEliminarBesos y feliz verano.!!
Bueno, Emilio, el mejor antidoto contra eso es cambiar el chip, positivismo a tope. Me lo he pasado pipa y al año que viene más.
ResponderEliminarBesos de verano.
Asi es, Jara, has dado en la diana, a disfrutar al máximo y si lo que necesitamos es tranquilidad a relajarnos en un entorno ideal.
ResponderEliminarBesos y Felices Vacaciones!!!
Yo siempre en mis viajes he hablado poco y escuchado a muchos; me he dejado guiar por las gentes de las zonas que visito; sin prisas, he disfrutado del día a día. Y cuando llega la vuelta, viajo con el recuerdo de lo que me han contado, y de lo que he visto. Siempre he aprovechado las vacaciones para disfrutar a tope, que mañana Dios dirá.
ResponderEliminarBesos.
Perdón por esta reflexión personal. Y la entrada me ha gustado mucho.
Agradezco tu reflexión, es un gusto aprovechar este espacio para la compatir hasta casi la confidencialidad como en ese tiempo de vacaciones tan rico en experiencias e intercambios fuera de la rutina con un día diferente al siguiente.
ResponderEliminarLlena bien la maleta de esta sensaciones ricas, ricas y disfruta muchísimo.
Feliz vuelta!!