jueves, 21 de febrero de 2013

CONDUCTORAS SUICIDAS. IMAGEN A PSICOANÁLISIS


    Escultura de la artista Miina Äkkijyrkkä 

En este mundo terrenal todo tiene un principio y más tarde o temprano tiene un final. 
Privilegio de algunos mortales es la elección de nuestra última morada, de la última escena que acaba con la obra de nuestra vida. Podemos elegir entre varios finales, entierro tradicional, cremación, hasta crionización si se tercia, nos pueden convertir hasta en un diamante. 
Pero ¿y nuestro coche?, nuestro compañero de caminos que incluso  llega a convertirse en uno más de la familia, que cuesta de mantener como a un niño (revisiones, recambios, gasolina, impuestos etc...), pues también acaba en un cementerio. La Administración nos obliga a dejarlo en su último viaje en un centro de destrucción autorizado, el desguace de toda la vida, sin embargo,  si pudierais elegir su final ¿a qué fin propondríais que se destinase?
Os presentamos hoy un buen ejercicio sobre el reciclaje. ¡Imaginación que no falte!
Sorprendednos, queridos Calados y lectores.

Besos de las Gemelas del Sur.  

5 comentarios:

  1. Pues qué cosas..., tiene mucho, mucho que ver lo que planteas con lo que me barrunta esta semana por la cabeza, (o no...) cosa que ya se verá. Así que no puedo sino decirte que me encanta la foto que da paso a tu comentario, y que reciclajes tradicionales aparte, es un buen final para un coche. Mi aportación, yo lo convertiría en la base de un arrecife artificial, hundiéndolo en los mares más necesitados de recuperar biomasa. Con cuidado claro, que a ver si a base de coches hundidos, acaban por no caber los peces...

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  2. A ver que te ronda por la cabeza, Emilio... Sí, somos capaces de tomarle cariño a los objetos. Mi padre, que en paz d..., como no quería llevar su coche al desguace, lo dejaba todas las noches abierto y con las llaves puestas a ver si alguien se lo robaba... pero no hubo suerte.

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  3. El realismo práctico y el más sentido de los afectos se conjuga en el destino final del algo más que un coche. Gracias por vuestras aportaciones, Emilio y Amparo.

    Besos y besos.

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  4. A mí, sinceramente, me cuesta mucho separarme de un coche que me ha acompañado y ha compartido muchos momentos conmigo y los mios.
    Los guardaría en un garaje y les daría un trato exquisito, con mimo...
    Nunca los llevaría a un desgüace.....pero de momento, ejem..... la palabra clave es RECICLAJE!

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  5. Tratamiento de faraón se merece, Latour, embalsamado y guardado en la piramide de nuestro garaje. No sabes como me cuenta desprenderme de los objetos queridos y puede llegar a ser un problema, porque cualquier día me tiran a mí de casa para hacer sitio. Nada a reciclar que remedio!!!

    Besos.

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