jueves, 14 de junio de 2012

CONDUCTORAS SUICIDAS. EL SEMÁFORO AZUL




Queridos Calados y Lectores, hoy os traemos un cuento creado por la imaginación de un maestro de la creatividad, referente en la literatura infantil, se trata de Gianni Rodari. Está entresacado de su libro "Cuentos por teléfono", repleto de relatos cortos muy divertidos y llenos de originalidad.

Leamos con ojos de niño o poneros las gafas para verlo del color que gustéis.

El semáforo azul

 Una vez, el semáforo que hay en el plaza del Duomo de Milán hizo una rareza. De improviso, todas sus luces se tiñeron de azul y la gente no sabía a qué atenerse.

- ¿Cruzamos o no cruzamos? ¿Estamos o no estamos?

Por sus ojos, en todas direcciones, el semáforo propagaba la insólita señal azul, de un azul tan azul como lo había estado nunca el cielo de Milán.

Mientras esperaban a ver qué pasaba, los automovilistas gritaban y tocaban el claxon, los motociclistas hacían rugir el tubo de escape y los peatones más gordos gritaban:
- ¡Usted no sabe quién soy yo!
Los ingeniosos decían irónicamente:

-El verde se lo habrá comido el alcalde para hacerse una casita en el campo.

-El encarnado lo han utilizado para teñir a los peces de los jardines.

-¿Sabéis que hacen con el amarillo? Lo añaden al aceite de oliva.

Finalmente llegó un guardia y se situó en medio del cruce para dirigir el tráfico.

Otro guardia buscó la cajita de los mandos para reparar la avería, y quitó la corriente.

El semáforo azul, antes de apagarse, tuvo tiempo de pensar:

“¡Pobrecitos! Les había dado la señal de “vía libre” para el cielo. Si me hubiesen entendido, ahora todos sabrían volar. Pero quizá les ha faltado valor”.





Verdaderamente hace falta valor para escapar de los caminos marcados, para decidir seguir diferentes consignas, para no tener miedo a una realidad diferente, para romper esquemas, pero quizás no estemos preparados porque no nos han enseñado, no hemos aprendido a utilizar nuestro libre albedrío, a inventar  otros caminos, a descubrirlos, a mirar más allá del horizonte.

Besos al aire.

Las Gemelas del Sur.

6 comentarios:

  1. Esos caminos marcados que además no llevan a ninguna parte.
    Porqué cuesta tanto abandonarlos?

    Besos.

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  2. No se si es que no hemos aprendido o hemos perdido el instinto de ver las señales de lo que nos rodea sumidos en burbujas egocéntricas que somos...

    Besos reflexivos desde el abismo

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  3. Nos instalamos en esa zona de confort, tan cómoda de la cual no nos atrevemos a salir, nos invade el miedo a lo desconocido, a modificar nuestro patrones sin esa seguridad a lo siempre predecible. Toro nos invade el vértigo.

    Besos desde el borde del precipicio.

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  4. Desde la infancia, la misión de la educación ha sido estandarizar nuestras ideas, buscando una única respuesta correcta, ha ido mermando la alta capacidad del pensamiento divergente, ver varias opciones diferentes a una misma cuestión que los niños pequeños tienen gran facilidad para improvisar sin prejuicios y que poco a poco se ahoga.
    Abismo, tenemos que provocar esa regresión a nuestra manera de pensar infantil. Rejuvenecer nuestro cerebro, hacerlo plástico y cooperativo.

    Besos en todas direcciones.

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  5. Es complicado salirse de la senda pre-trazada, y de usos y maneras muy arraigados.....
    Un cambio de perspectiva es complicado y sin esa visión difícil es el cambio.
    Una luz azul en un semáforo es una anomalía que nos descoloca...
    Las revoluciones ( en cualquiera de sus manifestaciones ) son las que cambian el mundo.
    Gemelas, otra vez el azul en la parte positiva....siempre el azul!

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  6. Latour, nos han hecho cortos de miras, sin perspectiva. Con los ricos matices, todos diferentes, que tiene el azul, dejémonos llevar por él, sin preguntas, con confianza.

    Besos azul picasso.

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