miércoles, 15 de octubre de 2014

PASABA POR AQUÍ: "El líder del paraguas rojo"



En Otoño, esa estación en la que el sol se va alejando de nuestras vidas, y el ambiente se tiñe de colores cálidos provocando una sensación de "canto triste de melancolía", alguien como yo, se va a conceder un paréntesis, y coincidiendo con la puesta en marcha de la maquinaria educativa, que me toca de cerca, me paro a reflexionar sobre lo que estoy haciendo y lo que me propongo emprender. Y a pesar de la incertidumbre que se puede respirar en el ambiente, me arriesgo con un nuevo proyecto.

Sabemos que nos movemos contra corriente, pues no tenemos fondos ni tarjetas opacas de las que echar mano, solo voluntad y unas dosis de ilusión, pero necesitamos salir de este autismo funcional que sufrimos, esta parálisis emocional enquistada en el desánimo y el cabrero, nunca más justificado por los acontecimientos que maltratan día si y otro también, nuestra fe en la democracia, en la justicia….en el ser humano.

Mi objetivo es ser eficaz en mi trabajo y disfrutar de lo que hago, por ello, busco la satisfacción con nuevas expectativas. Pero también me pregunto ¿donde están mis apoyos, ¿de qué fuente bebo para no rendirme? Y no encuentro otra respuesta que, en la propia fortaleza, en nuestro líder interior que nos empuja y nos sube el listón y en alguna que otra noble opinión cercana, no corrompida.

Escuchando a ese líder, prudentemente esperanzado, pasa por mis manos un artículo de José A. Marina, (filósofo y escritor) que me da otra pista para seguir abundando en esta reflexión. Marina aporta una visión poco usual de la "nobleza y la vulgaridad", que sin ninguna pretensión clasista, nos muestra hacia donde dirigir el timón de nuestras metas.

Y volviendo a los alumnos que van a nutrirse de esa maquinaria educativa de la que hablamos, apunta Marina:

- Los educadores no podemos olvidar que hay un modo de vida noble y uno vulgar.
Dicho así, tal vez visualicemos una imagen elitista o prepotente, pero si  vamos al fondo de la cuestión y nos dejamos de abalorios a modo de connotaciones de palabras como grandeza, nobleza...podremos hablar de ellas con toda sencillez y cotidianidad. Ser grande y noble no significa otra cosa que ser bueno, considerar a los demás con sinceridad y querer ser mejores, ¡casi na!

Estamos anegados por una epidemia de vulgaridad, solo tenemos que ver la gran cantidad de programas televisivos que nos muestran lo fácil que es conseguir fama y dinero con muy poco esfuerzo y ningún valor, por no hablar de lo fácil que resulta aprovecharse de una buena posición para medrar y hacer caja. Quizá cunda el ejemplo y esta epidemia tenga algo que ver con las crisis de desidia  y los mediocres resultados que vuelca el informe PISA

Aunque escuchando a Giner de los Rios, (profesor), quien decía:

- La vulgaridad, es la dictadura del egoísmo, la servidumbre de la rutina, la indiferencia por las grandes cosas, no es la cortedad de vista intelectual, sino la del horizonte,…. también la podamos encontrar mirando hacia el vértice más alto de nuestra pirámide social, donde el horizonte está lleno de corruptos, con vulgar ambición, y poca nobleza.

El vulgar no admira a nada ni a nadie, está muy contento de ser como es. "-El fin justifica los medios-" con frecuencia, el vulgar se debe escuchar a sí mismo repitiendo este credo, confundiéndose con un ideal democrático.

Una sociedad que no admira, o que admira mal, es decir, a personas que no lo merecen, sufre un estancamiento que empequeñece su vida, y ni que decir tiene lo escasos que andamos de líderes admirables. Es verdad que una democracia se basa en la igualdad de las personas, pero solo respecto a sus derechos fundamentales. En todo lo demás, una democracia rigurosa debe ensalzar la calidad, el esfuerzo, la generosidad y la bondad…y decidme..¿dónde se esconden esos valores en nuestra democracia, que no los encuentro?

¿No es la mejor democracia la que se basa en respetar la dignidad de todos los hombres? Y… ¿no es en nuestra democracia donde se rebaja su dignidad, despojándoles de sus derechos, faltando a la verdad…, culpabilizándo a las víctimas de su propio mal, sin ningún  rubor …robandole en su propia cara…?

El gran paso hacia una democracia real se dará, cuando la "Dignidad" sea reconocida en todos los seres humanos, con el respeto por uno mismo, por los demás y la admiración por los mejores….¡que lejos están de esa admiración nuestros líderes políticos! ¡Qué lejos estamos de la democracia real!

Pero insisto, a pesar de ellos y la corriente que escupe diariamente mentiras y vulgaridad...la educación debe ser el dique contra ellas, pero para conseguirlo, los docentes y toda la sociedad, tendremos que esforzarnos para que nuestra vida sea noble y digna y sean esos valores los que transmitamos.

¿De qué estamos hablando? De esforzarnos para que no valga todo, de forzar a la parafernalia mediática para dar un corte al aluvión de mediocridad diaria que nos ofrece, de pedirle a la maquinaria educativa que cultive la motivación para conseguir que una expectativa de los jóvenes que ahora están formándose, sea desear una forma de vida más satisfactoria, una satisfacción proporcional al esfuerzo invertido. Hablamos de buscar claves para que el esfuerzo sea el camino y no el castigo. Hablamos de creer en nosotros y de querer ser mejores.

Hoy me propongo casi, casi, un reto… enfocar una nueva etapa con esfuerzo, que es como se llega a la meta, con "Dignidad" y escuchando y valorando las posibilidades que me dicta mi líder interior…

… Que sepáis que nuestro líder exhibe un paraguas rojo, para que no le perdamos de vista....

Aunque como dijo Machado, ¡Qué difícil es no caer, cuando todo cae!

¡Intentémoslo!


Y hablando de  líderes, os propongo que escuchéis uno de los mejores discursos sobre libertad y democracia en boca de Charles Cahplin, en la película "El gran dictador" ¡Una escena magnífica! 




¡Saludos Calados!

Marinela

22 comentarios:

  1. No nos lo ponen fácil desde luego. Pero te doy la razón es que si hay esperanza de salir de esta situación y mejorarla debemos buscarla en nosotros mismos por un lado y desde luego en la educación de nuestros niños, en casa y en la escuela. Mi fe en el ser humano está bajo mínimos, pero habrá que intentarlo uno a uno, con el granito de arena que cada uno pueda aportar en su casa, en su trabajo.
    La responsabilidad de los educadores es primordial y espero que con ejemplos como el tuyo ese objetivo esté cada día más cerca.

    Besos

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    1. Contagiar ilusión y entusiasmo es hoy por hoy, tarea difícil, pero quedan pocas soluciones pacíficas para salir de esta situación que nos tiene embotados, y a mí como persona no violenta, se me ocurre que intentar tirar hacia arriba es mejor opción, aunque todo podría cambiar.... como dices, lo tenemos difícil.

      Besos Jara

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  2. Para lograr ese reto hay que estar dispuesto a todo.
    A que te señalen, a que te critiquen, a que te hagan el vacío, a que te insulten y a que te odien.
    Los miserables no tienen piedad, y no soportan que nadie los deje en evidencia.
    Ojalá lo consigas.

    Besos.

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    1. Mas que "estar dispuesto", es "no preocuparte por".........y confío que en los círculos que me muevo no hayan tantos del otro bando.....

      Besos Toro

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  3. qué buen texto, perseverancia!
    Y un broche magnífico con el vídeo
    Besos

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    1. La reflexión es el primer paso, la decisión el segundo y la puesta en escena el definitivo, yo estoy todavía iniciando el segundo, pero con un poco de fe en nosotros mismos, podemos seguir andando, ¡Ya llegarán las Huestes!

      Besos

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  4. Utopía, sencillamente, es... hacer las cosas bien.

    Gracias por la entrada.

    Un abrazo.

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    1. Para mi la utopía es motivación, el resto, es voluntad, esfuerzo y ánimo.

      Un abrazo

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  5. Me parece que sabes muy bien lo que debes de hacer y como hacerlo, aunque como dice arriba " Toro Savaje"
    cuidate las espaldas....A los simples y vulgares no les gustan las personas que se salen de la linea. Hace tiempo que nos hace falta cambiar desde dentro esta lacra que nos embarra todo cuanto nos rodea, la palabra es un arma tremendamente fuerte, y tu, la usas con maestría.
    Besos guapa.
    Gracias por tu agradable visita.

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    1. Encantadísima de leerte Lucía.
      Echarnos a las espaldas todo lo que nos pesa, acaba por aplastarnos, creo que debemos soltar lastre, dejar a un lado lo irremediable y ocuparnos de los posible, y así y abriéndonos camino. Renunciaremos a cosas, desde luego, pero conseguiremos otras y pensar que siempre podemos mejorar, pero como tu dices es una cura "por segunda intención" de dentro a fuera.

      Besos

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  6. La conciencia es quien dicta nuestros actos, si no nos guiamos por ella no tendremos esa paz que anhelamos, siempre vale la pena luchar por lo que se cree sin pensar en lo que opinen los demás, se que puede sonar a utopía pero es que soy rebelde a veces con causa y otras muchas con ellas.
    Las tripas se me revuelven cuando veo injusticias, cuando veo tanta basura a mi alrededor pero creo que agarrar la metralleta no serviría de mucho, tu exposición es mucho más lógica y cuerda
    Estupenda entrada
    Un abrazo !!

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    1. María, es verdad que a quien debemos fidelidad en primero orden es a nosotros mismos, y así es a nuestra conciencia, es ella la que nos debe marcar el camino, y por desgracia, éste está anegado de conciencias tiradas en la cuneta.

      Abrazos

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  7. Nunca están de más palabras como estas. Otra cosa es buscar a alguien con paraguas rojo entre mis rincones interiores, y mira que es un color llamativo..., pero a ver si hay suerte!

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    1. Busca bien Emilio, a lo mejor el tuyo se muestra con otros tonos. Pero salir adelante cada día, es algo que se lo debemos a esa fuerza, lider, voluntad, apoyo, como queramos llamarlo,..... pero existe.

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  8. Si he tardado en comentar no es porque no te haya leído, sino porque he leído tu entrada tres veces. Magnífica. Pero vayamos por partes: hablas de paréntesis ¿de qué tipo? ¿vas a dejar Calados? Espero que no. Hablas de un nuevo proyecto, y tras leer tres veces -ya lo he dicho- tu acertada entrada-, sospecho que es un proyecto político. ¿te vas a meter en política o es que leo mal entre líneas? Me tienes intrigada, así que ves soltando prenda. Un abrazo.

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    1. Bueno Amparo, como ya sabes, de momento no hay política, hay, eso sí, cambios, cambios necesarios para ir más ligero de equipaje, para romper la "presunción de negatividad" (ya se que como principio legal no existe, pero lo acoplo a los míos propios) como te digo, romper esa negatividad tan palpalbe que creo que nos paraliza y......... prudentemente, voy decidiendo el paso siguiente.

      Abrazos

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  9. Me gusta ese concepto del "líder del paraguas rojo", o del color que sea... Y te digo que me gusta porque el concepto de líder, en sí mismo, me asquea (por decirlo suavemente) porque lo relaciono con esa realidad de las masas cobardes que se esconden detrás del/ a nuevo/a salvador/a, ese alguien extraordinario que los lleve a no sé qué paraíso... Sin embargo el que tu propones es otra cosa. Y está, claro que está, ahí dentro de cada persona, está, vaya que sí.

    También me gusta tu reflexión en torno a las palabras como nobleza, o grandeza, o elitismo... que esconden tantas veces explotación y sumisión... Pero no, claro que no, hay otra grandeza, esa de la que hablas, esa de la bondad, de la generosidad, de la inteligencia que trabaja para construir realidad libre y no quimeras esclavistas...

    Complicado, claro, tú lo dices, en cualquier ámbito, porque lo que se ve tantas veces en tantas partes es pura dejadez, puro embrutecimiento, recubierto de una pátina brillante que a poco que rascar se deshace y deja ver las tristes mentiras...

    Complicado, sí, pero cada persona elige dónde está su vida, si en intentar ser cada día mejor o en hacerle el juego a las excusas que lo llevan a la mezquindad infinita... Complicado pero liberador, y también fortalecedor...

    No desistas. En el fondo sabes que tus sonrisas más auténticas son aquellas que no necesitan de la aprobación de nadie para existir. Y luchar para mejorar es un manantial constante de sonrisas, Marinela.

    Un abrazo.

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    1. A mi tampoco me gustan los líderes, así como no me gustan las etiquetas, ni pertenecer a grupos, partidos, asociaciones o familias que me digan lo que tengo que hacer y decir por fidelidad a...lo que sea.

      Reconozco que no estamos libres de obligaciones, fidelidades, lealtades, no siempre asumibles satisfactoriamente, pero forman parte del juego de ser parte de la comunidad.

      Pero otra cosa es asumir formar parte de lo mezquino, lo injusto, lo repobable.....y ¿qué podemos hacer? creo que alzar la voz puede ser un primer paso, y aunque sea contra corriente, intentar ser lo más leal posible con nosotros mismos, creo que solo respetando ese principio de lealtad, ya seríamos mejores.

      Y, si individualmente podemos ser mejores, no veo por qué no podríamos mejorar como comunidad.

      Pero realmente, ¿quien está dispuesto a renunciar a "tener" para llegar a "ser"? a ser más libres, mas honestos, más justos......cada indivíduo sabrá......yo, lo intento....

      Un abrazo Ximo!
      (Mis sonrisas son auténticas y procuraré que vayan en aumento)

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  10. Pues tiene razón Machado. Lo difícil es mantenerse erguido y con las cosas claras. Y lo fácil es caerse, bien hacia el lado del fostión general, bien justo del lado contrario (que es un fostión igualmente, si usted me entiende)

    Un beso

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    1. Jajajaja!, el "fostión" es lo único asegurado entonces, no?

      Gracias por ese buen humor Valaf!!!

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